Seis efectivos policiales, entre ellos el subdirector de la
Dirección General de Drogas Peligrosas (DiDroP) fueron separados de su cargo y
por disposición del Ministro de Seguridad, Claudio Maley se le iniciaron
sumarios administrativos, al estar sospechados de haber participado de un hecho
de corrupción.
“No sabíamos del resultado, pero sí de la medida judicial.
Desde que les anunciamos a los involucrados que debían ponerse a disposición de
la Justicia para ser investigados, iniciamos un trámite administrativo y
tomamos las medidas correspondientes”, señaló Juan Carlos Driollet, secretario
de Lucha contra el Narcotráfico.
El funcionario advirtió:“El mensaje del ministro (Claudio)
Maley es claro: no se tolerarán estos casos y trabajamos para que la Policía
sea más transparente aún”, explicó.
Todos los que cometan algún tipo de delito, trabajen donde
trabajen y sean quienes sean, les vamos a caer con todo el peso de la ley“.
(Juan Manzur, gobernador)
“Estamos colaborando con la Justicia en la investigación por
lo que se tomó dicha medida (el pase a disponibilidad)”, indicó por su parte el
subsecretario de Seguridad, José Ardiles.
El martes 5 de febrero, efectivos de la División Motorizada
de Aguilares realizaron un operativo luego de que un vecino de esa ciudad les
avisó que un pariente había sido secuestrado por personal de la Brigada y que
pretendían pedirle una coima. Durante ese operativo, los miembros de la
División Motorizada demoraron a cuatro personas.
En la dependencia policial, el denunciante de la extorsión
(cuyo nombre se mantiene en reserva para preservar su integridad física), dijo
que lo detuvieron de manera irregular por un auto que había adquirido en enero
y que le estaban exigiendo $100.000 para dejarlo en libertad.
La fiscala de Instrucción Penal del Centro Judicial Capital,
Mariana Rivadeneira ordenó la aprehensión de Juan Carlos Ortiz (vendedor del auto)
y dos empleados policiales.
El principio del hilo corruptivo
En Tribunales, el comerciante de 45 años amplió su
declaración. Explicó que había acordado reunirse con Ortiz en un centro de
compras de la avenida Néstor Kirchner –de la Capital- para comprarle otro
vehículo.
Siguiendo con su relato, al llegar al lugar donde realizaría
la transacción fue abordado por un equipo de la Didrop, integrado por un
oficial y tres suboficiales.
Luego contó que le revisaron el auto y que, como tenía
irregularidades (no habrían coincidido el número de motor y la cédula verde),
debía acompañarlos. De allí lo trasladaron a la base de la Didrop (Italia
2.600) donde, según informó, lo mantuvieron encerrado más de dos horas. La
víctima, indicó que cuando le estaban “pintando los dedos” le pidieron una suma
de dinero para no quedar detenido.
Según su declaración, él aceptó el pedido, pero con la
condición de que lo acompañaran a retirar el dinero de una entidad crediticia.
No pudo hacer el trámite porque la empresa se encontraba cerrada, así que llamó
a un pariente de Aguilares para que le prestara esa suma. Este le dijo que sólo
estaba en condiciones de darle $30.000, cifra que les ofreció a los policías
-dijo- y que ellos terminaron aceptando. Luego, cuando se dirigían hacia el sur
a buscar el dinero, fueron aprehendidos.
También trascendió que el viernes 8 ordenó allanar la sede
de la Didrop. Allí secuestró el libro de guardia, el libro de rol de combate
(donde debe aparecer la función que cumple cada policía en la división) y
ordenó tomar fotografías sobre algunos detalles edilicios descriptos en su declaración
por el comerciante.
El viernes 15 se realizó la rueda de reconocimiento, prueba
clave. La víctima identificó a Ortiz como la persona que le vendió el vehículo
y al exsubdirector de la DiDroP junto a otro policía como los uniformados con los que habló el día
que ocurrió el hecho.
Fuente: Abogados Tucuman