El mundo del Derecho vive en
constante dinamismo y los años siguientes no serán la excepción. Todo aquél que
posea conocimiento del Derecho, encuentra beneficios para el desempeño de
cualquier actividad. Cómo enfrentar cambios y necesidades de actualización
constante.
La abogacía es la carrera más
elegida de la Argentina desde hace años y por peso propio tiene y tendrá un rol
preponderante en nuestra sociedad. Según datos oficiales del Ministerio de
Educación de la Nación, la carrera lidera la matrícula de alumnos anotados por
año tanto en universidades públicas como privadas.
Desde el año 2011 que no bajan de
40 mil los estudiantes que anualmente eligen esa carrera. Sin ir más lejos, en
los últimos años relevados por la cartera (2016 y 2017) hubo poco más de 85.000
mil ingresantes y unos 22.530 egresados. Le siguen las carreras de Contador
Público y Gestión en Administración de Empresas, que se disputan el cómodo
segundo puesto.
Primero, una aclaración para no
caer en el error de ligar el título solamente a quienes dedican sus horas al
litigio judicial. Más del 50% de los diputados son abogados y es la carrera más
representada en el Senado. Los magistrados y funcionarios del Poder Judicia,
obviamente son también abogados, y la mayoría de sus empleados estudiantes de
la carrera. La mayoría de los presidentes de la Nación también fueron abogados.
Si a esto le sumamos asesores, profesores, y otras funciones ligadas al
Derecho, quedará expuesto que se habla de un grueso significativo de la
sociedad profesional del país.
La ligazón con otros campos de la
vida cotidiana lleva a las futuras generaciones de abogados a tener que
prepararse para amoldar su perfil a conocimientos que excedan el tradicional
campo jurídico. Entonces, adaptarse a los cambios y formarse
interdisciplinariamente aparecen como las prioridades y desafíos a sortear. “El
Derecho, y por lo tanto la abogacía, tiene como contenido imprescindible el
dinamismo en su modificación, lo que impone que quienes se desempeñen en ello posean
un alto grado de adaptabilidad ante la modificación de circunstancias. El
Derecho no es estático, aunque la ley posea como característica un dinamismo
menor que los acontecimientos sociales”, explicó Marcos Córdoba, decano de la
Facultad de Derecho y Ciencias Políticas de la Universidad Abierta
Interamericana (UAI).
La conjugación normativa entre la
Constitución, los Tratados Internacionales de jerarquía supralegal, la ley
ordinaria y los principios generales del Derecho, tales como la solidaridad jurídica,
la buena fe, equidad y el de "no abuso del Derecho" es lo que produce
que, mediante la aplicación de las reglas de interpretación, el Derecho que con
eso se construye, atienda circunstancias que pueden ser incluso inexistentes al
momento de haberse redactado las leyes que regulan cada caso específico. “Es
por ello que en la UAI no se forma a los alumnos en base a la retención en la
memoria de datos emanados de la ley, que serán pasibles de modificación
legislativa, sino en la aprehensión del saber del Derecho mediante
comprensión”, sintetizó el experto.
Algo importante para que las
nuevas generaciones tomen dimensión de su peso, es analizar que con otras
formas de pensar y hacer suman al quehacer de la profesión. Como en todos los
ámbitos socio-laborales, en Derecho los más jóvenes plantean conclusiones
distintas a las que arriban quienes se desempeñaron en periodos prolongados en
los que necesariamente se produjeron transformaciones sociales con
modificaciones jurídicas. Esta confluencia de diversas posturas entre vieja y
nueva guardia resulta un elemento enriquecedor en la construcción del Derecho
ya que un aporte así produce vigor híbrido y una mejora del precedente.
En coincidencia, Marcos Alí,
Prosecretario del Colegio Público de Abogados de la Capital Federal (CPACF)
declaró que el desafío de los abogados en el futuro es “amalgamar las
herramientas tecnológicas que existen, ya que en paralelo se va legislando, lo
que conlleva la necesidad constante de actualización de los profesionales para
el ejercicio de la profesión en la aplicación de los mismos a los casos
concretos”. Según estimó en referencia a los cambios sociales que afectan al
Derecho, no queda otra alternativa para los profesionales que “actualizarse
constantemente mediante postgrados y cursos, para poder aplicar casos análogos
que se apliquen a la solución de la problemática”.
En 2016, desde el Ministerio de
Justicia de la Nación pensaron en el futuro de la carrera y lanzaron el
Programa de Formación de Áreas de Vacancia en Abogacía (PFAVA), cuyo objetivo
fue promover proyectos pedagógicos en las áreas que evaluaron como “relegadas”
a la hora de enseñar el oficio. La cartera abrió un concurso en el que
eligieron 36 iniciativas entre 95 propuestas, que luego recibirían
financiamiento para desarrollar materiales pedagógicos. De allí salieron
temáticas que se convirtieron en cuadernillos y manuales para docentes y
alumnos.
Los mismos están disponibles
online y de forma gratuita
(http://www.bibliotecadigital.gob.ar/colecciones-pfava), definidas en las
áreas: Investigación Jurídica; Gestión de conflictos, negociación y mediación;
Prueba; Destrezas para el litigio; Ética Profesional; Práctica Profesional;
Contenidos Transversales; Razonamiento y decisión judicial y Gestión Judicial.
En abril pasado se comenzó con un ciclo de cursos para docentes con la
finalidad de formarlos en esos tópicos.
En otro tema relacionado con el número de estudiantes de la carrera, Córdoba opinó sobre un mito instalado en el discurso social argentino: que en el país “sobran abogados”. “No sobran. Todo aquél que posea conocimiento del Derecho, encuentra beneficios para el desempeño de cualquier actividad. Conocer las consecuencias del accionar pone en situación favorable al arquitecto, al ingeniero, al contador, al médico, al comerciante, al creador de obras intelectuales, entre todas”, instruyó el Decano. Alí, por su parte, estimó que sin bien es cierto que hay una gran cantidad de abogados en el país “falta la capacitación en ramas especializadas y no en forma genérica”. “Desde el CPACF somos conscientes de esta problemática e incentivamos a nuestros matriculados a seguir estudiando.
Fuente: Diariojudicial.com