Un estudio reveló que el uso de
este sistema de bronceado aumenta de manera significativa el riesgo de padecer
carcinoma de células escamosas, el segundo tipo más común de cáncer de piel.
Además, hay un 83% más de probabilidades de contraer la enfermedad en el caso
de las mujeres
El bronceado a través de camas
solares es producto de un aumento de la melanina estimulada por la radiación
solar. La radiación UV es la que más deterioro puede producir en la piel. Y,
aunque la tonalidad puede ir disminuyendo, los daños de la radiación son
permanentes. Ésta provoca múltiples efectos biológicos: interviene en la
síntesis de vitamina D, causa fotoenvejecimiento, inmunosupresión, y está
estrechamente relacionada al cáncer de piel. Pero un nuevo estudio releva un
escenario aún peor.
La cama solar puede casi duplicar
el riesgo de contraer cáncer de piel, y hay un 83% más de probabilidades de
contraer la enfermedad en el caso de las mujeres. Estos datos se desprenden de
una reciente investigación, que reveló que el riesgo de este tipo de cáncer
aumenta, sin importar la edad en la que una persona comienza a utilizar la cama
solar, o el período de tiempo al que se somete a este sistema de bronceado.
Para el estudio, publicado en la
revista científica JAMA Dermatology, científicos analizaron a 150 mil mujeres
noruegas entre los 18 y 64 años de edad en un período de 25 años. Los sujetos
completaron cuestionarios acerca de su uso de camas solares y la pigmentación
de sus pieles.
En total, 597 fueron
diagnosticados con cáncer de piel, lo que permitió a los investigadores
calcular que el riesgo de padecer esta enfermedad aumenta con un mayor uso de
este sistema de bronceado.
El doctor Simon Lergenmuller,
autor de la investigación y epidemiólogo de la Universidad de Oslo, en Noruega,
aseguró que “estos resultados apoyan la necesidad de desarrollo de políticas
que regulen el bronceado en interiores”.
Su equipo identificó una conexión
entre la respuesta a la dosis de bronceado con el carcinoma de células
escamosas, el segundo tipo de cáncer de piel más común, que suele desarrollarse
a partir de la exposición a rayos UV, que provocan que las células en la piel
se reproduzcan más rápido, provocando un tumor.
“El riesgo de carcinoma de
células escamosas aumentó con un mayor y acumulativo número de sesiones de
bronceado”, escribió Lergenmuller. Esto aplica tanto a mujeres que usaron las
camas solares por 10 años o menos, y a las que se sometieron a este sistema por
más de 10 años.
Estas mujeres tienen entre un 41
y un 43% más de probabilidades de desarrollar la enfermedad en comparación con
las que nunca usaron camas solares en sus vidas. Tanto las mujeres que tenían
más o menos de 30 años cuando comenzaron a usarlas tenían un 83% más de riesgo
de desarrollar esta enfermedad en el futuro.
“La asociación entre la
exposición acumulativa a cama solar y el riesgo de desarrollar carcinoma de
células escamosas es el mismo para todas las mujeres, sin importar la duración
de su uso o la edad de iniciación”, recalcó el autor del estudio.
La médica dermatóloga Cristina
Pascutto (MN Nº 57.831), presidente de la Sociedad Argentina de Dermatología,
explicó a Infobae: “Las camas solares constituyen un sistema para lograr un
bronceado de manera artificial. Los peligros que conllevan son muchos, principalmente
el desarrollo de un cáncer de piel por la exposición de la radiación
ultravioleta especialmente artificial”.
“Se ha demostrado que existe una
clara asociación entre camas solares y diferentes estirpes malignos de piel
como son los basoscelulares, espinos celulares y el temido melanoma que se
observa en aquellos individuos que comienzan con estas exposiciones
tempranamente en menores de 35 años. El riesgo aumenta en personas que hacen de
esto un hábito y existen personas que tienen en su mano los 365 días del año la
posibilidad de exponerse a este tipo de bronceado. También aumenta el riesgo en
personas de piel blanca, y en mujeres que son más propensas, por lo tanto se
puede decir que la realización voluntaria de las sesiones voluntarias con fines
cosméticos son poco saludables”, agregó.
Fiorella Marta, miembro de la
Sociedad Argentina de Dermatología y especialista en Medicina Estética (MN:
153762), aportó en diálogo con este medio que “en varios países está prohibido
el uso de camas solares. Me sorprende aún que sigan existiendo las camas
solares con la información que se maneja hoy en día y la concientizacion que
por suerte estamos empezando a tener en este tema. Pocos minutos en la cama
solar equivalen a horas de exposición al sol en las horas más riesgosas”.
Y fue también lapidario el médico
clínico Marcelo Suárez (MN 73796): “30 minutos de cama solar equivalen a más de
20 hs de sol y emiten 10 veces más radiación UV (ultravioleta), lo que las
convierte en una trampa complicada para la Salud. Produce envejecimiento de la
piel, problemas para absorber vitamina D, inmuno distracción y, como si fuera
poco, cáncer. Por todos estos motivos están prohibidas en Canadá, Australia y
Brasil".
Fuente: https://www.infobae.com/salud/2019/10/03/solo-una-sesion-en-cama-solar-duplica-el-riesgo-de-un-tipo-de-cancer-de-piel/