El cambio climático aumentará la frecuencia de las sequías, las inundaciones y otros fenómenos meteorológicos extremos, como son las olas de calor. Según la UNICEF, quienes sufrirán las peores consecuencias serán los niños y niñas.
El cambio climático aumentará la frecuencia de las
sequías, las inundaciones y otros fenómenos meteorológicos extremos, como son
las olas de calor. Según la UNICEF, quienes sufrirán las peores consecuencias
serán los niños y niñas, en especial aquellos que viven ya de por sí en
circunstancias de vulnerabilidad y pobreza.
“Aunque estas amenazas plantean graves riesgos para
todos, los niños, en especial los más pobres y vulnerables, se llevarán la peor
parte de los efectos”, ha explicado a la prensa la portavoz del Fondo de la ONU
para la Infancia (UNICEF) en Etiopía, Alexandra Westerbeek. “Los riesgos para
las vidas, la salud, la seguridad y los futuros de los niños serán inmediatos y
prolongados”, ha subrayado.
Según las estimaciones de UNICEF incluidas en su
informe ‘A menos que actuemos ahora: El impacto del cambio climático en los
niños’, casi 530 millones de niños viven en zonas altamente propensas a las
inundaciones, de los cuales más de 300 millones habitan en países donde el 50
por ciento o más de la población vive con menos de 3,10 dólares diarios. La
mayoría de estos niños residen en Asia.
Además, más de 115 millones de niños viven en zonas
con riesgo alto o extremadamente alto de que se produzcan en ellas ciclones,
tifones o huracanes, siendo nuevamente Asia el continente más vulnerable en
este ámbito.
Tanto en los casos de inundaciones como en los de
ciclones u otro tipo de tormentas, además del riesgo de morir directamente, los
niños suelen enfrentarse a problemas de abastecimiento de agua y deterioro de
las condiciones de saneamiento, lo que suele degenerar en un incremento en los
casos de diarreas.
SEQUÍAS
Por otra parte, cerca de 160 millones de niños
viven en zonas propensas a sequías graves o extremas, incluyendo a casi 50
millones de niños en países donde el 50 por ciento o más de la población vive
con menos de 3,10 dólares diarios.
Por regla general, como explica UNICEF, las sequías
suelen provocar pérdida de cosechas y encarecimiento del precio de los
alimentos, lo que suele tener un impacto más marcado en aquellos con menos
recursos. En el caso de los niños, aumentan los casos de desnutrición lo que, a
su vez, suele agravar otras enfermedades y tiene efectos a largo plazo en el
desarrollo, tanto físico como cognitivo de los menores.
Más del 50 por ciento de las personas que viven en
zonas donde las sequías son graves o extremadamente graves están en África,
mientras que cerca del 40 por ciento se encuentran en Asia, según el estudio de
UNICEF.
Además, según Westerbeek, habría que tener en
cuenta a “casi la mitad de los niños de todo el mundo, que viven en zonas
urbanas, donde la contaminación ambiental está en su peor momento”.
REDUCIR LAS
EMISIONES.
Pese a estas perspectivas nada halagüeñas, la
portavoz de UNICEF ha subrayado que “la buena noticia es que reduciendo las
emisiones de gases con efecto invernadero hoy podemos limitar el número de
niños amenazados por los impactos más graves del cambio climático en el
futuro”.
Según ha indicado, UNICEF estima que de seguirse
con la situación actual “en la que la comunidad internacional adopta acciones
limitadas para reducir las emisiones, para 2050, 1.450 millones de niños
vivirán en zonas donde la media de la temperatura máxima cambiará en más de 2
grados centígrados”.
“Esa cifra caería a 750 millones de niños si se
emprenden acciones moderadas y a 150 millones en el escenario más ambicioso”,
ha precisado Westerbeek.
En el caso concreto de África, y por añadidura de
Etiopía, el informe ‘Generación 2030/África’, pone de relieve que el impacto
del cambio climático –sumado al rápido crecimiento poblacional y a la
urbanización del continente– podría hacerse notar con una mayor incidencia de
la malaria, la diarrea, la inseguridad alimentaria, el desplazamiento y el
abandono escolar.
“UNICEF está fuertemente comprometido con abordar
el cambio climático y su impacto para los niños”, ha asegurado la portavoz,
explicando que este aspecto será cada vez más prioritario en todos sus planes y
programas para cada país.
Entre las medidas que incluye la agencia de la ONU
en su informe con el fin de paliar los efectos del cambio climático y
fortalecer la capacidad de recuperación en caso de que estos se produzcan
figuran el educar y capacitar a los menores sobre el cambio climático y
escuchar sus opiniones; el priorizar las necesidades de adaptación a este
fenómeno de los más vulnerables, incluidos los niños; o invertir en la niñez al
ejecutar planes nacionales en materia de mitigación y adaptació climática.
¿Qué está haciendo UNICEF? La agencia de la ONU
apoya a los gobiernos en su aplicación de acciones contra el cambio climático
que sean sensibles con la infancia y tengan en cuenta las necesidades de los
menores.
Asimismo, sirve de plataforma para que las voces de niños y jóvenes sean escuchadas e incluye en sus programas sus preocupaciones sobre este problema con el fin de evitar que los logros en materia de desarrollo alcanzados hasta ahora no se vean revocados por el cambio climático.
Fuente: http://mobile.infocampo.com.ar/#/n/80212