El presidente de la Corte abrió un seminario.
Parece sencillo, pero no es fácil de entender.
Según la experiencia académica y jurisdiccional de Ricardo Lorenzetti, la
enseñanza del Derecho se resume en la transmisión de una noción: que los actos
de los ciudadanos y de los gobernantes deben ajustarse a la ley. “Y, sin
embargo, demasiadas veces hemos creído que podíamos dejar la norma de lado por
cualquier urgencia”, meditó el presidente de la Corte Suprema de Justicia de la
Nación en el acto de apertura del Seminario Permanente de Enseñanza del Derecho
de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de la Universidad Nacional de
Tucumán.
De visita en esta ciudad por tercera vez en los
últimos 45 días, Lorenzetti reconoció que no había podido rechazar la
invitación a hablar sobre educación, esa materia central a menudo desatendida por
los apuros de la coyuntura. La máxima autoridad judicial del país compartió
estrado con la decana Adela Seguí; el jurista y funcionario nacional Martín
Böhmer, y la secretaria académica Cristina Grunauer. En el aula magna, el juez
santafesino recordó que la ley no era un mero consejo sino un imperativo:
“cuesta mucho entenderlo. Esto sucede en todos los niveles: en la calle con el
conductor que pasa un semáforo en rojo y en un gobierno lleno de
responsabilidades”.
Regalo con
dedicatoria
Luego de hacer ese diagnóstico, Lorenzetti
manifestó que el Derecho no es una ciencia meramente especulativa. “Es un saber
que sirve para resolver problemas. Los profesores deben enseñar a solucionar
casos”, postuló. A continuación, anunció la extinción del especialista que
encuentra todo lo que necesita en una ley específica. Y apeló a la imagen de la
Catedral de Rouen del impresionista francés Claude Monet: “el especialista ve
una parte del sistema, que es el edificio. Esa construcción refleja el trabajo
de la doctrina y de los jueces”. Según su criterio, no hace falta enseñar
extensamente el Derecho sino que existe un sistema para resolver conflictos. Y
reivindicó el papel de la docencia en tiempos devorados por la carrera
tecnológica: “es la primera vez que la generación anterior enseña a la
generación posterior. Los chicos pueden ayudar a sus mayores a usar el celular
y a buscar pokemones, en suma, compartir la técnica, pero no pueden transmitir
la experiencia y la sabiduría”. Lorenzetti, que en esta visita rehuyó el contacto
con la prensa, dijo que la envidia, los celos, la ambición desmedida y la
vanidad son iguales hoy que en las épocas de Sócrates y de Shakespeare. “Avanza
la tecnología, pero retrocedemos en valores: ahí hace falta la docencia”,
reflexionó.
También figura de la inauguración del XVIII Conferencia Nacional de Abogados, que comenzó ayer y concluye mañana, Lorenzetti obsequió a Seguí el libro que publicó a propósito del primer año de vigencia del Código Civil y Comercial de la Nación, obra cuya redacción supervisó. “Con el afecto de la amistad y de los valores compartidos”, dice la dedicatoria del volumen que la obsequiada leyó luego de presentar el seminario llamado a modernizar el método de formación de los abogados. Seguí anunció que coordinarán este espacio de debate José Sahián, Horacio Madkur, Fernando Ganami, Larisa Moris, Jorge Marcotullio, Gabriel Pereira y su hijo, el licenciado en Filosofía Manuel Martínez Novillo. “Sin embargo, están todos invitados a participar en este proyecto”, precisó la decana.
Fuente: http://www.lagacetasalta.com.ar/nota/57996/politica/lorenzetti-avanza-tecnologia-pero-retroceden-valores.html