Un comerciante apodado “Bicho” sería el autor del disparo que terminó
con la vida de Claudia Vallejo, quien dejó seis hijos. Por el hecho, que tuvo
lugar el lunes a la tarde en el barrio Ejército Argentino, hay cuatro
sospechosos detenidos.
La imagen partía el alma. Empapados por la lluvia y en medio de llantos,
los seis hijos de Claudia
Paola Vallejo (37), miraban ayer cómo familiares, amigos y
vecinos aplaudían el paso del ataúd con los restos de su madre y clamaban por
justicia. La mujer fue asesinada a balazos el lunes por la tarde, al frente de
su casa, ubicada en el pasaje Lucía Aráoz 2.749 (altura Coronel Zelaya al
1.400), en el barrio Ejército Argentino, al suroeste de la capital.
Según
relataron testigos, Vallejo conversaba con un vecino en la vereda del frente de
su casa, donde vive su media hermana, cuando trató de defender a un joven en
moto que era perseguido por cuatro hombres que circulaban armados en un
Chevrolet Corsa. Lo perseguían -trascendió- porque lo acusaban de ser el
supuesto autor de un robo cometido días antes en un comercio de la zona. De
acuerdo con familiares y vecinos que presenciaron el hecho, el dueño del
negocio, apodado “Bicho”, le
hizo dos disparos con un arma larga a la mujer (uno en el rostro y el otro, que
es el que habría ocasionado el deceso, en el cuello). Según consta en el
expediente, el agresor le gritó a Vallejo: “¡Tomá, por alcahueta!”.
Por el
hecho, el supuesto homicida quedó detenido junto a su hijo, de 23 años, y a
otros dos mayores que viajaban en el auto. Además, fuentes de la investigación
indicaron anoche a LA GACETA que era inminente la detención de un quinto
sospechoso que los acompañaba. En tanto, el supuesto ladrón que era perseguido
quedó en libertad luego de prestar declaración, ya que no había ninguna prueba
que lo incrimine. En este sentido, los informantes confirmaron que no hay
registros sobre una denuncia reciente por algún robo a ese local.
El
presunto agresor vive y tiene su local, dedicado a la venta de indumentaria, en
el pasaje Lucía Aráoz al 2.400, apenas a tres cuadras de distancia del
domicilio de la víctima. Por disposición de la fiscala de turno, Marta Mariana Rivadeneira, desde
el lunes por la noche se apostó al frente de esa casa una consigna policial,
como medida preventiva ante la posibilidad de que los familiares de Vallejo
tomen represalias en un intento de hacer justicia por mano propia.
Según la
Policía, los cuatro detenidos fueron apresados el lunes por la noche en ese
domicilio, aunque no se encontró la supuesta arma homicida. “En el momento de
la requisa, solamente se secuestró un revólver calibre 32 largo, pero no había
ningún arma larga”, añadió la fuente.
Javiera Lescano, media hermana de la víctima y testigo presencial, dio su
versión del hecho en diálogo con LA GACETA: “mi hermana conversaba en la vereda
con un vecino cuando apareció este chico al que venían siguiendo, y se le quedó
la moto al frente de la casa. Al ver que el auto en el que andaba esta gente
con un arma se acercaba por la esquina de la calle Coronel Zelaya y doblaba
hacia el pasaje, mi hermana le gritó que se apure, que lo perseguían, y ella se
metió en mi casa. Cuando sacó la cabeza por el portón para ver lo que pasaba,
le dispararon en la cabeza. Antes de irse le gritaron que eso le pasaba por
alcahueta”.
La
víctima vivía en la misma casa con su padre, Carlos
Vallejo (66),
y sus seis hijos varones. “Me dejó con seis nietos, el mayor de 16 y el menor
de 4 años, que se van a quedar conmigo, porque ella estaba sola. Vamos a
necesitar ayuda, porque solamente tenemos como ingreso mi jubilación, y no
alcanza”, dijo el hombre.
Un barrio peligroso
Vecinos del barrio Ejército Argentino consultados por LA GACETA
coincidieron en que viven atemorizados por la inseguridad y que el principal
problema son los jóvenes que se reúnen en las esquinas para consumir drogas.
“Los
chicos se juntan a toda hora para drogarse, y les roban a quienes pasan por la
calle. Vivimos llamando al 911 y mandan gente cada vez que se produce un hecho,
pero después se van”, contó Vanesa, que trabaja en un comercio de Coronel Zelaya al
1.400. “El barrio es cada vez más inseguro y hay robos todos los días. Los
chicos se la pasan drogándose en las esquinas. Hay asaltos en la calle
prácticamente todos los días”, expresó, a su turno, Cristian
Espinoza, que vive a seis cuadras del lugar del crimen.
Yolanda Carabajal, vecina de la mujer asesinada expresó que es una pena lo que
está pasando con los jóvenes en el barrio. “Por no tener objetivos claros en su
vida, cometen errores”, dijo.
“En el
barrio hay vecinos buenos, pero a veces los chicos causan problemas”, opinó, a
su turno, Elsa Boloñez, que
vive desde hace 37 años en la zona.
Vivir con miedo
“En el barrio se vive con miedo. Hay muchos arrebatos en la calle y
asaltos”, relató a LA GACETA Noelia Figueroa, quien vive en la misma cuadra en
la que fue asesinada Claudia Vallejo. La joven relató que “para ir a trabajar
hay que salir con una bolsa de plástico, porque llevar un bolso es peligroso.
La Policía brilla por su ausencia”, resumió la joven.
Justicia por mano propia
1- La semana pasada se habría
producido un robo en un comercio del pasaje Lucía Aráoz al 2.400, en el barrio
Ejército Argentino.
2- El dueño del comercio, su
hijo y dos amigos, salieron en un auto a buscar al supuesto ladrón para hacer
justicia por mano propia.
3- El lunes a la tarde, los
sospechosos encontraron al presunto ladrón cuando circulaba en moto por el
pasaje Lucía Aráoz al 2.700.
4- Vallejo habría intentado
defender al joven perseguido cuando, por razones no se conocen aún, el
comerciante le habría disparado.
5- El lunes a la noche, el
dueño del comercio, apodado “Bicho”, fue detenido en su domicilio junto a los
otros tres sospechosos.
6- La víctima, que tenía 37
años y dejó seis hijos, el mayor de 16 y el menor de cuatro, fue enterrada ayer
en el cementerio de Alderetes.
Fuente: http://www.lagaceta.com.ar/nota/667101/policiales/mataron-disparo-cuello-defender-supuesto-ladron-fuga.html