Se publicó el decreto en el Boletín Oficial y la CGT se
mostró conforme pero las organizaciones sociales exigen un plus similar y
evalúan medidas de fuerza
“Paz social”. Ese fue
el concepto que utilizó el vicejefe de Gabinete, Andrés Ibarra, a la hora de
referirse al bono de 5.000 pesos que este martes el Gobierno oficializó vía
decreto.
"Lo que busca el bono es generar un esquema de paz
social y armonía adecuada a la situación del proceso inflacionario que estamos
viviendo", indicó el funcionario.
Sostuvo además que se trata de un "mecanismo de carácter
general, para atenuar" la suba de precios, cuya escalada encendió las
alarmas en la Casa Rosada.
Pero esa visión optimista chocó con las protestas que se
escucharon desde sectores sociales tan disímiles como los empresarios y las
organizaciones piqueteras.
Lo cierto es que desde el mundo empresarial este martes ya
hubo advertencias de que no todos podrán pagar el monto establecido por el
Ejecutivo. A la par, las organizaciones sociales hicieron saber que reclaman un
bono similar al que logró la CGT. Si no, aseguran, multiplicarán sus protestas.
Distensión
Con el fin de año en el horizonte y el G20 a la vuelta de la
esquina (se realizará entre el 30 de noviembre y el 1º de diciembre en Buenos
Aires), el Gobierno buscó con el bono disminuir la conflictividad social. Sin
ir más lejos, logró desactivar un paro nacional de la CGT. El encargado de
ratificar que la central obrera desactivó la medida de fuerza que había
anunciado fue el secretario general de UPCN, Andrés Rodríguez, quien aseguró
este martes que "por el momento" no habrá huelga general.
"Desde el Estado buscamos un camino que atienda a las
dificultades, pero dentro del cual el objetivo es, como dijo el Presidente, ir
acompañando esta situación y para eso pedimos la solidaridad a los empresarios
así como la comprensión a los trabajadores", destacó Ibarra.
"Pedimos estos mientras se va corrigiendo este tema
transitorio de alta inflación que en los próximos meses irá bajando", afirmó.
El vicejefe de Gabinete y secretario de Modernización
resaltó que las autoridades optaron por "este camino del gradualismo en
una Argentina que hemos recibido totalmente quebrada, y que hemos empezado a
ordenar".
También reconoció que la situación social, "por
supuesto nos está pegando y hay que tener sensibilidad, y por eso buscamos el
mejor camino, con la mejor voluntad, respaldando a la vez, la vulnerabilidad de
los diferentes sectores".
Lo cierto es que la situación en el conurbano bonaerense no
es la mejor y en el Gobierno siguen de cerca el panorama. Saben en la
administración nacional y sobre todo en la provincial que es necesario aplacar
los reclamos ante el advenimiento de las fiestas. El fantasma de los saqueos
siempre sobrevuela diciembre cuando la situación económica es delicada.
"A veces, hay situaciones no deseadas y hay medidas
coyunturales, por eso esperamos que los argentinos comprendan estas cuestiones
y lo hacemos acompañando a los distintos sectores en la implementación del
bono", continuó Ibarra en declaraciones radiales, a sabiendas del malestar
que la medida provocó en el empresariado.
Fuente: Abogados Tucumán