Hoy en día es muy difícil no
estar informado y al mismo tiempo, es muy fácil estar engañado. Estamos muy
acostumbrados a enterarnos de temas judiciales por los medios. Y livianamente
asumimos que eso que se difunde es lo que realmente pasa en los Tribunales.
Pero no es lo mismo el Derecho Penal que el Periodismo Penal.
Los temas que trata el periodismo
son ya de por sí de lectura (o mirada) amigable. Se escribe de todos los temas
y para toda la gente, inclusive de cuestiones que pueden tener cierto grado de
complejidad.
“Los periodistas tenemos
conocimientos de la vastedad de un océano y la profundidad de un charco.” Solía
decir la recordada María Esther Gilio a los estudiantes de periodismo, dando
cuenta que de la enorme variedad de temas de interés del que se ocupan los
medios de comunicación, es difícil profundizar.
Ya es un desafío ser preciso, no
meter la pata ni decir burradas que, aunque puedan sonar bien para el común de
la gente, se revelan horrendas para quienes saben de cada tema. Es hasta
difícil usar la terminología específica y es un arte complejo el necesario
equilibrio entre la precisión necesaria para no incurrir en errores, y la
claridad imprescindible para que nos entiendan todos los lectores, oyentes o televidentes.
Para estos menesteres siempre hay
periodistas especializados que pueden y deben hacer el puente necesario entre
el experto y la gente común. Una de las virtudes de este tipo de periodista es
justamente la capacidad de llevar al lenguaje llano y al entendimiento fácil,
materias que quizá puedan ser especialmente difíciles.
Esto es muy habitual con las
noticias científicas. Temas de medicina, física, ingeniería, robótica,
astronomía tienen, en algunos casos sus periodistas especializados. En los otros,
es obligatoria siempre, la consulta con el experto.
Pero parece que el Derecho es
otra cosa
Lo jurídico, si bien tiene su
especialidad parece que está en otra dimensión en este tema. ¿Será porque hay
muchos (o demasiados) abogados, será porque de esos abogados hay muchos que
tienen colgado el diploma en la pared, pero que jamás ejercieron y pululan por
los medios? ¿Será porque hay muchas palabras específicas que también tienen
sentido (otro sentido) en el habla coloquial que usamos todos los días? ¿Será
que la política metió la cola en los tribunales y que las noticias judiciales
tienen un componente electoral y partidario disfrazado de procesamientos e
indagatorias? ¿Será porque abusa de la utilización de la Justicia y cualquier
mediática de cuarta sale airadamente a pedir lo que llaman “bozal legal”?
Todos saben de Derecho, y
livianamente explican de lo más serios todo tipo de causas judiciales. Pueden
ser periodistas (más o menos capacitados, inclusive abogados tanto con título
guardado como en uso), pueden ser panelistas, pueden anónimos usuarios de
Twitter o Facebook, podemos ser todos en una mesa de café o en un asado del
domingo.
El siglo XXI nos encontró
caóticamente hiper informados. Cuando yo era chica, en mi casa se compraba el
diario La Razón, la 6ta, para ser más exactos, se veía el noticiero a la hora
de la cena y si uno tenía tiempo quizá escuchaba alguna radio al volver del
laburo o mientras se hacían los quehaceres domésticos.
Hoy, cualquier ñato lee todos los
diarios on line que se le da la gana (inclusive alguno del exterior), tiene
varios canales de noticias dando información las 24 horas del día, tiene un
celular inteligente con Twitter, Facebook, Whatsapp que también nos dan
noticias en forma ilimitada y nos enteran de lo que pasa.
Fuente: https://www.diariojudicial.com/nota/84032/notas-de-fondo/derecho-penal-vs-periodismo-penal.html