El incremento de 20% en el precio de los autos, junto con la
devaluación, pone en riesgo la comercialización de modelos que se lanzaron en
el último año
El fantasma del impuesto interno vuelve a merodear las
automotrices, como si fuera una vuelta al pasado en el momento menos esperado.
Después de dos años de tranquilidad, porque parecía imposible en las marcas masivas aplicar el
segundo escalón de la medida que quedó vigente, son muchos los modelos que se
podrían ver afectados.
El tributo que estableció en 2014 el gobierno de Cristina
Fernández de Kirchner, que establecía el incremento en los precios de los 0km
que superaban cierto valor, dividido en dos grupos, fue una de las medidas que
el gobierno de Cambiemos prometió eliminar.
Sin embargo, apenas llegó a la Casa Rosada, el equipo de
Mauricio Macri modificó la idea original y la decisión fue sacar únicamente el
primer escalón, que en aquel entonces amenazaba a varios modelos de fabricación
nacional, como el Ford Focus, Peugeot 408, Citroën C4 Lounge y Renault Fluence,
mientras que había golpeado algunas versiones de Honda HR-V y Toyota SW4.
La decisión, si bien no fue tal como se había prometido, en
su momento trajo algo calma del mercado porque la nueva barrera se aplicaba a
partir de los vehículos que superaran el $1.260.000 promedio, lo cual se veía
muy lejano.
Sin embargo, nadie pensó que dos años después, con una
devaluación abrupta y una inflación que no se detiene, nuevamente el impuesto
iba a ser un riesgo.
Fuente: Abogados Tucumán