El presidente de la Corte
Suprema, Carlos Rosenkrantz, encabezó el acto de apertura del año judicial.
Participó el pleno del Máximo Tribunal. Asistieron más de 200 magistrados de
todos los fueros y de todo el país
El presidente de la Corte
Suprema, Carlos Rosenkrantz, encabezó el acto de apertura del año judicial,
acompañado por la vicepresidenta del Máximo Tribunal, Elena Highton de Nolasco,
y los ministros Juan Carlos Maqueda, Ricardo Lorenzetti y Horacio Rosatti.
Frente a los integrantes de los
tribunales superiores de justicia provinciales, camaristas federales y
nacionales, jueces de tribunales orales y de primera instancia, decanos de
facultades de derecho y periodistas especializados, Rosenkrantz se refirió al
estado actual del Poder Judicial.
En su discurso, el presidente de
la Corte habló de la importancia de la legitimidad de los jueces, de la
Justicia como servicio, de la importancia del control por parte de la
ciudadanía, de las mejoras incrementales y sostenidas en el Poder Judicial y de
la independencia judicial.
“Tenemos que entender que
pertenecer al Poder Judicial no es un privilegio. Ser jueces o funcionarios del
Poder Judicial no nos confiere derechos sino que, por el contrario, nos impone
deberes y responsabilidades”, dijo. “El Poder Judicial es un poder que en todo
estado democrático y republicano se organiza para prestar el servicio de
justicia a la comunidad. Estamos para servir a la ciudadanía con una particular
prestación: aplicar el derecho”, dijo ante los más de 200 invitados que se
ubicaron el Patio de Honor en el cuarto piso del Palacio de Tribunales.
“Nuestro comportamiento, tanto
jurisdiccional como administrativo, debe poder evaluarse públicamente mediante
estándares objetivos. No solo debemos permitir que la ciudadanía y la sociedad
civil escudriñen lo que hacemos a voluntad sino que debemos mostrar que lo que
hacemos se conforma con reglas claras establecidas de antemano”, agregó.
Rosenkrantz precisó que “las
mejoras incrementales, por oposición a las mejoras revolucionarias, tienen
mayor potencial para reformar sencillamente porque el consenso acerca de ellas
es más fácil de lograr”. Además, dijo, que “lo único que este tipo de reformas
requiere es interpelarnos y pedirnos lo que no podemos sino estar dispuestos a
dar, esto es, y simplemente, trabajar un poco más y mejor cada día”.
Asimismo, el ministro señaló:
“Debemos esforzarnos en mostrar que somos puntillosamente respetuosos de las
reglas que el pueblo de la nación fijó para resolver los conflictos que nos
toca adjudicar y que respetamos únicamente esas reglas”.
En esa línea, se refirió al Poder
Judicial como el altar de las razones jurídicas. “Lo que importa —y lo que debe
importar— no es meramente el resultado de la decisión, esto es, quién gana y
quién pierde, si gana el gobierno o la oposición, si gana la izquierda o la
derecha, si gana el actor o el demandado. Lo que importa es que el resultado de
un pleito venga determinado por las razones jurídicas que lo justifican”,
completó.
Fuente: https://www.cij.gov.ar/nota-33769-Acto-de-apertura-del-a-o-judicial-2019.html