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Eli y Majo: entre el Derecho y el fútbol

Eli y Majo: entre el Derecho y el fútbol

Elizabeth Rodríguez (36), egresó de la Unsta. Es abogada mediadora del registro del Poder Judicial y juega como defensora. María José Maldonado (31) es abogada recibida de la U.N.T, trabaja en empresas de seguros y se desempeña en la posición de lateral izquierdo. Juntas integran el equipo de fútbol femenino “Las Manolas”, nombre referido a su director técnico a quién lo apodan como “Manolo”.

Eli, simpatizante de River y San Martín comenta que nunca fue deportista, la idea de jugar surgió por una invitación en una reunión social donde a un amigo suyo le estaban pidiendo ser entrenador de un equipo de futbol femenino, hace 4 años atrás, y  la invitaron a participar. Era un equipo que se estaba armando solamente con abogadas. A pesar de no saber, le gustó la idea y se animó.

Las organizadoras eran dos amigas, querían sumar abogadas y pero que no conozcan. La idea era conocer gente a través del deporte, lo cual funcionó muy bien porque se hicieron muy amigas.

Sostuvo que la experiencia es muy linda y enriquecedora, ninguna hacía deporte así que era un doble desafío para ellas. “No teníamos idea de dar un pase ni de parar la pelota, de correr ni de levantar las rodillas, los entrenadores se agarraban la cabeza porque éramos desastrosas” cuenta entre risas Elizabeth.

“El primer torneo que jugamos nos hacían de a 20 goles, nosotras continuábamos y después ni contábamos los goles. En la actualidad el equipo evolucionó y estamos jugando en mejores  condiciones”, agregó.

A Majo le encantan los deportes, lo último que hizo fue Vóley en la Facultad. Pero no había jugado al fútbol antes. Además simpatiza por Boca y Atlético Tucumán. No conocía las reglas del juego, todo lo aprendió en las Manolas: “los primeros entrenamientos eran graciosos porque no sabíamos nada, empezamos a mirar mucho fútbol para aprender a resolver jugadas, a veces nos quedábamos mirando entrenamientos de otras chicas” Se sumó al equipo hace un año y medio aproximadamente.

A este dúo de futbolistas se le suma, su compañera María Victoria Kern (30) quien también es abogada egresada de la U.NT, trabaja en el Poder Judicial y juega de lateral derecho. Una fanática de River y Atlético Tucumán.

Vicky juega en Las Manolas hace dos años y medio, cuenta que su experiencia es increíble. “Un grupo de chicas unidas y divertidas, donde además de jugar al fútbol compartimos asados, juntadas, chat, momentos lindos y feos”

Su tiempo entre el laburo y fútbol es bastante fácil. “Entrenamos 2 veces a la semana. Martes y jueves, por la noche. Y los sábados se juega, así que prácticamente no se me complica”.

Desde el ámbito institucional tienen invitaciones para el año que viene para el torneo de fútbol de abogados y abogadas, en Turquía, esto se hace cada 2 años y siempre iban varones. El fútbol femenino  va creciendo de la mano de las instituciones y eso está muy bueno, comentó la abogada.

Las Manolas tienen la idea de armar una comisión de fútbol femenino, para empezar a crecer, y en el futuro les gustaría representar al Colegio de Abogados en algunos torneos.

Ni se les ocurra faltar

Son 15 integrantes entre suplentes y titulares, el entrenador las deja participar a todas, esa política tiene el equipo, siempre y cuando vayan a los entrenamientos. El año pasado jugaron el torneo de las cañas y quedaron entre las 4 mejores, estuvieron muy cerca. Y hoy están peleando la copa de oro en el mismo torneo.

A pesar de sus obligaciones, entrenan muy duro los martes y jueves en CEDIAD; juegan los sábados.

Son autoexigentes, no está permitido faltar, por más que este lloviendo o haga frío. Recuerdan una graciosa anécdota: “una vez una de las chicas se casaba, fue a entrenar lo mismo y luego a casarse, al terminar el entrenamiento pasamos a saludarla por la iglesia y nos fuimos a cambiar para asistir a la fiesta”

Majo, cuenta que no falta a los entrenamiento porque además así se  mantiene sana y  equilibrada: “el fútbol hace que descargues el estrés laboral, te ayuda a que tengas la cabeza pensando en una jugada, te obliga a poner tu atención ahí y desarrollar mucho la mente o estudiar al equipo contrincante”

“Voy al trabajo de tacos y con el bolso de fútbol porque salgo 5 minutos antes y llego justo al entrenamiento”, agrega.

Muchas chicas no son madres, pero las que tienen hijos chiquitos se les complica. Es una dificultad en el futbol femenino, porque muchas chicas dejan cuando están embarazadas o tienen hijos chiquitos. Eso no pasa con los hombres, que cuando son papás tienen que dejar el equipo, relata Eli.

“A veces las chicas llevan a sus hijos a los entrenamientos, por ahí nos ven jugar y empiezan a meterse en la cancha. Y no nos enojamos nos matamos de risa, es natural y lo entendemos” dice  María José.

Vicki comenta que no se le es difícil faltar a los entrenamientos ya que pudo conjugar su trabajo y el deporte, para así asistir siempre a los entrenamientos y partidos.

A veces se juntan a ver partidos clásicos o convocantes. Cuentan que se llevan muy bien entre ellas, son muy compañeras, y no hay esa competencia que siempre se dice que hay entre mujeres. Hay un espíritu de camarería importante, sobre todo cuando se juntan pos partido.

 

¡El fútbol no es sólo para hombres!

Como en todo ámbito nunca faltan los comentarios machistas, “nos pasó que algunos árbitros cuando nos cobraban una falta y la peleábamos nos decían ‘pobrecitas son mujeres no entienden’ o cuando jugábamos y al costado te dicen ‘que mala es’ pero por suerte no pasa siempre“

Siempre juegan contra mujeres, cuentan que alguna vez quisieron hacer partidos mixtos pero no les  fue bien porque muchas veces los varones se quieren imponer, y son brutos. A partir de allí solo juegan con y contra mujeres.

El fútbol femenino creció con gran velocidad, ya se va viendo la evolución en las canchas. “Cuando vas a alquilar al menos 3 canchas están ocupadas por mujeres”. Pero tiene que seguir mejorando, hay algunas dificultades aún: se tienen que poner en condiciones los vestuarios, que no están preparados para atender a las necesidades femeninas.

“Más que prejuicio, sentimos la sorpresa de mucha gente de distintos sectores que nos dicen ¿¡ y vos jugas al futbol?! Me parece raro porque ya está instalado hace un montón y hay muy buenos equipos jugando, también son curiosos y te preguntan cómo jugas”

“Pero también tenemos diferencias con los hombres. Por cuestión de fuerza y  de control porque ellos apenas empiezan a caminar tienen una pelota, y nosotras no tenemos ese control tan preciso. Por mantener la pelota hasta último momento nos desorganizamos y Manolo nos empieza a decir que volvamos a nuestros lugares”, cuenta Majo.

Por su parte, Victoria dice que falta incentivar más a las mujeres a jugar y que se tome al fútbol femenino como un deporte recreativo y que puede dar lugar a relaciones sociales sanas, saludables y buenas.

“Creo que a pesar de que hoy en día está muy de moda el fútbol entre mujeres, sigue existiendo una mirada bastante machista al respecto. Habría que darle un marco más profesional o deportivo si se quiere para que sea una competencia sana y realmente buena. Estoy convencida que muchas mujeres juegan igual o mejor que hombres, pero hay personas que siguen pensando que este deporte es solo de hombres”, reflexionó Vicky.

Que las marcas nos apoyen

Existe un gran problema con la indumentaria: conseguir las camisetas es posible, pero no hay pantalones diseñados exclusivamente para mujeres. Son cosas que todavía se tienen que desarrollar para acompañar este crecimiento. Todavía no está abierto el mercado para todas

“Es importante que las marcas apoyen a las mujeres, que empiecen a visibilizar ese mercado”  dice Eli.

Majo relata que en cuanto a la indumentaria, falta pulir mucho aún. “ No encuentro medias de fútbol que sean de mi número, nos venden las de niñas, usamos el short para correr porque no hay de futbol” El mercado está atrasado en ese sentido. Agrega que también tienen que optar por botines de niños.

“Esperamos que el fútbol femenino sea más natural y, cada vez más mujeres se animen, a veces tenemos el prejuicio de que es algo muy bruto y cuando jugas un partido te das cuenta lo divertido que es y salís descontracturada”, concluyó Majo.

 



Fuente: Abogados Tucumán