• REDUJO ENTRE 2 Y 7 PUNTOS LOS RETORNOS DE SUS LETRAS; AUN ASÍ RECIBIÓ
RÉCORD DE OFERTAS Y ABSORBIÓ $ 16.500 MILLONES
La calma en la que
por ahora se mantiene el dólar, en los primeros días hábiles del levantamiento
del cepo cambiario, dio margen al Banco Central para convalidar una baja de
alrededor de dos puntos porcentuales en las tasas de interés de las Letras de
deuda que sirven de referencia a toda la economía.
El presidente de la institución, Federico
Sturzenegger, resolvió reducir estos rendimientos a pesar de que desde las
mesas de dinero de los bancos habían considerado insuficientes los niveles de
tasas y creían más prudente hacer un nuevo ajuste.
Las Letras del plazo más corto, de sólo un mes,
redujeron ayer su tasa del 38% al 36% anual; y las que son a tres meses, del
37,5% al 35% anual. Prácticamente toda la licitación (un 98% del total
adjudicado) estuvo concentrada ayer en estos tres primeros vencimientos,
menores a los 90 días. En plazos mayores hubo un recorte más audaz, pero la
colocación fue simbólica: en las que son a cinco meses, la tasa bajó del 37% al
30% anual; y en las que son a nueve, de 35% a 31% anual.
Con todo, en el sistema financiero consideran
que esta baja de tasas puede no ser permanente. Y que es probable que el
Central pueda resolver retroceder a los niveles anteriores si precisa hacer una
fuerte absorción de pesos en una futura licitación.
El mercado estuvo ayer a merced del organismo.
Los bancos volcaron una oferta récord de $ 55.207 millones, y a Sturzenegger le
alcanzó entonces con aceptar menos de la mitad ($ 19.300 millones) para lograr
una absorción de $ 16.527 millones. El grueso del efectivo fue destinado a
colocarse en las Letras más cortas: en las Lebac en pesos a 35 días, el Central
adjudicó $ 15.143 millones; para las que son a 56 días, $ 2.439 millones; y a
98 días, $ 1.403 millones. Sólo $ 318 millones fueron a las Letras de mediano
plazo (de 120 días o más). Y en las Lebac en dólares, que aseguran divisas en
efectivo para las reservas brutas del Central, las ofertas alcanzaron los u$s
905 millones. El organismo decidió adjudicar sólo u$s 299 millones.
La semana pasada, la decisión había sido más
ortodoxa: aumentar en 9 puntos porcentuales las tasas de interés para contener
la presión cambiaria durante la eliminación de las restricciones para las
compras de divisas. El movimiento se trasladó inmediatamente a los retornos que
pagan los bancos por plazos fijos y, más tarde, a los costos de los créditos
que otorgan a sus clientes (ver pág. 4). Pero la respuesta del mercado
sorprendió a muchos: el tipo de cambio se derrumbó desde su valor inicial de $
14 hasta el mínimo de $ 12,70 que marcó en la rueda de ayer. Semejante
apreciación del peso fue lo que le dio margen a Sturzenegger para relajar la
política monetaria, respecto de los niveles que había establecido el propio
mercado la semana anterior.
Desde el último lunes, el Central salió a
ofrecer Letras sin precios determinados, por primera vez desde los tiempos de
Martín Redrado. Con esto permitió que las tasas surgieran de la demanda y
oferta del mercado, y que el organismo sólo decidiera dónde hacer el corte. El
mecanismo hace de esta manera más impredecibles las licitaciones. Y permite
presumir que, al menos por ahora, no parece estar todo dicho sobre la política
del Central.
Fuente: http://www.ambito.com/diario/noticia.asp?id=820969