En épocas de votaciones, aumenta
la actividad en ésa y otras plataformas. Hay estudios que dan cuenta de cómo
actuaron, en momentos políticos trascendentes, las cuentas automatizadas y
también los humanos para manipular a los ciudadanos y difundir información
falsa. Cuál es la política de la compañía, con qué herramientas cuenta para
evitar estas acciones y qué puede hacer el usuario
Este 2019 es un año intenso a nivel
electoral en América Latina. Durante el primer semestre, hubo elecciones
presidenciales en El Salvador, Panamá y Guatemala. En esta segunda mitad del
año llegará el turno de Argentina (estamos a escasos días de las PASO,
instancia previa a los comicios de octubre), Uruguay y Bolivia de elegir primer
mandatario. También habrá elecciones regionales en Colombia.
Son momentos en que se espera una
mayor circulación de información con contenido político en redes sociales. De
ahí que sea necesario, más que nunca, estar alerta ante las posibles fake news
que podrían viralizarse. Este fenómeno no responde a una plataforma en
particular: están presente en WhatsApp, Facebook, Instagram, Snapchat o
Twitter, solo por nombrar algunas. En este caso nos vamos a centrar en analizar
la red social del pajarito, un ámbito donde, muchas veces, se congregan trolls
y bots para manipular la información.
Esos perfiles se dedicaban
principalmente a publicar tuits nuevos y las otras 3.713 cuentas auxiliares se
dedicaban a retuitear mensajes de esas cuentas principales. De ese modo
amplificaban el alcance y viralizan contenido falso, según se explica en un
análisis del Symantec.
Por su parte, desde Knight
Foundation hicieron también una investigación donde notaron un incremento de actividad
de noticias falsas y desinformación durante la campaña presidencial.
Identificaron más de 6,6 millones de tuits vinculados a sitios con noticias
falsas y conspirativas en el mes anterior a las elecciones de 2016; y unos 4
millones de tuis de este estilo desde mediados de marzo y hasta mediados de
abril de 2017. O sea que la desinformación continuó siendo un problema post
elecciones.
El 33% de las 100 cuentas más
populares en el mapa postelectoral eran bots, es decir cuentas automatizadas.
Cabe hacer la diferencia con los trolls, tal como se denominan a las cuentas,
manejadas por humanos, cuyo registro violento busca bloquear los debates o
desviar la conversación
Una investigación de Amnistía
Internacional publicada en 2018 analizó los ataques sistemáticos y coordinados
que se hacen, muchas veces a través de bots y ejércitos de trolls con el
objetivo de silenciar debates. En el informe se habló de los ataques a
periodistas y referentes de derechos humanos.
El asesor de comunicación
política, Antoni Gutiérrez-Rubí, analiza en un artículo llamado Bots para la
comunicación política la enorme cantidad de bots que existen y se ven, en
diferentes plataformas y los usos que se le dan en el marco de la
tecnopolítica.
Cómo combatir a los bots y los
trolls
Existen algunas herramientas,
desarrolladas por instituciones o desarrolladores independientes, que utilizan
las API de Twitter y dicen que pueden
ayudar a identificar bots.
también se dice que hay ciertos
indicios que permiten al usuario sospechar si un perfil es automatizado. Entre
estas señales se menciona el hecho de que no haya foto de perfil, que haya sido
creado recientemente, que tenga una actividad demasiado alta o que se haya
creado recientemente. Sin embargo, todas estas señales no son concluyentes y
podrían fallar.
En el caso de que se quieran
denunciar un tuit, hay que ir a la publicación en cuestión, hacer clic en el
ícono de la flecha, seleccionar la opción "Denunciar". Allí se
desplegará un menú de 3 opciones para elegir, entre las que figuran "es
sospechoso o spam", "comete abusos o es perjudicial". Cabe
destacar que esto último sirve para denunciar agresiones recurrentes como las
cometidas por los trolls, por ejemplo.
Fuente: https://www.infobae.com/america/tecno/2019/08/04/como-operan-los-bots-y-los-ejercitos-de-trolls-en-twitter-durante-las-campanas-electorales/