El
presidente tomó posesión del cargo en el Congreso y recibió los atributos de
manos de Federico Pinedo. Habló desde el balcón de la Casa Rosada y se animó a bailar. Su familia lo
acompañó toda la jornada. El kirchnerismo, el gran
ausente
Mauricio
Macri fue el protagonista inexorable de una jornada histórica. Se suponía que
así debía ser, pero las pujas que mantuvo hasta horas antes con su antecesora
amenazaban con restarle centralidad en su asunción. Finalmente, en una decisión
controvertida, Cristina Kirchner resolvió no participar de
ninguna de las actividades previstas; sus laderos, con algunas
excepciones, hicieron lo propio. La escena fue dominada por entero por el líder
del PRO y los suyos.
La agenda
del nuevo presidente comenzó este jueves por la mañana cuando asistió a la jura
deMaría Eugenia Vidal como gobernadora bonaerense.
Temprano, saludó a los simpatizantes que se concentraron en la puerta de su
departamento en Palermo, abordó un helicóptero y viajó a La Plata. Volvió de
inmediato, no tenía tiempo que perder, ya era su turno.
La jura
Escoltado
por una guardia de granaderos a caballo, Macri fue hasta
el Congreso custodiado por un operativo de seguridad que lo cuidó con celo,
pero también le permitió exponerse en público. El vehículo que lo trasladó,
junto a su esposa e hija, circuló por momentos a paso de hombre debido a la
muchedumbre que lo seguía.
Ya en el
Parlamento, cumplió con todos los protocolos que se esperan para las ocasiones.
Juró ante la Asamblea Legislativa, convirtiéndose de
manera legítima en el jefe de Estado, en una ceremonia de la que participaron
ex presidentes y mandatarios de otros países. En su discurso, lamentó los
extremos que generaron las diferencias políticas en el último tiempo y exhortó
a lograr una unidad nacional.
Subrayó
que a partir de ahora vendría un "nuevo tiempo" en Argentina y es la
"del diálogo, el respeto y el trabajo en equipo". Tras
mencionar algunos de los desafíos que se planteó el frente Cambiemos, afirmó:
"Esto requiere que nos unamos para alcanzarlo. Unir los puntos en común,
respetando las diferencias".
"Como
presidente quiero ser un ciudadano que se pueda comunicar con todos los
argentinos para transmitir dudas, certezas, ideas, esperanza y las ganas de
hacer. La política no es una competencia entre dirigentes para ver quién tiene
el ego más grande, es el trabajo entre dirigentes para servir a los
demás", remarcó. Y volvió a reiterar que su prioridad estará fundada en
tres ejes: "Pobreza cero,
derrotar al narcotráfico y unir a los argentinos".
Macri
cerró la que sería la primera alocución pública de la jornada con una
reflexión: "Si los argentinos nos animamos a unirnos, seremos
imparables". Y repitió "vamos, Argentina" ante un recinto que lo
aplaudía.
Sonriente,
eufórico, Macri dejó el palacio legislativo del mismo modo en que llegó: mismo
vehículo y mismos acompañantes. Cambió el panorama; afuera ya lo esperaba una
multitud.
La
caravana recorrió la distancia que separa el Congreso de la Casa de Gobierno
por Avenida de Mayo en contramano. Un vallado extenso y un pelotón de efectivos
de seguridad separaron a Macri de los miles que se acercaron para la ocasión.
En varios tramos saludó por la ventana y el techo corredizo. Y en una
oportunidad se bajó a la calle.
Pese al
gentío, llegó a la Casa Rosada antes de lo que tenía previsto el programa. Una
vez más, la ceremonia se concretó sin demoras y recibió la banda presidencial y el bastón. El encargado de
entregárselo fue Federico Pinedo, presidente provisional del Senado, que quedó
a cargo del Poder Ejecutivo de manera interina a raíz del fallo de María Servini de Cubría que determinó que el
mandato de Cristina Kirchner expiraba el miércoles.
Guiado por
las autoridades de la Casa Militar, recorrió parte de la Casa Rosada y luego
decidió salir al balcón central, el que está
orientado hacia la Plaza de Mayo. Abajo lo aclamaba una masa en la que
predominaban las banderas con los colores nacionales, entre las que cada tanto
se distinguía el amarillo característico del PRO y el rojo de la UCR. Macri se
encontró en el lugar junto a Juliana Awada, su hija, y la vicepresidente
Gabriela Michetti y su pareja. Luego se sumaron Vidal y otros colaboradores.
"Pueden
hacer más y merecen vivir mejor. Una vez más quiero pedirles que crean en
ustedes mismos. Yo hoy estoy acá porque creo en ustedes, y necesito que ustedes
también crean que son capaces de más, que pueden hacer más y merecen vivir
mejor", expresó.
En un
breve discurso, el líder del PRO elogió al "equipo" que llevó al
gabinete. "Parece que fue ayer cuando nos animamos a soñar que los
argentinos merecíamos vivir mejor y hoy estamos acá a punto de empezar una
etapa maravillosa de nuestro país", indicó.
Macri
celebró que "nos podamos expresar con libertad en
la República Argentina" y que "podamos pensar diferente pero trabajar
juntos".
"Prometo
decir siempre la verdad y ser sincero y mostrarles cuáles son los problemas
porque sé que ustedes, el maravilloso pueblo argentino, es suficientemente
capaz e inteligente para, trabajando juntos, resolverlos", subrayó.
"Necesito que todos los argentinos nos acompañen, que nos avisen, que nos
alerten cuando nos equivoquemos y que participen, porque, como les digo una y
otra vez, no somos infalibles, pero tenemos mucha vocación de hacer cosas todos
los días para que ustedes vivan mejor", añadió.
Tras
corear la frase "sí, se puede", usada en Cambiemos durante la
campaña, los simpatizantes aprovecharon un silencio del flamante jefe de Estado
para pedirle que baile, lo que ya se transformó en una suerte de
tradición en los actos de los que participa Macri. Él aclaró primero que no
podía hacerlo por tener puesta la banda, pero no esquivó el pedido y una vez
que se la quitó lo hizo. El baile estuvo acompañado por Michetti, que cantó la
canción "No me arrepiento de este amor", que popularizó la cantante
Gilda.
Exteriores
El acto
que siguió fue en la Cancillería. El edificio del Palacio San Martín albergó la
ceremonia en la que Macri se encontró con los jefes de Estado que llegaron para
su asunción, así como el resto de los enviados por sus gobiernos.
El
venezolano Nicolás Maduro, quien esta semana cargó en duros términos
contra Macri, fue el único presidente
de América del Sur que viajó a la Argentina para el evento. La
representación del gobierno bolivariano estuvo en manos de un diplomático de la
embajada.
Así, los
presidentes que estuvieron presentes fueron Michelle Bachelet (Chile), Ollanta
Humala (Perú), Juan Manuel Santos (Colombia), Rafael Correa (Ecuador), Evo
Morales (Bolivia), Horacio Cartes (Paraguay), Tabaré Vázquez (Uruguay) y Dilma
Rousseff (Brasil).
No hubo
otros jefes de Estado, aunque sí estuvieron el presidente de Serbia, Tomislav
Nikolic, el rey Juan Carlos de España, los vicepresidentes de Costa Rica y El
Salvador, Ana Chacón Echeverría y Óscar Ortiz, respectivamente, el
vicepresidente del Comité Permanente de la Asamblea Popular de China, Ji
Bingxuan, y el ex presidente alemán Christian Wulff.
Esa
actividad se desarrolló con más reserva. No hubo una transmisión completa, sino
que se mostró la llegada y parte de los saludos.
Pasadas
las 16:30, el presidente regresó a su domicilio para descansar antes de
continuar con su agenda.
Gabinete
y gala
Macri
volvió a la Casa Rosada minutos después de las 19. Esta vez se dirigió al Museo
del Bicentenario, donde lo esperaba el pleno del gabinete que terminó de
conformar hace dos semanas.
Ceremonioso,
el mandatario recitó más de 20 veces la fórmula que se emplea para tomar el
juramento a los funcionarios. En ocasiones se permitió algunas licencias para
colar un chiste, como comparó a José Cano con George Clooney o se enteró ahí
mismo de que el segundo nombre de Esteban Bullrich era José.
El cierre
de la jornada ocurrió en el Teatro Colón. La cita era para la función especial a la que había
invitados especiales y dignatarios extranjeros.
El
programa contemplaba que la Orquesta Estable del Teatro Colón, bajo la
dirección de Alejo Pérez, interpretara inicialmente el Himno Nacional Argentino
con la compañía del Coro Estable, a cargo de Miguel Martínez.
Fuente: http://www.infobae.com/2015/12/10/1775794-acompanado-una-multitud-macri-asumio-la-presidencia-un-llamado-la-unidad