El abogado Augusto Moeykens
trabaja temáticas de derechos humanos, tiene un estudio jurídico, y es docente
universitario en la Facultad de Derecho U.N.T en las materias Criminología y
Feminismo jurídico.
En el 2013 inició una causa
contra Telecom Personal, por un tema que le tocó a él personalmente. La demanda
tiene que ver con las prácticas abusivas de telefonía móvil.
En el año 2012, el abogado compró
un teléfono BlackBerry con un servicio de abono “personal black”, que le ofrecía un paquete Premium.
Constaba, en teoría, de un sistema que se llama “stop debit”, en donde no podía
consumir más llegando a un determinado monto de gastos , el tope era $250
mensuales, pero esto no se cumplió, el servicio nunca paraba y seguían cobrándole.
Llegó a pagar facturas de $900, una cantidad exorbitante en ese año.
Lo que hizo es presentar una
demanda en el Juzgado de civil y comercial, para que la empresa cumpla, se celebra
un acuerdo de conciliación pero no se cumplió.
“Hay una parte que tiene una
clara asimetría, esta es el consumidor, la parte más débil. En esa asimetría lo
que viene a hacer el órgano de control es poner en igualdad las partes, pero
eso no pasa porque es la empresa la que diseña el contrato, te hablan
telefónicamente y te hacen ofertas continuamente y no tenés certeza de lo que
te venden, te inducen con marketing y publicidad engañosa”, afirma Augusto.
En ese acuerdo, la empresa se
comprometió a devolverle el dinero y
cumplir el contrato, pero siguieron cobrando lo que quisieron, y no respetaron
el acuerdo. El abogado aclaró que no se cambió de empresa porque tampoco otras
empresas ofrecen mejores contratos, ni servicios aptos para la utilidad que le
da él.
“Lo que me sucede a mi es un
espejo de la realidad, muchas personas tienen esta situación y los jueces se
tienen que dar cuenta de la gravedad”,
agrega.
Después de largos años, llegó la sentencia.
Pidió al juzgado que la empresa indemnice el daño por cobros indebidos, y el
daño moral (entendido como la afectación a la subjetividad, al desgaste que te
produce estas situaciones, asociado al enojo, sufrimiento, trato indigno o
abusivo de las empresas)
La empresa demandada no ofreció
pruebas, ni muestran el contrato. No argumentan porqué no cumplieron, y hubo
una falta de diligencia dentro del proceso judicial, afirmó el abogado.
Augusto cuenta que pensaba que al
salir la sentencia, el juez iba a solucionar la asimetría e imponer multa a
través del daño punitivo y hacer que desmotive a las empresas en sus prácticas,
porque la única manera que el derecho tiene para hacer que las prácticas
mejores es sancionar. Si esta opción no es antieconómica para la empresa, lo va
seguir haciendo.
La sentencia fue desfavorable
para él porque el juzgado dictaminó que la empresa devuelva dos mil pesos, más
diez mil por daño moral. “la pagan con 3 meses de mi abono, sigue siendo muy
conveniente no cumplir los contratos”. El juzgado sostuvo que no el demandante
no demostró el grave daño o dolo por parte de la empresa: “la empresa no
cumplió el contrato ni el acuerdo, me tuvo años esperando. Entonces ¿cuál es el criterio q usa la justicia para
la gravedad del daño? “, expresó Moeykens.
“Con una cantidad de sentencias
ejemplificantes, las empresas van a empezar a cumplir sus contratos, cumplir
con lo q ofrecen, porque les va a costar dinero. Siempre digo que las empresas
llevan su corazón en el bolsillo, si no es antieconómico para la empresa,
seguirá estafando a los clientes”
El abogado sostiene que si los
jueces no velan por hacer cumplir los derechos de los consumidores, la
sensación como consumidor es que estamos desprotegidos.
Los próximos pasos a seguir es
esperar la respuesta de la apelación, espera que la cámara civil y comercial le
dé una respuesta favorable.
Lo que Augusto pretende con esta
demanda, además de su resarcimiento, es
que cambien las prácticas sociales, quiere una sociedad justa e igualitaria. Y
que se bregue por los derechos de los consumidores ya que el consumo está
presente en todos los días de nuestras vidas. “Queremos jueces y juezas
responsables que hagan efectivo los derechos de los consumidores y den
sanciones ejemplares para las empresas y cambien la situación de los usuarios”
Hay una falta de conciencia, los jueces
piensan que el consumidor se quiere enriquecer denunciando estas prácticas,
cuando el análisis tiene que ser otro ¿quién se está enriqueciendo? Las
empresas se enriquecen, los consumidores consumen y sus recursos son cada vez
menores. Reflexionó el abogado.
Por último, Moeykens recomienda a
los usuarios que están pasando por su misma situación que no se desalienten en
denunciar, es el único camino que hay para que se hagan efectivos los derechos.
Si estamos frente a problemas de telefonía móvil tenemos entes de control
(Comisión Nacional de telecomunicaciones), la Dirección de Comercio Interior,
el Colegio de abogados, y cualquier abogado particular que los puede asesorar.
Fuente: Abogados Tucumán