Dos grandes monitores en el extremo de una larga mesa de la
sala de reuniones hacen de oficina. Alrededor de esa sala, los pasillos con
alfombras delimitan espacios de trabajos que aún no son, pero serán: las sillas
nuevas en un rincón así lo aguardan; las mesas todavía no llegaron. Pero en el
aire no se siente ansiedad, sólo hay un objetivo por delante. Y es volar.
A pocos días de que finalmente el ministerio de Transporte
confirme qué rutas tendrán el visto bueno para ésta y ocho aerolíneas, Ole
Christian Melhus, CEO de Norwegian Air Argentina, dio una entrevista exclusiva
a Infobae para detallar los planes locales de la tercera mayor low cost de
Europa, que prometió invertir USD 4.300 millones en el país. Sin una fecha
exacta, adelantó: "Queremos empezar a vender pasajes en el segundo
trimestre, y empezar a volar en el tercer trimestre de 2018".
Con 10.000 horas de vuelo en su currículum, Melhus llegó en
enero a la Argentina con su mujer y tres hijos para liderar las operaciones
locales con su experiencia de piloto-a los 15 años hizo su primer vuelo en un
planeador con su padre-, de director de seguridad y la última década como
director adjunto de Operaciones de Vuelo de la empresa noruega. Y casi al
pasar, sorprende con un dato: "¡Yo también fui parte de un
sindicato!".
Por primera vez desde las oficinas de la empresa en Vicente
López, Melhus no esquivó a las preguntas de voltaje político: la relación con
los sindicatos, los altos impuestos y la tarifa mínima que le impone el
Gobierno a todas las empresas, que adelantó: "No es óptima para las low
cost, para nada".
-¿Las aeronaves van a llegar a la Argentina una vez que el
ministerio de Transporte les autorice las 153 rutas de cabotaje e
internacionales?
-Vamos a construir nuestra presencia de manera gradual,
lenta pero segura. La Argentina no puede lidiar con siete aeronaves mañana. Hay
áreas en las que hay que invertir, especialmente infraestructura.
-¿Van a usar el aeropuerto de El Palomar en Buenos Aires?
–Sí, seguro. Confiamos en que el Gobierno va a llegar a una
buena solución para conseguir las inversiones para ser un exitoso aeropuerto
low cost. Creo que El Palomar es una buena oportunidad para que nosotros
crezcamos más rápido que si operáramos sólo desde Ezeiza o Aeroparque.
“Nos encantaría
vender un pasaje para viajar desde Aeroparque hasta Córdoba por 10 dólares”.
-¿Cuándo van a empezar a volar en el país?
-Creo que vamos a empezar a vender pasajes en el segundo
trimestre del año que viene, y espero que empecemos a volar en algún momento
del tercer trimestre de 2018. Vamos a priorizar Córdoba, Mendoza, Ushuaia,
Salta, Tucumán, Iguazú. Naturalmente, empezaremos con las rutas más grandes, y
después nos expandiremos a medida que crezcamos.
-Norwegian es una empresa low cost…
-Me gusta más el término low fare (tarifa baja). No asocio
mi compañía con un ambiente low cost, sino con uno de tarifas bajas. Es muy
importante la diferenciación, porque no somos bajo costo. En lo que respecta a
seguridad, gastamos mucho más dinero que muchas aerolíneas de bandera.
-¿No le gusta que le digan low cost?
-No me molesta, es un concepto. Prefiero tarifa baja, porque
realmente tenemos tarifas bajas. Y queremos que la gente viaje gracias a ellas.
– ¿Cómo puede una compañía ofrecer tarifas bajas cuando las
autoridades nacionales fijan un valor mínimo para los pasajes según cada
destino?
-Si uno mira a Europa, puede ver que atravesó los mismos
cambios que la Argentina afronta ahora. Cuando llegan las low cost, los pasajes
tienden a bajar para todos pueden volar. La tarifa mínima no es óptima para las
aerolíneas low cost, para nada. Esperamos que el Gobierno haga algo al
respecto. Nos encantaría vender un pasaje para viajar de Aeroparque a Córdoba
por 10 dólares. Mucha gente empezaría a viajar. Pero con las regulaciones
existentes no vamos a llegar a esa gente. No digo que esto vaya a frenar el
crecimiento, pero si va a reducir la cantidad de aerolíneas que vengan al país
y estimulen la economía.
-¿Por qué cree que el Gobierno mantiene ese piso para volar,
cuando ya sacó el techo?
-El Gobierno está haciendo un gran trabajo para cambiar la industria
aerocomercia. Hay cosas que pueden cambiar rápido y otras que necesitan más
tiempo. Creo que esto se encuentra en la segunda categoría. No se puede
construir Roma en dos días.
-Cuando uno compra un pasaje en el país, más de un tercio
son impuestos y tasas. ¿Le sorprendió este nivel de gravámenes?
-Cuando uno tiene los impuestos sobre pasajeros más altos
del mundo, se complica tener un gran número de gente que quiera viajar. Lo que
podrían hacer es bajar los impuestos para que nosotros podamos bajar los
precios, y así todos puedan viajar. Hoy el aeropuerto de Ezeiza es tan caro
como el de Nueva York. Es el segundo más caro del mundo. Esperamos que se
puedan bajar esos costos para que podamos ofrecer tarifas bajas a gente que
viaje desde y hacia Argentina.
Fuente: Abogados Tucumán