Federico Linardo Díaz es abogado dedicado al Derecho Civil, también
es secretario de la Secretaría de Planificación e Innovación de la Facultad de
Derecho de la Universidad Nacional de Tucumán.
El abogado reflexionó acerca del
paradigma de la oralidad: “Tuve la suerte de participar en el movimiento que se
generó alrededor de la oralidad de los procesos civiles, que seguro avanzará
probablemente a otros fueros”, señaló.
El proyecto de la implementación de
la oralidad civil busca que los juicios en materia civil y comercial tramiten a
través de dos audiencias, ambas dirigidas personalmente por el juez.
Los objetivos son reducir los
plazos del proceso, que duran en promedio cinco años; aumentar la calidad de
las decisiones jurisdiccionales e incrementar la satisfacción de los usuarios.
Con respecto a esto, Federico
Díaz, expresó que esta vivencia es muy positiva ya que el juez tiene una posición
muy activa, donde asume la conducción de
la justicia, tiene un resultado directo en el tiempo del proceso. “Se
acelera al máximo todas las instancias, la del sorteo del perito, por ejemplo,
o de las pruebas”, agregó
A raíz de esto, recuerda un caso
que le tocó llevar adelante, el de una demanda por daños y perjuicios hacia un
Jardín de infantes, por las lesiones que tuvo una niña en una clase de cocina y
en la que los padres ya venían litigando hace tres años.
A pesar de no haber tenido
sentencia porque es reciente, rescata que la oralidad le dio un valor importante
a este juicio.
“En este marco, si el proceso
hubiera sido escrito hubiera ido por canales objetivos y los padres no hubieran
tenido la oportunidad de poder expresar sus enojos”, explicó el abogado.
Sostuvo también que la justicia con
el tiempo se fue volviendo un proceso de papeles y expedientes, donde los
abogados hablan por la gente y los jueces a través d papeles. Señaló que este giro
logró acercar la justicia a las personas: “más allá de la sentencia, el
resultado fue positivo porque mis clientes pudieron explicar lo que sintieron y
ambos estuvieron presentes con participación activa” sostuvo, además agregó que
en esta circunstancia el reparo económico queda minimizado a comparación de lo
sucedido.
“Esto genera un proceso
reparador, es gratificante para el cliente el sólo hecho de poder expresarse,
no es lo mismo manifestarle a tu abogado y que la contraparte te conteste por
escrito que estar presente, conocer a todos los involucrados y participar
activamente”, concluyó.
Fuente: www.abogadostucuman.com