Roque Céliz, tiene 37 años, se
recibió de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de la U.N.T y actualmente
no está ejerciendo su profesión, ya que decidió mudarse a Buenos Aires para enfocarse
en lo que más le apasiona: la música.
Céliz formó parte del plantel
inicial de “República de Tucumán”, donde componía e interpretaba canciones para
el programa humorístico: “la experiencia en República de Tucumán fue muy
divertida y enriquecedora. Ser parte de ese fenómenos fue una experiencia que
atesoro”
Cuenta que eligió abogacía porque
estaba atravesando una situación económica muy difícil con su familia, en pleno
2000. “Necesitaba inscribirme en una carrera donde no se rinda examen de
ingreso y tenga salida laboral”, comentó.
“Hice la carrera en 4 años y
medio, me recibí en el 2004, tan rápido porque era tanta la necesidad de ayudar
económicamente en mi casa”
Roque no ejerció como abogado
particular, entró a trabajar a tribunales en el 2003, en el mostrador de la
cámara contenciosa administrativa. Después se fue a la defensoría civil, luego
de un año y medio de estar en el Poder Judicial, ejerció como relator: “Era muy
chico, era un trabajo muy bueno, con mucha responsabilidad y no tenía idea de
cómo hacerlo” dijo.
A pesar de no estar dedicado a la
profesión, expresa que le gusta mucho el Derecho. Además a los 24 años transitó
la facultad en el rol de profesor, dos años, en Civil I. “Fue muy breve, me
encantaba dar clases porque era el espacio donde yo podía volcar alguna de las
cosas que había aprendido en tribunales.
Roque comentó que nunca pudo
entregar su vida a la profesión, su vocación pasaba por otro lado: “Nunca pude
promulgar con esa idiosincrasia del mundo de la abogacía, sobre todo en
Tucumán, con esos formalismos”
“Después de trabajar 6 años de
relator en un juzgado civil y comercial, trabajé un año en la junta Federal de
Corte, que nuclea a todas las corte del país. Eso fue mi último trayecto,
después renuncié, ahora estoy con la música feliz y la elijo todos los días, me
llena poder entregarme cien por ciento a
esto”
Y así es como Roque no pudo
combinar ambas pasiones y eligió lo que más le llenaba: la música. “Elegí
seguir a mi corazón y dejar la abogacía, no pude dividirme entre dos mundos tan
distintos”, y expresa que admira a quien sí puede hacerlo.
“La música es mi manera de estar y de ser, la
llevo conmigo desde siempre”, expresó Céliz. Aprendió a tocar el piano desde
muy pequeño con su abuela y más tarde la guitarra. Estudió en el Conservatorio
de Tucumán aunque no terminó la carrera, pero actualmente sigue capacitándose
con distintos maestros de la música.
“La música de la manera en que yo la concibo,
demanda una manera de estar, de ser, de percibir las cosas que me resultan
incompatibles con otras maneras de estar”.
Céliz también se dedica a dar
clases particulares de piano, e integra el grupo musical “Céliz Desanze dúo”.
Actualmente está atravesando por
un muy buen presente artístico: tiene otro dúo llamado “Turucuto”, ya grabaron dos
discos y tocan en varios lugares conocidos, en salas y teatros de renombre en Buenos Aires. Hicieron giras
internacionales: en Colombia, Brasil, México, New York y Europa, como así
también viajan al interior del país. “Tenemos la suerte poder tocar y vivir de
esto que tanto nos gusta”. Además, están
nominados en los premios “Mercedes Sosa” en la categoría Mejor álbum del año
por el disco “Llenos de luna, bajan al mar”
Dice, que la música requiere un compromiso y una responsabilidad enorme lo que implica un desgaste de energía y tiempo que hay que tener. Para eso, este camino, para mí, hay que transitarlo de una sola manera: haciendo, siendo y viviendo con la música todo el día, todos los días.
Fuente: Abogados Tucumán