Dos porteros la encontraron desnuda y con signos de
violencia, debajo de las tribunas. La víctima tenía 31 años y fue reconocida
por su madre.
Faltaba una hora para que la división intermedia de Lawn
Tennis se enfrentara con Universitario de Salta en la cancha local, ubicada en
el parque 9 de Julio. Los jugadores visitantes estaban haciendo el
precalentamiento en las instalaciones mientras los porteros se disponían a
colocar un cartel publicitario para dejar todo listo para el encuentro.
Detrás de la tribuna sur
Dos de los empleados del club caminaron hasta detrás de las
tribunas sur para hacer esa tarea, pero se encontraron con una escena terrible:
una persona desnuda y con marcados signos de violencia estaba muerta entre los
ligustrines.
Los porteros le comunicaron la situación al intendente del
club, quien llamó a la Policía. De inmediato la zona se llenó de uniformados.
Primero se presentó personal del 911 y luego miembros de la Policía Científica
y de la división Homicidios, estos últimos dirigidos por los comisarios Hugo
Cabeza y Daniel Cuellar. Minutos después llegó también la fiscala Adriana
Reinoso Cuello (subroga la Fiscalía X°), publicó La Gaceta.
Ropa y perfume
La víctima era una mujer trans, quien yacía desnuda en el
pasto y presentaba signos de haber sido brutalmente golpeada. Los primeros
informes de los peritos, sin embargo, mencionaban la asfixia como causa de
muerte.
A pocos metros del cuerpo habían quedado esparcidas las
prendas de vestir de la víctima y su ropa interior, que estaba rota. Más allá,
a casi 50 metros, los policías secuestraron un preservativo usado. Esa podría
ser una prueba clave a la hora de identificar al autor del asesinato. También
hallaron un par de botas, un espejo que estaba roto y un frasco de perfume.
La madre de la víctima se presentó en la morgue judicial por
la tarde y reconoció a la mujer trans como su hija. Contó esta tenía 31 años y
que no la veía desde el jueves a la siesta, cuando salió de la casa donde
vivía, ubicada en Ranchillos, diciéndole que se encontraría en la capital con
una tal “Marcela”.
Enemistades
La mujer también les contó a los investigadores que su hija
le había manifestado que tenía problemas con otra chica trans, aunque no
trascendieron los motivos de esa enemistad.
Mientras Reinoso Cuello intenta avanzar en la investigación
del caso, todas las pruebas recogidas en el lugar del crimen fueron trasladadas
a laboratorio para que se realicen las correspondientes pericias. Resta ahora
que se analicen las cámaras de seguridad que funcionan tanto en el interior del
parque 9 de Julio como en sus alrededores.
Repudio por la muerte
El abogado, Carlos Garmedia, expresó a través de su cuenta
persona de Facebook, que Ayelen era estudiante del Bachillerato Popular Mocha
Celis, dijo que ella como tantas otras sufrió el desarraigo de su provincia
natal.
“Se vino escapando de la violencia y del hambre que
propiciaba su provincia pensando que en Buenos Aires podría encontrar más
oportunidades. Llegó a Mocha Celis entusiasmada y feliz de poder terminar sus
estudios. Con mucho esfuerzo y empeño logró terminar el primer año. No pudo
continuar con regularidad, pero regresó en varias oportunidades porque se sentía
bien compartiendo las meriendas con sus compañeras. Muchas veces mencionó las
ganas de ver a su familia y abrazar a su mama Lili y por eso a principios de
2017 y con la apertura del Cetrans de Tucuman pensamos junto a su amiga Daniela
Mercado que lo mejor era volver a su casa y comenzar allí sus estudios. Ayelen
se puso feliz y se fue a Retiro con apenas una mochila llena de ilusiones a
empezar de nuevo”, dijo.
Y continuó: “Otro travesticidio social como los que se lleva
día a día compañeras y que no pueden quedar impunes. Las vuelven a matar con
las actas policiales y en los noticieros y en los diarios, notas redactadas en
masculino, esto también debe tener condena. Tantos avances que solo quedan
impresos en hojas secas pero que en la práctica real hay tan poca la decisión
del estado que ya conocemos el desenlace de esta historia. Lo único que buscará
será justificar su asesinato, poner excusas, esquivar responsabilidades,
minimizar y desviar sus causas. ESTO ES PARTE DEL TRAVESTICIDIO SOCIAL Y
ESTATAL, UNA INGENIERIA EN MARCHA. Necesitamos una LEY DE EMERGENCIA QUE
ENTIENDA y TENGA REAL PERSPECTIVA DE GÉNERO Y DIGA BASTA…”
Fuente: Abogados Tucumán