Terminó el primer semestre del año y el dólar, ya sin las restricciones dispuestas en el último gobierno kirchnerista, conjugó momentos de marcada volatilidad que lo llevaron a superar los $ 16, y luego varios meses de continua depreciación, como efecto del incremento de las tasas del Banco Central, el arribo de las liquidaciones del agro y la vuelta de Argentina a los mercados internacionales.
Con su política de flotación administrada, el Banco
Central sólo intervino esporádicamente en el mercado, principalmente en los
cierres de mes ante el vencimiento de los contratos de dólar a futuro.
Con un arranque de año de $ 13,41, la divisa se
movió durante enero con una moderada tendencia alcista, mientras el mercado se
iba reacomodando, aún con ciertos límites en las compras mensuales. A fines del
mes, el BCRA consiguió un préstamo por u$s 5.000 millones de bancos privados
para robustecer sus reservas, y el dólar cerraba enero a $ 14,14.
En febrero, las liquidaciones del agro no eran
suficientes para abastecer la demanda y mediados de mes, el tipo de cambio tocó
por primera vez los $ 15. Fue entonces necesaria la intervención del BCRA que,
hasta ese momento, no había participado en el mercado de cambios tras el
levantamiento del cepo. El Central vendió u$s 41 millones y frenó alza de
dólar, que pasó de $ 15,20 a $ 15,09.
"Las intervenciones son para corregir picos y
evoluciones", explicaba en ese momento el titular de la entidad Federico
Sturzenegger. Hasta finales de mes, la autoridad monetaria continuó
desprendiéndose de divisas ya que la moneda era presionada por una creciente
demanda y una fuerte desaceleración de la liquidación de divisas por parte de
cerealeras. Así, acumuló durante febrero un ascenso de $ 1,72 (12,2%) y cerró a
$ 15,86.
En marzo, no cambió la tendencia y el primer día
hábil del mes el dólar superó los $ 16 ($ 16,09). Más allá de las ventas, el
BCRA respondió con una fuerte suba de tasas en la licitación de Lebac: elevó de
30,5% a 37% el rendimiento para el plazo de 35 días.
La nueva estrategia provocó que el tipo de cambio
se desinflara, ya que el mercado comenzaba a desarmar posiciones dolarizadas
para apostar por la tasa en pesos, que pasaba a ser la "vedette" de
las inversiones: el BCRA las llevó en la segunda semana de marzo al 38%.
A su vez, el campo se comprometía a ingresar hasta
mayo u$s 7.000 millones, por lo que esa expectativa ayudaba a que la divisa
retroceda posiciones, y ya cotizaba debajo de los $ 15. Fue así como cerró
marzo a $ 14,89, lo que representó la primera baja mensual del año. El Central,
mientras tanto, se disponía rebajar del 15% al 10% el límite de la Posición
Global Neta de Moneda Extranjera de las entidades financieras para incrementar
la oferta de divisas.
Este contexto se profundizó durante abril, mes en
donde el Gobierno regresó a los mercados internacionales después de varios
años, tras resolver el conflicto con los fondos buitre. Un mayor ingreso de
divisas, hizo que el billete anotara una merma de 35 centavos (-2,3%), para
finalizar a $ 14,54.
Por su parte, en mayo muchos empezaban a hablar de
atraso cambiario, en momentos en que la inflación comenzaba a hacer estragos en
la economía, mientras el dólar, a paso lento pero firme, continuaba
depreciándose. La cuestión ahora era intentar que la divisa revierta la
tendencia bajista. Para eso, los bancos oficiales comenzaban a comprar divisas
a cuenta del BCRA, que luego por fuera del mercado las absorbía. Pero el dólar
ya se negociaba en los mismos valores de fines de enero. En consecuencia, durante
el quinto mes del año anotó su tercera baja mensual consecutiva al retroceder
25 centavos (-1,7%) a $ 14,29.
En la primera mitad de junio la historia se
repitió, y el dólar no levantaba vuelo. Es más, llegó a tocar un piso de $
14,05 el 15 de ese mes, a pesar de que el BCRA ya había empezado unas semanas
atrás a recortar la tasa de las Lebac.
A partir de ahí, la autoridad monetaria regresó con
firmeza al mercado y comenzó a comprar varios millones de dólares para para
apuntalar la demanda. Esto hizo que el dólar interrumpiera siete semanas de
caídas. Finalmente reaccionó a la continua baja de tasas, y fue el
"Brexit" lo que ayudó a potenciar una fuerte disparada en poco
tiempo: trepó un 10% hasta los $ 15,43 en apenas seis ruedas. En los últimos
días del mes, descendió hasta los $ 15,23 de este jueves.
Fuente: http://www.ambito.com/845391-dolar-sin-cepo-como-fue-su-evolucion-en-el-primer-semestre