Trabajadores de la salud
denuncian que sufren agresiones verbales y físicas por parte de pacientes
adictos y de sus familiares. Además, advirtieron que se producen robos en los
dispensarios y que temen ser asaltados cuando van al trabajo. Desde Sitas piden
una solución urgente. El Gobierno dice que brinda respuestas, aunque admiten
que falta personal policial.
La medicina es considerada una profesión
de riesgo, porque la vida de alguien está en manos de quien la ejerce. En
algunos Centros de Atención Primaria de la Salud (CAPS) de la capital y del
interior provincial, ese peligro es doble, porque la propia integridad física
de los profesionales y trabajadores de la sanidad también queda expuesta, como
consecuencia de la inseguridad.
A los robos y ataques que se producen en las
inmediaciones de los dispensarios, principalmente en los de la periferia, y que
a veces tienen como víctimas al personal de la salud, hay que sumarles las
agresiones por parte de los pacientes, en la mayoría de los casos jóvenes
adictos que van para recibir algún tipo de medicamento y no quieren esperar. Este
panorama abarca a la mayoría de los CAPS de la capital, aunque hay algunos
casos más graves. El Sindicato de Trabajadores Autoconvocados de la Salud
(SITAS) exige la urgente creación de una comisión para abordar la problemática
y reclama reforzar la presencia policial en los dispensarios. Desde el
Gobierno, el secretario de Seguridad Ciudadana, Paul Hofer, respondió que se están brindando respuestas en
función a los requerimientos de cada CAPS, aunque reconoció que la falta de
personal condiciona a la hora de llevar respuestas a la comunicad.
Violencia y temor
Hace dos meses, a Jorge Neme, un enfermero que cubre el turno noche en el CAPS
San Rafael, del barrio Echeverría (Sargento Cabral al 2400) un joven adicto le
asestó un puntazo en medio de una discusión porque quería ser atendido primero,
sin esperar su turno. La víctima solamente sufrió una herida leve, debido a que
el atacante no llegó a perforarle un órgano vital. Este hecho, según explicó a
nuestro diario la doctora Mónica
Toscano, a cargo del turno tarde, obligó a las
autoridades a poner una guardia policial permanente en el interior del
dispensario, que hasta entonces solamente contaba con los servicios de una
empresa de seguridad privada. “La violencia hacia el personal por parte de los
pacientes o de los familiares es una realidad diaria. El tema es con los chicos
adictos, que quieren que se los atienda primero y se les dé alguna pastilla, aunque
no se trate de una emergencia. Vienen con los efectos del consumo de drogas y
se ponen muy agresivos”, contó la profesional. Agregó que el problema también
se presenta con los familiares de pacientes que llegan para recibir atención y
no quieren esperar o de algunos que no quieren que se los traslade al hospital
y exigen que se los cure en el CAPS, aunque no se cuente con los elementos
necesarios.
Por su
parte, David M., empleado administrativo del dispensario,
aseguró: “algunos adictos llegan al extremo de producirse cortes ellos mismos
con cuchillos u hojas de afeitar dentro del mismo CAPS para llamar la atención
o en su desesperación por ser atendidos antes que el resto, por lo que tiene
que intervenir el personal policial”. En tanto, la enfermera Aída Martínez, advirtió que esta violencia de algunos contra el
personal del CAPS genera una situación muy traumática que termina afectando a
los otros pacientes.
“Es necesario
que se realice un trabajo de contención en el tema de adicciones, porque el
problema con estos jóvenes es cuando llegan drogados. Cuando vienen limpios son
chicos excelentes”, consideró Toscano.
Las
agresiones verbales y amenazas también son padecidas a diario por los médicos y
enfermeros del CAPS Eva Duarte, de San Miguel al 1.500, en la zona norte de la
capital, que linda con los barrios “El Sifón” y “La Bombilla”.
“La
violencia se vive a diario por parte de personas que no quieren esperar su turno
para ser atendidas o porque llegan a buscar un remedio o la leche y se
encuentran que la farmacia está cerrada, como sucede en estos días por las
vacaciones”, relató la doctoraCarla Sánchez, encargada de la guardia del turno tarde. En el CAPS Eva
Duarte se atiende con la puerta principal cerrada (la misma tiene rejas). Como
medidas adicionales, el local cuenta con presencia policial en su interior
durante las 24 horas y un sistema de alarma que se conecta por las noches. “Se
hizo un planteo a las autoridades y así se consiguió que se disponga una
guardia policial permanente. El problema son los jóvenes adictos, que llegan
desesperados a buscar que se les dé algo, pero también hay inconvenientes con
las mamás de estos pacientes, porque ya vienen de una generación bastante
conflictiva”, explicó Sánchez. La profesional dijo que hay actos delictivos en
las inmediaciones del CAPS, porque es una zona peligrosa, por lo que también
esto implica un riesgo.
Robos y vandalismo
La inseguridad también se ve reflejada
el robo de elementos o medicamentos en los dispensarios durante horarios en los
que están cerrados al público. También hay numerosos registros de roturas de
vidrios a pedradas y otros actos de vandalismo contra las instalaciones
sanitarias.
En
diciembre, durante una noche de tormenta, desconocidos rompieron una ventana y
robaron el equipo de radio del CAPS Alvarado, ubicado en avenida Adolfo de la
Vega al 500.
En tanto,
el CAPS San Bernardo, en La Madrid al 2.700 de la capital, sufrió ocho robos
durante 2015. Se llevaron una computadora, instrumental médico, un grupo
electrógeno, un televisor e intentaron llevarse remedios. Según informaron a LA
GACETA empleados del dispensario, los robos cedieron desde que, en agosto, se
contrató un servicio de seguridad privada.
En el
interior tucumano también hay médicos y enfermeros que tienen miedo de ir a
trabajar debido a la inseguridad. “Tenemos un caso emblemático, como el del
CAPS de la localidad de Amberes (en el Departamento de Monteros), que el año
pasado sufrió seis asaltos en menos de diez meses. Y hay otros casos extremos
como el del hospital de Famaillá, donde los médicos estaban suturando a un
paciente accidentado y entraron a asaltantes que les robaron las billeteras y
los celulares”, señaló la doctora Adriana
Bueno, titular de Sitas.
Fuente: http://www.lagaceta.com.ar/nota/668383/policiales/medicos-empleados-caps-tienen-miedo-ir-trabajar-inseguridad.html