Referentes del sector triguero
debatieron sobre el presente y el futuro del cultivo. Pese al optimismo por el
crecimiento de la producción, se refirieron a las cuentas pendientes del
sector, como sancionar la normativa en el Congreso, incentivar la industria
molinera y promover la apertura de mercados latinoamericanos
El lunes se realizó el debate
"Trigo Desafío 2023", una mesa compuesta por siete referentes del
sector que analizaron el escenario actual y futuro de este cultivo, con el
objetivo de "repensar la cadena de trigo".
El panel estuvo compuesto por
Javier Buján, presidente de la Cámara Arbitral de la Bolsa de Cereales;
Leonardo Sarquís, ministro de Agroindustria de la provincia de Buenos Aires;
Enrique Erize, presidente de la consultora Nóvitas; Raúl Dente, de la
Federación de Acopiadores; Marcos Hermansson, vicepresidente del Matba-Rofex;
Diego Cifarelli, presidente de la Industria Molinera Argentina -FAIM-; y David
Hughes, presidente de ArgenTrigo.
Actualmente existen 47 mercados
abiertos de trigo, pero tanto Erize como Sarquís hicieron hincapié en que hay
muchos países cercanos, sobre todo los latinoamericanos, que pueden ser
compradores de este cultivo.
Hughes destacó que el país está
comenzado a comercializar con los países para lograr una relación
directa-cliente proveedor. "En TrigAR, se trajo a los clientes para
mostrarles lo que hacemos y preguntarles qué quieren: este es el comienzo que
tenemos que cambiar para llegar a las 28 millones de toneladas", afirmó el
presidente de ArgenTrigo en el debate.
Por su parte, Hermansson destacó
el crecimiento del trigo con números concretos: "En 2017 se operaron 26
millones de toneladas en total, de las cuales dos millones fueron de trigo. En
2018 el Matba operó 44 millones de toneladas y ocho millones fueron de este
cultivo". Y agregó: "Festejamos y celebramos esto pero también
creemos que el sector tiene muchísimo más para crecer: hoy estamos aspirando a
poder superar en el tonelaje anual las 60 millones de toneladas".
Por su parte, Sarquís dijo que
aún restan sembrar entre un 45% y un 47% de superficie en la provincia de
Buenos Aires. "Venimos muy bien. Si este escenario se mantiene hay una
posibilidad muy grande y una campaña muy buena. Hay que motivar al productor a
sembrar en cantidad y calidad", explicó el funcionario.
En tanto, Dente explicó que hubo
un aumento de la calidad promedio de los trigos que produce la Argentina.
"Ojalá eso se consolide en el proceso de producción y exportación. La
Argentina tiene que pensar en competitividad y productividad pero no se puede
apoyar un sector de la exportación con derechos de exportación", aseguró.
Ley de Semillas
La iniciativa para modificar la
actual Ley de Semillas quedó hace unos días excluida del tratamiento en la
Cámara de Diputados. Con respecto al proyecto y ante la pregunta del conductor
del evento, el periodista Ricardo Bindi, los representantes del sector
coincidieron en que es fundamental que la normativa se apruebe este semestre.
Al respecto, Buján fue
contundente: "La venimos peleando hace muchos años. Hay que hacerlo, basta
de seguir diciendo que la tenemos que tener y no ocurre". Para Sarquís, la
Argentina necesita de forma "urgente" la normativa dado que "genera
certezas". "Las compañías, sean nacionales o internacionales,
necesitan tener certidumbre porque así generan producción, empleo y mejoran la
calidad de vida de las personas. Ojalá que los tiempos den para que se apruebe
este año", dijo el funcionario.
Por su parte, Hughes enfatizó en
que es clave que los legisladores aprueben la Ley de Semillas. "Creo que
no se entiende bien el beneficio que tiene. Con una nueva ley no significa que
lo que está hoy va a desaparecer: el que quiere seguir sembrando lo que está
sembrando lo va a poder hacer. Pero es fundamental que se apruebe: se está
sembrando la misma variedad en el norte del país que en el sur, y lo más
importante todavía, tenemos que empezar a producir lo que quiere el mercado, la
molinería, nuestros nuevos clientes, y eso al final del día pasa por la
genética", afirmó.
Tratado Mercosur-Unión Europea
Con respecto a la reciente firma
del tratado Mercosur-Unión Europea, Sarquís reconoció la importancia del
acuerdo y aclaró que se debe trabajar mucho en la "letra chica".
"He visto que algunos políticos ven aquí un problema y acá no hay
problema. El jueves de la semana pasada no teníamos estos mercados: nosotros
como Gobierno pudimos ponerle el moño al paquete, pero hay que felicitar a
todos los que estuvieron trabajando en esto. Cuando me enteré del acuerdo
Mercosur-UE lo primero que pensé es: podemos venderle pasta a Italia",
ejemplificó.
Cifarelli explicó que la cadena
tiene una gran oportunidad pero destacó que hay "muchas cuentas
pendientes". "Estamos muy contentos con la producción pero la
exportación del mercado de harina no tiene tope. Actualmente tenemos casi 50
mercados de trigo y sólo dos de harina. Evidentemente la cadena no llegó al
techo: recién está arrancando. En harina hay mucho por hacer y ahí es donde
tenemos la oportunidad de lo que acaba de ocurrir con la Unión Europea: hay que
ajustar para adentro y aprovechar esto que se acaba de cerrar", afirmó el
industrial.
Además Cifarelli agregó:
"Siempre digo lo mismo, la molinería no necesita que le regalen nada ni
que la ayuden, la única ayuda que necesitamos es que nos saquen las mochilas
que no son nuestras, como las retenciones".
Finalmente, Buján destacó la
necesidad de contar con un mapa de calidad de trigo argentino. "Me van a
escuchar decirlo mil veces: el secreto de calidad tiene mucho que ver si no, no
sabemos donde estamos parados, necesitamos un estándar que solidifique la
oferta", concluyó.
Fuente: https://www.infobae.com/campo/2019/07/03/para-repensar-la-cadena-de-trigo-el-campo-reclama-una-nueva-ley-de-semillas/