La enfermedad puede provocar la
muerte y es la primera causa de insuficiencia renal aguda en pacientes
pediátricos. Sin embargo, hasta el momento no existe un tratamiento específico
disponible. Investigadores argentinos desarrollaron un medicamento biológico
innovador que podría convertirse en el primer fármaco para tratar el SUH
El síndrome urémico hemolítico
(SUH) es una intoxicación alimentaria transmitida por el consumo de alimentos
contaminados con la bacteria escherichia coli, productora de toxina Shiga
(STEC). Se lo conoce como el "mal de las hamburguesas crudas" pero la
bacteria se encuentra también en frutas y verduras o leche sin pasteurizar.
En la actualidad, no existe un
tratamiento específico disponible y, según la Organización Mundial de la Salud
(OMS), la Argentina presenta la mayor tasa de incidencia mundial de esta
enfermedad en menores de cinco años. El SUH puede provocar la muerte y es la
primera causa de insuficiencia renal aguda en pacientes pediátricos.
Convencidos de la urgente
necesidad de contar con terapias específicas, investigadores del laboratorio
Inmunova -una start up biotecnológica surgida hace nueve años del Instituto
Leloir- y del Instituto de Medicina Experimental, dependiente de la Academia de
Medicina y el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas
(CONICET) desarrollaron un medicamento biológico innovador con potencial de
transformarse en el primer tratamiento para evitar la progresión al SUH de las
infecciones intestinales con STEC. El medicamento -un anticuerpo similar al que
se utiliza contra el veneno de serpientes o alacranes- actúa neutralizando la
toxina en circulación, responsable de desencadenar el síndrome.
La Administración Nacional de
Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT) fue la encargada de evaluar
el plan de estudios clínicos para llevar adelante la prueba en humanos, así
como también de habilitar al Hospital Italiano de Buenos Aires para la
realización de estudios en fases tempranas, según la nueva normativa aprobada
en 2017.
En esta primera fase participaron
14 personas del Registro de Voluntarios Sanos del Hospital Italiano, que
recibieron el suero por vía endovenosa. Este registro está conformado por
individuos sanos que desean colaborar de manera altruista en la búsqueda de
nuevos tratamientos que podrían ayudar a muchas personas.
La prueba implementada por la
sección de Farmacología Clínica del Hospital Italiano mostró un excelente perfil
de seguridad y una farmacocinética (distribución del medicamento en el cuerpo)
muy adecuada para su posterior aplicación.
Este año está planificado iniciar
el estudio clínico fase 2/3, que se desarrollará con un equipo de pediatras y
nefrólogos pediátricos del mismo hospital y de otros centros de salud de todo
el país. Los niños infectados con la bacteria E. Coli productora de toxina
Shiga y en riesgo de desarrollar el SUH serán invitados a participar
voluntariamente y bajo todas las regulaciones de la ANMAT en el ensayo clínico,
que buscará demostrar la eficacia y seguridad del producto en comparación con
la administración de placebo sumado al tratamiento estánda
El SUH es una enfermedad muy
grave que se produce por ingerir alimentos contaminados con la bacteria
Escherichia coli, que puede estar presente en la carne, las frutas, las
verduras, la leche sin pasteurizar o incluso en el agua. Esta bacteria produce
la toxina Shiga (STEC), que es la que genera el SUH.
Su mayor incidencia es en la
población pediátrica. Según la OMS, Argentina tiene la tasa más alta del mundo
en menores de cinco años (8,5 casos por cada 100 mil niños). Al año, hay en el
país 5 mil infecciones por STEC, y 500 chicos desarrollan el síndrome. El SUH
es la primera causa de insuficiencia renal aguda en niños y origina el 20% de
los trasplantes de riñón pediátricos. Puede dejar secuelas de por vida como
hipertensión y alteraciones neurológicas, y causa la muerte entre un 3 y 5% de
los casos.
No existe aún ningún tratamiento
aprobado por autoridades regulatorias contra el SUH. Sí pueden tomarse medidas
de prevención, como cocinar bien la carne; lavarse las manos con agua y jabón
antes y después de ir al baño, antes de manipular alimentos y después de tocar
alimentos crudos; lavar bien frutas y verduras; y consumir agua potable y leche
pasteurizada.
Fuente: Infobae