Con la finalidad de realizar un diagnóstico de las
enfermedades más relevantes -parasitarias e infecciosas- que afectan a los
cerdos de la agricultura familiar, la Secretaría de Agricultura Familiar,
Coordinación y Desarrollo Territorial (SAFCyDT), el INTA y la Facultad de
Agronomía y Zootecnia de la UNT realizan un trabajo inter e intrainstitucional.
El objetivo es conocer el estatus sanitario de los porcinos de los productores
que cuentan con asistencia técnica de ambas Instituciones.
Es un esfuerzo conjunto de varios actores, donde participan
los pequeños productores junto a diferentes unidades del INTA (EEA Famailla,
Agencias de Extensión Rural Simoca y Monteros, Proyecto Regional con Enfoque
Territorial Tucuman Sur, Instituto de Investigación Animal del Chaco Semiarido,
Proyecto nacional de enfermedades que afectan los sistemas de producción
porcina y EEA Marco Juarez), la coordinación Tucumán de la Secretaria de
Agricultura Familiar, Coordinación y Desarrollo Territorial y la Carrera de
Veterinaria de la FAZ-UNT”, comentó Ruth Macedo del INTA.
Por su parte, el veterinario Ramiro Rosa de la SAFCyDT
destacó que “a través del trabajo se podrá conocer qué enfermedades se
encuentran presentes en forma endémica en toda la provincia”.
La estrategia de intervención consiste en trabajar por zonas
–donde ambas instituciones ya tienen una trayectoria de trabajo en terreno-,
completar una encuesta productiva, sanitaria e identificar la presencia de
enfermedades productivas (Brucelosis, Aujeszky), mediante un muestreo
serológico, y respiratorias por medio de un hisopado nasal. También, realizar
un relevamiento de parásitos a través de materia fecal. La escuela hospital de
la Facultad de Veterinaria se encargará de hacer los análisis parasitológicos y
procesar las muestras de sangre para enviarlas al laboratorio de diagnóstico de
INTA Marcos Juárez.
En Argentina, el 96% de los productores porcinos inscriptos
en el Registro Nacional Sanitario de Productores Agropecuarios (RENSPA) tiene
menos de 50 madres, según datos del SENASA. Esta situación se ve reflejada aún
más en la provincia, donde el 90% tiene hasta 10 madres.
Uno de los pilares de la producción de cerdos es la sanidad,
por lo enfermedades como la Peste Porcina Clásica (PPC), Síndrome Respiratorio
Reproductivo Porcino (PRRS), Triquinelosis, Enfermedad de Aujeszky (EA) y
Brucelosis Porcina son importantes por su impacto zoonótico, productivo y
comercial. Éstas son monitoreadas y reguladas por el SENASA. En el caso de los
establecimientos que comercializan reproductores y semen, es obligatoria la
certificación oficial de predio libre de Enfermedad de Aujeszky y Brucelosis
Porcina.
Si bien se mantiene un sistema de vigilancia activa en
criaderos que tienen RENSPA a nivel local, existe una gran cantidad de pequeños
productores que no están registrados. En ese sentido, este trabajo también
permite visualizar a los agricultores familiares, caracterizarlos y que accedan
a la asistencia y seguimiento veterinario.
La presencia de estas enfermedades en el predio provoca
fallas reproductivas, abortos, lechones muertos y pérdida de ganancia de peso,
afectando no sólo la sanidad animal, sino también provocando pérdidas
económicas para el productor. Por otro lado, es importante tener en cuenta que
la Brucelosis es una zoonosis, es decir, que se transmite al hombre.
Fuente: Abogados Tucumán