La Corte
Suprema arranca una nueva etapa con tres integrantes y con vistas a una nueva
composición en el futuro. Desde el Máximo Tribunal señalan la necesidad de que
se completen los cupos faltantes, aunque desde el nuevo gobierno todavía no
hubo anuncios. El pedido de una jueza mujer de Amnistía Internacional
al nuevo ministro de Justicia.
Tal como estaba previsto, a partir de las 00.00 hs.
Carlos Fayt dejó de ser ministro de la Corte Suprema después de 32 años y con
ello el Máximo Tribunal quedó con sólo tres integrantes. El mínimo
indispensable para su funcionamiento.
En
poco menos de dos años la Corte Suprema se vio resentida y ya no fue la
misma. La conformación Lorenzetti, Highton, Fayt, Petracchi, Maqueda, Zaffaroni
y Argibay había conseguido estabilidad en su funcionamiento, pero los problemas
de salud de Carmen Argibay y Enrique Petracchi comenzaron a hacer mella.
En
mayo de 2014 falleció Argibay y desde ese momento se empezó a hablar de la
conformación de las mayorías y la ocupación de la vacante con conjueces. Es que
la Ley 26.183, dispuso la reducción a cinco del número de jueces del Máximo
Tribunal, detalla que las decisiones cuando se adoptarán por el voto
mayoritario de cuatro de sus miembros.
Sin
fallos “cruciales” hasta ese momento, los votos del Máximo Tribunal raramente
terminaron divididos. En octubre, además, hubo otro sacudón, el fallecimiento
de Enrique Petracchi. La Corte llegó finalmente a los cinco miembros
establecidos por la Ley de 2006, aunque no fue por mucho tiempo, ya que a principios
de noviembre Raúl Zaffaroni presentó su renuncia, que se iba a hacer efectiva
en enero de 2015.
La danza de los candidatos
Con
cuatro integrantes, urgía al Poder Ejecutivo la propuesta de un candidato en
reemplazo de Zaffaroni. Por ello, a mediados de enero se anunció la candidatura
de Roberto Carlés, un abogado que fue coordinador del proyecto de reforma del
Código Penal que encabezaba Zaffaroni.
La
candidatura de Carlés se mantuvo en el centro de la escena ya que desde los
sectores de la oposición se hizo público un acuerdo por el cual distintas
fuerzas políticas se comprometían a no aprobar ninguna propuesta en el medio de
un año en el que era posible un cambio de gobierno.
Fue
así que Carlés obtuvo la aprobación de su pliego en el recinto del Senado y
concurrió a la audiencia pública prevista por el Decreto 222/03, aunque su
pliego finalmente no fue tratado en el pleno de la Cámara Alta.
Con
Carles en stand by, la Corte Suprema siguió estando en el centro del
debate público, y no precisamente por sus fallos. En mayo se oficializó la
tercera reelección seguida de Ricardo Lorenzetti como presidente del Tribunal
Supremo y empezaron las acusaciones cruzadas respecto de cómo fue la elección.
Horacio
Verbitsky había escrito en su columna dominical de Página /12 que Fayt no
había sido parte del acuerdo de la Corte en el que se eligió a Lorenzetti por
un nuevo periodo de tres años al frente de la Corte. Según el periodista, Fayt
suscribió la acordada en su departamento, por lo que la parte de la Acordada que
decía “Reunidos en la Sala de Acuerdos del Tribunal” era inexacta.
Como
si esto fuera poco, en esos días la Corte había dictado la nulidad del Decreto
856/2014, que había designado a diez abogados como conjueces del Tribunal
Cimero, ellos eran León Carlos Arslanian, Tomás Hutchinson, Ernesto Alberto
Marcer, Héctor María García Cuerva, Arístides Horacio Corti, Carlos María
Carcova, Walter Mario Huggias, Raúl Gustavo Ferreyra, Ricardo Augusto Nissen y
José Rolando Chirico. La Corte argumentó que el acuerdo por el cual se los
designó “no contó con el voto de los dos tercios de los miembros presentes del
Senado de la Nación, como exige el artículo 99, inc. 4°, primer párrafo de la
Constitución Nacional”
A
partir de ese momento se comenzó a cuestionar la idoneidad física de Carlos
Fayt para seguir como ministro de la Corte. En el medio, además, había surgido
el rumor de una renuncia de Lorenzetti a la presidencia por supuesto “cansancio
moral”. La Corte también emitió un comunicado en el que señaló que “ante versiones
publicadas” ratificaba “total y absolutamente las autoridades designadas
mediante acordada 11 del 21 de abril de 2015”.
La
escalada sobre Fayt no disminuyó sino que, de lo contrario, en la Comisión de
Juicio Político de la Cámara de Diputados de la Nación aprobó el inicio
de un "proceso investigativo" con el objeto de determinar la
"capacidad psicofísica" del ministro decano.
La
vorágine electoral cambió el panorama político y “el caso Fayt” perdió fuerza.
El magistrado continuó en su puesto, pero el 15 de septiembre de 2015 anunció
su renuncia, que se iba a hacer efectiva este viernes 11 de diciembre.
Las
elecciones pasaron y, luego de conocerse que Daniel Scioli y Mauricio Macri
iban a enfrentarse en el ballotage, se anunciaron dos nuevos candidatos para
integrar las ahora dos vacantes y el consiguiente retiro del pliego de Roberto
Carlés. Domingo Sesín y Eugenio Sarrabayrouse pasaron a ser los nombres
propuestos.
“Por
el motivo de los fallecimientos de los doctores Enrique Enrique Santiago
Petracchi y Carmen Argibay, así como con la renuncia del doctor Eugenio
Zaffaroni, la Corte Suprema de Justicia de la Nación en la actualidad no
alcanza a cubrir el número de cinco integrantes dispuestos por la ley 26183 (…)
debe agregarse otra vacante generada por la renuncia del doctor Carlos Fayt (…)
la cual se hará efectiva el 11 de diciembre de 2015”, rezaba el documento por
el que se propuso a ambos candidatos.
Pero
el triunfo de Mauricio Macri en las elecciones del último 22 de noviembre hizo
que los tiempos para las designaciones se diluyeran. Los pliegos de Sesín y
Sarrabayrouse ingresaron al Senado el 25 de noviembre, por el trámite exigido
para el nombramiento de un integrante de la Corte Suprema de Justicia de la
Nación, resultó imposible designarlos antes del cambio de gobierno.
Con
esa incertidumbre respecto de los pliegos y con declaraciones públicas tanto de
Ricardo Lorenzetti como de Juan Carlos Maqueda respecto de la necesidad de
conformar el Tribunal con todos los miembros estipulados por Ley, el último
jueves Macri tomó posesión del cargo de Presidente. En su discurso inaugural
habló de la Justicia pero no precisó cómo se iba a actuar en relación a las
candidaturas.
La
semana pasada, Amnistía Internacional (AI) le solicitó en una reunión al
nuevo ministro de Justicia, Germán Garavano, que una mujer sea incorporada
a la Corte Suprema de Justicia. Amnistía sostuvo en un comunicado que
reclamó la incorporación de una mujer en la integración de la Corte de acuerdo
a los postulados del Decreto 222/03 y los principios constitucionales y de
derecho internacional de los derechos humanos. En ese sentido, AI resaltó
los avances logrados por la Corte en torno a problemáticas vinculadas a la
mujer y particularmente a la situación de discriminación y violencia de género
a través de la creación de las oficinas de la Mujer y de Violencia
Doméstica.
Fuente: http://www.diariojudicial.com/nota/74048/noticias/corte-para-tres.html