En Buenos Aires existe la posibilidad de ingresar las
percepciones hechas a los clientes cuando se cobran, en vez de cuando se emite
la factura
El Estado dispone de ciertos mecanismos para adelantar y
asegurarse cierta recaudación: es el caso de los agentes de percepción. Estos,
cuando emiten sus facturas a sus clientes (por las ventas que realizan), tienen
que agregar en la factura la famosa percepción (de IVA, ingresos brutos).
El gran problema que están teniendo los agentes de
percepción es que están obligados a pagarle al Estado dichas percepciones a
partir de que emiten la correspondiente factura, sin importar cuándo finalmente
la cobran (y si acaso finalmente la cobran).
De esa manera, le adelantan todos los meses al Estado
importes que terminan cobrando mucho tiempo después (entre 45 y 120 días,
dependiendo la actividad y la fuerza de negociación que tengan con sus clientes).
"Si consideramos las tasas de mercado que están
teniendo las Pymes para poder financiarse (que pueden llegar al 100%),
adelantar todas estas percepciones, les implica un costo muy alto y una pérdida
de oportunidades muy significativa", señaló a El Cronista Ezequiel Passarelli,
tax manager de SCI Group.
Además, existe un aspecto fundamental que deben tener en
cuenta las pequeñas y medianas empresas como regla básica: nunca deben dejar de
pagarle al Estado las percepciones en tiempo y en forma.
Fuente: Abogados Tucumán