El macrismo quiere bloquear
proyectos que ponen en riesgo el equilibrio fiscal, pero la oposición hace
valer sus votos. Parálisis y lentas negociaciones
El contexto de crisis económica
en pleno año electoral hace que una negociación clásica se vea potenciada hasta
transformarse en una verdadera guerra de lobby en los pasillos del Congreso: el
macrismo y la oposición se están disparando con munición gruesa para imponer la
agenda parlamentaria de este año.
De un lado, la oposición impulsa
proyectos que sabe que para Mauricio Macri son sencillamente inaceptables, ya
sea porque suponen un costo fiscal o porque van en contra de los
"principios libre-empresistas" de Cambiemos.
Entre ellos destacan el nuevo
intento por imponer la doble indemnización por despido y el tope a las cuotas
de quienes tomaron créditos hipotecarios UVA. El macrismo está en minoría, pero
aun así puede trabar el tratamiento de esos proyectos gracias a su manejo de
las comisiones parlamentarias.
De todas formas, no se descarta
que algunos puedan llegar a aprobarse en sesiones especiales, lo cual pondría a
Macri en la disyuntiva de asimilar la derrota parlamentaria o aplicar el veto
presidencial.
En el bloque parlamentario
macrista se quiere avanzar con proyectos de temática extraeconómica ya en
trámite -en particular temas vinculados con la seguridad-, que por diversos
motivos se encuentran estancados. Pero claro, necesita votos opositores, que
difícilmente se sumen para aprobar esas leyes si el oficialismo no muestra una
disposición a negociar la otra agenda.
En eso están los líderes de los
bloques por estos días. En marzo solo se discutieron y aprobaron algunos
proyectos que ya tenían acuerdo del año pasado, como el de la ley de talles en
la Cámara Alta. En la Cámara Baja no hubo ninguna sesión.
Al tratarse de un año electoral,
se da por descontado que habrá muy poca actividad. La mayoría de las reuniones
(una o excepcionalmente dos por mes) se llevarán a cabo durante la primera
parte del año.
Por lo pronto, en el Senado, el
bloque Justicialista, que preside Miguel Pichetto, no tiene tanto diálogo con
el oficialismo para tratar de impulsar leyes. En dicha cámara, las legisladoras
de distintos partidos rechazaron la convocatoria a una sesión especial para
tratar leyes de género. Quieren que se trate de una reunión ordinaria porque
los proyectos tienen dictamen.
En tanto, en Diputados, el
peronismo (tanto el dialoguista como el kirchnerista) le envió una carta al
presidente de la Cámara, Emilio Monzó, para que convoque a una sesión especial
para tratar proyectos resistidos por el macrismo.
El oficialismo, sin apoyo
Durante los últimos días, el
Presidente se encargó de "ratificar el rumbo económico" cada vez que
tuvo oportunidad. Y se niega a analizar los proyectos opositores que traten
sobre temas que obliguen a intervenir al Estado y puedan afectar el
presupuesto.
En un año en que uno de los
objetivos primordiales es reducir el déficit, el mandatario se mostró enojado
con los que prometen "la solución mágica" para el país y aseguró que
se encuentra "caliente con la mentira". Además, sostuvo que no
aguanta más escuchar sobre el "maravilloso atajo" que tendría que
tomar la Argentina para salir adelante. Por ese motivo, la agenda que plantea
Cambiemos en el Congreso es totalmente diferente.
El macrismo no tiene mucho margen
para tratar alivios tributarios y, más bien, buscará copar la agenda
parlamentaria con iniciativas que tengan que ver con seguridad, Justicia y
transparencia en el financiamiento de las campañas electorales.
En la Cámara de Diputados fracasó
esta semana el tratamiento en comisión de la ley que penaliza a los
barrabravas, impulsada por la ministra de Seguridad Patricia Bullrich y que
reclamó el propio Macri.
Por impulso del oficialismo
también esperan para ser debatidos los siguientes proyectos:
- Nuevo Código Penal: el Congreso recibió hace pocos días el
proyecto impulsado por una comisión creada por el presidente Macri. El año
pasado, su lanzamiento fue suspendido tres veces. Uno de los puntos que genera
más debate es que el aborto continúa siendo punible.
"Tenemos un proyecto que se
viene trabajando hace más de un año con todos los sectores, cuya aprobación es
fundamental para seguir por este camino. Espero que lo aprobemos en el corto
plazo", dijo el presidente en la apertura de sesiones ordinarias de este
año.
"El proyecto introduce una
modificación central respecto de la mujer que cause su propio aborto o
consienta en que otro se lo cause para los supuestos de aborto punible, ya que
se prevé la posibilidad de que el juez exima de pena a la mujer (no tendrá
ninguna sanción penal)", sostuvo Mariano Borinsky, presidente de la
comisión redactora.
- Economía del conocimiento: el Gobierno espera beneficios para más
de 10.000 empresas que emplean la tecnología. Contempla menores costos
laborales y tributarios, estabilidad fiscal y fomento de nuevas firmas para
aquellas actividades que se caracterizan por el uso intensivo de tecnología y
que requieren de capital humano altamente calificado a fin de competir a nivel
global.
- Ley Nacional de Educación: buscan reformar un artículo de la ley
para que se permita informar globalmente sobre las evaluaciones de calidad que
hacen los alumnos.
- Régimen Penal Juvenil: el proyecto tiene por objeto establecer la
responsabilidad penal de los adolescentes mayores de 15 años y menores de 18 al
momento de la comisión de un delito.
Pero no son todas pálidas para el
macrismo. El secretario adjunto de la CGT, Andrés Rodríguez (de UPCN), aseguró
que es inminente una reunión de esa central para tratar el acuerdo con el
Gobierno respecto de obras sociales, blanqueo laboral y la Agencia Nacional de
Salud.
En esas cuestiones se podrían
lograr consensos y avances.
Fuente: Iprofesional