Así surgió de la Segunda Encuesta
Nacional de Nutrición y Salud realizada por la Secretaría de Gobierno de Salud
y presentada este mediodía en la sede de la cartera sanitaria. El relevamiento,
que también incluyó adultos de ambos sexos, abarcó a 22 mil personas
seleccionadas al azar, con representatividad regional y nacional
El 41,1% de los chicos y
adolescentes de entre cinco y 17 años tiene sobrepeso y obesidad en la
Argentina, en una proporción de 20,7% y 20,4%, respectivamente, sin diferencias
por nivel socioeconómico. En los niños de cero a cinco años, utilizando la
nueva metodología de la Organización Mundial de la Salud (OMS) 2019, el exceso
de peso alcanza el 13,6%, una cifra elevada si se tiene en cuenta que el exceso
de peso esperado para esta edad es de 2,3%. Es importante señalar que los datos
de sobrepeso y obesidad en menores de cinco años no son comparables a la
primera ENNyS porque la metodología utilizada fue diferente.
En los niños menores de cinco
años, la proporción de baja talla a nivel nacional fue de 7,9%, siendo de bajo
peso 1,7% y de emaciación 1,6%. En los niños, niñas y adolescentes de 5 a 17,
los resultados mostraron 1,4% de delgadez y 3,7% de baja talla. Los números
confirman que el sobrepeso y la obesidad son el principal problema de
malnutrición en el país, lo cual constituye una prioridad de salud pública.
Los datos surgen de la Segunda
Encuesta Nacional de Nutrición y Salud (ENNyS 2) 2019 que realizó este año la
Secretaría de Gobierno de Salud y que abarcó a 22 mil personas de todo el país
e incluyó a personas de todas las edades, seleccionadas al azar, con
representatividad regional y nacional.
“Desde el comienzo de mi gestión
buscamos visibilizar el problema de la nueva malnutrición, esta nueva epidemia
que está azotando a nivel global a todos los países incluso a los más pobres
vinculada al sobrepeso y la obesidad”, enfatizó el secretario de Gobierno de
Salud, Adolfo Rubinstein, al encabezar hoy el acto de presentación de la
encuesta que representa una radiografía de los patrones alimentarios de la
población argentina.
La encuesta comprendió
entrevistas de autoreporte, mediciones antropométricas y bioquímicas. La ENNyS
2 mostró cifras alarmantes de sobrepeso y obesidad también en los adultos. El
68% de los adultos tienen exceso de peso por mediciones objetivas, un resultado
muy similar al arrojado por la Cuarta Encuesta Nacional de Factores de Riesgo
2018.
“El problema en los niños y
adolescentes es que lo que crece de manera alarmante son el sobrepeso y la
obesidad. Más del 40 por ciento tienen sobrepeso y obesidad en Argentina”,
advirtió el funcionario y agregó que “la obesidad infantil es una ventana
abierta a las consecuencias sanitarias en la edad adulta con la aparición y
emergencia de enfermedades crónicas como las cardiovasculares, diabetes y
distintos tipos de cáncer”.
A diferencia de los niños, niñas
y adolescentes (NNyA), en donde la obesidad afecta a todos los estratos
socioeconómicos por igual, los adultos de los sectores de menores ingresos
tuvieron un 22% más obesidad que los de mayores ingresos, acompañando la
tendencia internacional (36,9% vs 29% respectivamente).
Patrones alimentarios en la
población argentina
Sobre el consumo por grupos de
alimentos, se observó un consumo deficiente de alimentos recomendados. Sólo un
tercio de la población consume al menos una vez por día frutas y verduras, sólo
cuatro de cada diez individuos consume lácteos recomendados diariamente y la
mitad de la población consume carnes al menos una vez por día.
Por el contrario, el consumo de
alimentos no recomendados es extremadamente alto: el 37% toma bebidas
azucaradas diariamente, el 17% consume diariamente productos de pastelería y
galletitas dulces y el 36% y 15% consume productos de copetín (snacks) y
golosinas al menos dos veces por semana.
Los datos de consumo confirman
que el patrón alimentario se encuentra lejos de las recomendaciones de las
Guías Alimentarias para la Población Argentina (GAPA) y es siempre menos
saludable en niños que en adultos: los NNyA consumen un 40% más de bebidas
azucaradas, el doble de productos de pastelería y galletitas dulces, el doble
de productos de copetín (snacks) y el triple de golosinas respecto de los
adultos, todos ellos alimentos con altos niveles de azúcar, grasa y sal.
Consultada al respecto por
Infobae, la licenciada en Nutrición María Cecilia Ponce (MN 3362) opinó que “la
dieta argentina es sumamente monótona y se basa en carne, pollo, papa, lechuga
y tomate como las verduras más consumidas; y los fines de semana predomina el
consumo de asado, pizza y papas fritas”.
“A eso le falta sumar variedad de
pescados y más verduras coloridas”, destacó la especialista, quien citó un
informe de las Naciones Unidas de 2018, según el que “la Argentina es el país
de la región que consume la mayor cantidad de alimentos ultraprocesados per
cápita por año (194,1 kilos) y lidera el consumo de gaseosas”.
“La dieta argentina tiende a una
monotonía de alimentos, con un consumo concentrado en un pequeño grupo de
alimentos de los que se destacan tres básicos principales: carne, leche y pan”,
según el informe presentado este año en Buenos Aires por la relatora especial
de Naciones Unidas sobre el derecho a la alimentación, Hilal Elver.
En la misma línea se manifestó la
licenciada en Nutrición Romina Pereiro (MN 7722), para quien “la de los
argentinos es una dieta básicamente integrada por harinas refinadas, que son
las harinas blancas (pan, galletitas, productos de pastelería), la cual no es
tan conveniente, ya que al producirse el proceso de refinamiento se le quitan
al grano de cereal las capas más superficiales, que es donde están todos los
nutrientes. Por eso es que decimos que hay que consumir harinas, pero
preferentemente integrales para aprovechar mucho más la fibra y todos los
nutrientes del grano”.
Además, comemos exceso de carne y
déficit de frutas y verduras: los argentinos consumen una porción y media al
día cuando la recomendación de la OMS es de cinco porciones al día y
preferentemente de diferentes colores, que es donde se encuentran los
beneficios para la salud”, sostuvo la especialista, quien consideró que “hay un
exceso en el consumo de gaseosas y jugos altos en azúcar, lo que influye
directamente en los altos índices de sobrepeso y obesidad, que alcanzan casi al
65% en el país”.
Y tras asegurar que “en los niños
lo que se observa es que no desayunan, consumen baja cantidad de lácteos,
excesos de golosinas y azúcar”, Pereiro destacó: “Azúcar y sodio es lo que más
consumimos (sodio, más del doble de lo que se debiera: casi 12 gramos al día
cuando la recomendación es 5)”
A su vez, la encuesta nacional
mostró que el patrón alimentario es siempre menos saludable en los grupos
sociales en situación de mayor vulnerabilidad (perteneciente a los dos
quintiles más bajos) que consumen la mitad de las frutas, un 40% menos de
lácteos, la mitad del pescado, y más del doble de bebidas azucaradas, el doble
de productos de copetín, que las personas de los dos quintiles más altos.
Fuente: https://www.infobae.com/salud/2019/09/30/sobrepeso-y-obesidad-infantil-sin-freno-casi-la-mitad-de-los-ninos-y-adolescentes-en-el-pais-presenta-malnutricion/