Trabajar en lo que no le gusta puede dejarle secuelas físicas y mentales que surgen quince o veinte años después de comenzar la actividad profesional, detalla un estudio de la Universidad de Ohio.
De acuerdo con
la investigación, la frustración acarrea múltiples problemas asociados a la
ansiedad, como los trastornos del sueño y las fobias, pero también puede causar
depresión.
Según
reproduce el sitio Muyinteresante.es, en el estudio se analizaron los datos de
6.432 personas que empezaron a trabajar a partir de la década de 1980, y se les
pidió que valoraran, entonces y ahora, cuánto les gustaba su empleo, con una
puntuación del uno –como satisfacción mínima– al cuatro –como máxima–.
Con el paso de
los años, se chequeó el estado de salud de los participantes y se comprobó que
los peores indicadores de trastornos emocionales y mentales correspondían a
quienes habían estado descontentos desde que empezaron su actividad. También la
salud física se resentía, pero en menor medida.
Los problemas
más frecuentes que reportaron los evaluados fueron dolor de espalda y resfríos
frecuentes. En cambio, quienes habían sido más felices en el plano profesional
no presentaban esas dolencias asociadas al trabajo.
Por su parte,
las personas que habían ido de mayor a menor satisfacción registraban problemas
de ansiedad, pero no trastornos mentales graves.
De estos
datos, los investigadores deducen que estar a disgusto en el trabajo tiene un
efecto acumulativo sobre la salud psíquica mucho mayor y más rápido del que se
pensaba. De hecho, a los cuarenta años, comienza a aparecer un síntoma tras
otro.
Fuente: http://www.docsalud.com/articulo/7557/advierten-que-trabajar-de-lo-que-no-le-gusta-puede-da%C3%B1ar-su-salud