La Unión Ciclista
Internacional (UCI) aseguró haber descubierto durante una prueba de bicicross
en Bélgica el primer caso de "doping tecnológico" en el ciclismo.
Durante una carrera femenina disputada el sábado
en el marco del campeonato mundial de bicicross sub 23 en Zolder, los encargados de carrera detectaron que la competidora
local Femke van den Driesschellevaba
un motor auxiliar en su bicicleta.
"No es ningún secreto que se ha encontrado
un motor. Creemos que se trata efectivamente de un doping tecnológico", afirmó el presidente de la UCI, Brian Cookson.
El jefe del ciclismo mundial dejó en claro a
través de su cuenta de Twitter que se
perseguirá a los competidores que cometan este tipo de delitos.
"El fraude tecnológico es inaceptable.
Queremos que la minoría que puede considerar hacer trampa sepa que aquí hay
cada vez menos lugar para esconderse y, tarde o temprano, van a pagar por el
daño que están causando a nuestro deporte",
escribió Cookson en
la red social.
De acuerdo con los informes de prensa, ninguna de
las competidoras oyó el sonido del motor de Van
den Driessche, que abandonó la prueba antes del final. El motor
habría sido colocado en las ruedas, aunque el padre de la ciclista negó de
manera enfática que su hija haya cometido esa infracción.
Para Cookson, el hecho de haber
detectado el fraude es un gran paso para evitar que algún competidor lo pueda
implementar en el futuro. "Vamos a llegar al que haga trampa y vamos a
castigarlo, porque nuestra tecnología parece funcionar en el descubrimiento de
este fraude", afirmó el directivo británico.
La sospecha de la utilización de motores por parte
de ciclistas y auxiliares no es nueva. En 2010, el suizoFabian Cancellara, campeón del mundo contrarreloj, había sido acusado de
utilizar un aparato eléctrico, pero la sospecha nunca pudo ser comprobada.
La UCI introdujo
a principios del año pasado la "trampa tecnológica" en su lista de infracciones, con penas que incluyen la
descalificación inmediata del ciclista y del equipo, sanciones de por lo menos
seis meses y multas económicas que oscilan entre los 100.000 y el millón de
francos suizo (entre 98.000 y 980.000 dólares). Sin embargo, esta es la primera
vez que se detecta una maniobra así en una gran competición de ciclismo.
Los controles sorpresa de "doping
tecnológico" se están
implementando desde la temporada pasada y Cookson prometió
que continuarán a lo largo de 2016. Durante el campeonato mundial juvenil de
bicicross se aplicó un nuevo procedimiento de control que se espera sea tomado
como rutina para detectar este tipo de fraude.
Fuente: http://www.ambito.com/noticia.asp?id=825841