Ser dueño de un hotel puede parecer un sueño lejano, pero en porciones, cuotapartes o acciones, puede transformarse en realidad. “Ya no es necesario invertir mucho dinero para ser parte del negocio“, dice Iñaki González Arnejo, director de Cyan Hoteles, perteneciente a la firma de management hotelero Aadesa.
Operar y franquiciar hoteles parece ser el negocio
del momento en un mercado que necesita reinventarse ante la saturación del
modelo tradicional. En 2012, Iñaki González Arnejo y su socio, Arturo Navarro,
descubrieron en Estados Unidos un concepto distinto de emprendimiento hotelero.
"Para comprar una Coca Cola tenías que ir a una máquina expendedora,
cuando querías lavar la ropa tenías que ir al laundry con una moneda. La
pasamos bien, el servicio fue muy bueno. Ahí surgió la idea de traer ese modelo
a la Argentina", cuenta González Arnejo. El primer hotel que abrió en
Buenos Aires bajo esta modalidad fue el Cyan Recoleta. "Al lado instalamos
el Cyan Recoleta Suite. Hoy ambos edificios comparten la recepción. Luego
abrimos el de Puerto Madero, que tiene 300 unidades de las cuales 93 están
asignadas a la explotación hotelera. Ahí conviven propietarios e inquilinos,
con viajeros eventuales", relata el empresario.
Periodista: ¿A qué apunta el gerenciamiento
hotelero?
Iñaki González Arnejo: Permite captar inversores
que desean apostar a la actividad pero que no siempre quieren trabajarla, o
convertir hoteles que ya funcionan en forma independiente, incorporándolos a la
cadena para aprovechar la economía de escala que genera pertenecer a una red.
P.: ¿Es rentable hoy abrir un hotel en la
Argentina?
I.G.A.: Depende. Muchas veces un inversor piensa
que es un gran negocio y ese sueño termina siendo una pesadilla.
P.: ¿Una tendencia en el negocio hotelero?
I.G.A.: Nosotros vemos que hay tres posibilidades.
Una es el gerenciamiento, por un lapso determinado, llave en mano. En este caso
nosotros no asumimos los riesgos, sino que cobramos un honorario. Por otro
lado, alquilamos hoteles, asumiendo el riesgo. Otro modelo es el de desarrollo
de negocio, al estilo del crowdfunding. Se trata del condo-hotel. Armamos un
emprendimiento, lo desarrollamos, vendemos habitaciones escrituradas, con
derecho de goce de una determinada cantidad de tiempo para la explotación
hotelera.
P.: ¿Cómo es la rentabilidad en este último caso en
comparación con un alquiler tradicional?
I.G.A.: Casi el doble. La renta con explotación
hotelera es de entre 10 mil y 13 mil pesos en mano con expensas incluidas. La
rentabilidad es de entre el 7% y 9%, contra un alquiler tradicional que ronda
el 4%.
P.: ¿Cuáles son los beneficios para el propietario?
I.G.A.: Tiene derecho a usar una habitación una
semana al año y cobra un porcentaje de la rentabilidad que genera el hotel.
Recibe un reporte financiero una vez por mes y del 1 al 5 le depositamos el
dinero en su cuenta bancaria.
P.: ¿Qué características tienen estos hoteles?
I.G.A.: Tienen un gran componente corporativo y
bajo costo de operación. Todos los hoteles operan con muy poco personal.
P.: ¿Cómo se puede operar un hotel con poco
personal?
I.G.A.: Creemos que hay que invertir el dinero
donde realmente se necesita. En Cyan es fundamental la tecnología. Nosotros
decimos que el wifi para estos hoteles es más importante que el agua. El resto
es diseño, un gran desayuno y habitaciones cómodas y limpias. Pero el huésped
no va a encontrar un doorman, ni un maletero, ni va a tener room service.
P.: ¿El cliente acepta o le cuesta entender el
concepto?
I.G.A.: En general lo acepta. Para ello es clave
comunicar el servicio.
P.: ¿Operar con poco personal, con servicios
limitados y a bajo costo permite competir con tarifas más económicas?
I.G.A.: Sin dudas. El hotel de Puerto Madero, por
ejemplo, tiene una tarifa de 75 dólares, mientras que la competencia cobra 180
dólares. Este hotel tiene 93 habitaciones, spa, pileta, gran desayuno, hermoso
diseño, y lo operamos con 12 personas.
P.: ¿Cuál es el target y la franja etaria de los
jugadores que invierten en hotelería?
I.G.A.: Son emprendedores de entre 35 y 50 años. La
mayoría es gente que compra para inversión y lo pone en alquiler.
P.: ¿Es más conveniente comprar y alquilar o
incorporar la unidad al sistema hotelero?
I.G.A.: Es relativo. Hoy tenemos lista de espera de
propietarios que compraron pero no se adhirieron a la explotación hotelera.
Como no logran alquilarlo en la forma tradicional, ahora quieren incorporarlos
al sistema hotelero.
P.: ¿Tienen pensado cruzar las fronteras?
I.G.A.: Sí. El desafío es hacernos internacionales.
Cruzar a Chile y Paraguay, aunque también miramos de cerca otros jugadores de
la región.
P.: ¿Cuál es al atractivo de cada uno de estos
mercados para un inversor argentino?
I.G.A.: En Paraguay, el tema impositivo es más
flexible, con tazas más bajas, beneficios para las inversiones y costos
salariales bajos. Chile tiene un mercado estable, reglas claras y una tasa de
crecimiento anual del 3%. Bolivia tiene potencial, principalmente en zonas
petroleras.
P.: ¿Buenos Aires está saturado?
I.G.A.: Totalmente. Hay mucha oferta y poca
demanda. Sucede lo mismo con Montevideo.
P.: ¿Cuál es el concepto de "soft
brands"?
I.G.A.: Las soft brands permiten a los hoteles
mantenerse independientes en cuanto al nombre y les agregan el "by más la
marca", que implica estar afiliado a la cadena con los beneficios que ello
depara. La gran ventaja es la activación comercial, que pasa principalmente
porque los grupos hoteleros disponen de muchos miembros asociados a sus
programas de rewards y acuerdos globales con empresas y OTA de comisiones
menores. Por ende, representa un ahorro en las comisiones que el hotel paga a
esos canales y, además, aparece en los motores de reservas de las cadenas.
P.: La pregunta del millón: ¿Ayudó o perjudicó a la
industria la unificación del tipo de cambio?
I.G.A.: (Risas). Fue una buena medida, pero nos afectó en demanda porque desde que asumió Macri el dólar pasó de 10 a 15 aproximadamente y el "blue" estaba a 16 a fines del año pasado. El turista, sobre todo de los países limítrofes, cambiaba su moneda a 16 y pagaba en pesos a 10, entonces para ese viajero la Argentina estaba barata. Hoy el país es caro para ellos. El brasilero consumidor del segmento compras se fue a Chile o Miami. El nivel de reservas de brasileros hasta el año pasado era de un 50% y ahora es un 15%.
Fuente: http://www.ambito.com/diario/850420-la-renta-hotelera-duplica-a-la-de-un-alquiler-tradicional