Según cálculos oficiales, el ajuste de haberes será parcial
en marzo por el empalme de fórmulas, pero se completará en junio para equiparar
el esquema de actualización vigente
Un documento elaborado por la Procuración del Tesoro
concluyó que con la aplicación de la nueva fórmula, que implica una
actualización de los haberes trimestral en lugar de semestral, "se
producirá un desdoblamiento del pago, y su postergación inicial" en el
primer ajuste correspondiente a marzo de 2018, pero que con las actualizaciones
trimestrales subsiguientes "los beneficios del cambio tendrían toda su
extensión, asegurando la progresividad, movilidad y sustitutividad".
El paper elaborado por el procurador del Tesoro, Bernardo
Saravia Frías, refirió que "lo que se está cambiando es simplemente su
modo cálculo, que no es un derecho, sino nada más que un método, que el
Congreso de la Nación tiene la potestad de modificar".
Saravia Frías argumentó que "el jubilado recibirá en
marzo de 2018 un incremento y deberá esperar un trimestre para obtener una
compensación mayor que finalice el empalme por cambio de sistema. Se desdobla
el pago, y se posterga una parte", en lo que definió como "una
limitación temporal que no ataca la sustancia del derecho al haber
jubilatorio".
Con la fórmula hoy vigente, en marzo de 2018 se debería
otorgar un aumento cercano a 12% (actualización semestral de julio-diciembre).
Pero de aplicarse el cambio en el cálculo según la iniciativa oficial, el
aumento sería de 5,7%, menos de la mitad y acotado al trimestre
julio-septiembre.
En la actualidad el haber mínimo es de 7.246 pesos. En el
primer caso, el aumento sería de unos 870 pesos, a 8.116 pesos. Pero con el
nuevo esquema, sería de $413, a 7.659 pesos. El empalme para equiparar el
ingreso con la fórmula anterior se produciría recién con la actualización
trimestral de junio de 2018.
Para el Gobierno, el nuevo cálculo impone “una limitación
temporal que no ataca la sustancia del derecho al haber”
La Procuración del Tesoro reconoce que la fórmula propuesta
retrasa tres meses parte del ajuste, pero que el mismo se dará en junio, lo que
significa que "en el mediano plazo, este cambio protege el valor real de
los haberes mejor que la fórmula actual", esquema muy volátil ya que
"los haberes reales siempre caían cuando la inflación subía, como ocurrió
en 2010, 2014 y 2016".
A modo de ejemplo, el documento oficial prevé que con una
inflación de 16,6% en 2018, como estiman las consultoras económicas según el
Relevamiento de Expectativas del Mercado (REM), "la suba trimestral
tendría como resultado que los haberes no caigan tanto como antes. Además, con
el crecimiento de los salarios reales, los haberes irían creciendo en el
tiempo".
El nivel de las prestaciones previsionales mínimas según la
propuesta de movilidad fijada en el dictamen del Senado implica que en marzo el
ajuste de los haberes será menor al que sería si se diese el ajuste por la
inflación de todo el semestre, dado que solo se hará por la inflación de julio
a septiembre de 2017.
Fuente: At