
La carrera por liderar los pagos digitales ya pasó la línea de largada y tiene a dos pesos pesados tocándose los talones. El primer premio es más que tentador, por los miles de millones de dólares en juego para quien se adueñe de la nueva gran revolución: la llamada era "sin efectivo" o cashless.
En el futuro, se espera que las tarjetas de crédito dejen de estar en
los bolsillos de los usuarios, quienes recurrirán a sus apps para
manejar todo su dinero: abonar en locales físicos o sitios de ecommerce, enviar
fondos a personas o empresas, llevar sus finanzas personales a todos lados,
etcétera.
Visa y Mastercard saben
que el tiempo de acción es ahora y ya hay varios indicios de que el "plástico", per
sé, irá perdiendo protagonismo. Más aun, la tarjeta pasará a ser un
accesorio más en un mundo hiperdigitalizado en el que las personas querrán
"viajar livianas": lo único que llevarán encima será su celular.
Estas primeras
señales se ven a plena luz del día. Una de ellas es la tarjeta de crédito de Apple, la
primera digital first" Otras provienen del lado de las fintech y bancos digitales, que ya
ofrecen tarjetas "virtuales". Es decir, mecanismos para saldar una
transacción antes de que llegue el plástico físico.
La
transferencia de valor se está reconvirtiendo y tanto Visa como Mastercard luchan
por dominar los medios de pago digitales. Saben que el negocio no pasará por
ser sólo un plástico. Más bien, deberán reconvetirse en un sistema
completo de soluciones fintech.
Lo que
viene
En este marco
de reconversión acelerada, Visa sorprendió al desembolsar u$s5.300
millones (casi 40% más de lo que vale YPF) para comprar la empresa Plaid.
Esta firma conecta los datos bancarios de las personas con diversas apps
financieras (incluyendo sistemas de envío de fondos o plataformas de
remesas). Además, les ofrece un pormenorizado balance de todos sus gastos,
permitiéndoles disponer de una completa visión de sus finanzas
personales y así poder planificar mejor el uso de su dinero.
"El 75%
de los consumidores del mundo con acceso a Internet utilizó una
aplicación fintech para mover fondos. Como tal,
se ha vuelto cada vez más importante facilitarles el uso de este tipo de
apps", reveló Al Kelly, CEO de Visa.
"Así, un
banco podría usar el historial de transacciones para ofrecerle a
usuarios la opción de ver todas sus operaciones de gastos, detalles
de oportunidades para ahorrar más dinero a través de un presupuesto
y recompensas de lealtad personalizadas", advierten desde Visa
a iProUP.
Con su
contrincante en el espejo retrovisor, la compañia toma velocidad en la carrera de
los pagos móviles, un mercado que ascenderá a u$s4 billones en los
próximos tres años. Es decir, el equivalente al producto bruto de
Alemania u ocho veces el PBI de Argentina, según la última medición del
Banco Mundial.
Además, con la
adquisición, Visa consigue hacerse de una serie de Interfaces de
Programación de Aplicaciones (API), que son conectores que puede usar cualquier
desarrollador de apps para generar nuevos servicios dentro de la
plataforma de la compañía.
"Podrán
acelerar sus negocios con API fáciles de integrar. Por ejemplo, si está
creando una app de recompensas personalizada, puede utilizar las transacciones
de las tarjetas de crédito o débito vinculadas para premiar a los consumidores
según sus gastos, para que ahorren dinero en las compras de todos los
días", completan desde Visa a iProUP.
De hecho, el
propio Kelly remarcó: "Plaid es líder en el mundo de la
tecnología financiera, de rápido crecimiento, con capacidades y talento de
primer orden. Esta adquisición, combinada con los muchos esfuerzos que ya
tenemos en marcha, nos posicionará mejor para dar valor a
instituciones financieras, consumidores y desarrolladores".
Mastercard
también ofrece una serie de API, con la que logró un lugar de
privilegio entre los unicornios de la región, como Mercado Pago, Nubank y Ualá.
Hasta posee una de tecnología blockchain, para "ofrecer soluciones de pago
que respondan a las necesidades tanto de las instituciones financieras como de
sus usuarios finales".
Si bien los
u$s5.300 millones parecen un alto precio por una startup, el contexto dice lo
contrario. En efecto, en estos últimos meses varias compañías desembolsaron miles
de millones para quedarse con empresas dedicadas al procesamiento
de pagos en tiendas físicas, otro de los focos del dinero electrónico.
Así, Fiserv
puso u$s39.000 millones para quedarse con FirstData, firma que en
Argentina vende dispositivos de cobro bajo la marca POSNet y que hace
poco más de un año introdujo los de última generación, a los que bautizó como
Clover.
FIS, competidor de Fiserv, también aceleró y se quedó con WorldPay, otro
proveedor de equipos de pagos en tiendas físicas, por $35.000 millones.
En la
Argentina también se libra esta lucrativa batalla: el fondo
estadounidense Advent desembolsó u$s724 millones por
el 51% de Prisma (que era propiedad de los 14 principales bancos
argentinos), ante el pedido de desinversión del Gobierno para una mayor
competencia en el segmento.
Prisma es rival
de FirstData en medios de pago físicos, con sus terminales LaPOS, y
en la emisión de tarjetas Visa y Mastercard. También posee la red de cajeros
Banelco y la plataforma para homebanking PagoMisCuentas.
¿Y los bancos?
Desde
siempre, Visa y Mastercard tuvieron a los bancos como principales
aliados. Es más: las tarjetas de crédito nacieron tras la unión de varias
entidades estadounidenses que buscaban medios de pago más ágiles.
Por lo pronto,
la banca mayorista ve en las fintech y en las bigtech una larga
recta para crecer a toda velocidad. El 2019 fue una muestra de nuevas alianzas
entre estos jugadores.
Uno de los
principales movimientos fue el de Apple, que lanzó su tarjeta de
crédito Mastercard junto con Goldman Sachs,
con una particularidad: no cuenta con un número en el frente y se integra a
través de Apple Pay para abonar directamente con un iPhone.
Google no
se quedó atrás y trabó un acuerdo con Citibank para ofrecerles cajas
de ahorro a los usuarios de EE.UU. En este contexto, no sorprendería una
eventual integración a su billetera Google Pay y que finalmente el rey de los
buscadores se convierta en una fintech.
El Citi, en
tanto, es uno de los que más viene apostando a las nuevas financieras
digitales: si bien se ha ido desprendiendo del negocio minorista en América latina
(Argentina, Uruguay y Colombia, entre otros), mantiene su operación mayorista
por la cual ofrece la "conexión bancaria" a gigantes de la región
(Mercado Libre, Ualá, Rappi y Nubank).
Competencia
global
Como si lo
anterior fuese poco, Visa y Mastercard libraron una fuerte batalla
por quedarse con Earthport, firma británica que opera como una Cámara de
Clearing Automatizada (ACH), ofreciendo transferencias de dinero entre países
(a través de la moneda virtual Ripple, creada para reducir gastos de envíos a
parti de tecnología blockchain).
Visa arrancó
con una oferta de u$s250 millones, su rival respondió con u$s295 millones. La
"número uno" del mundo contraatacó con u$s320 millones y finalmente
se quedó con la firma. Pero Mastercard no se quedó con los brazos
cruzados: sumó a sus filas a la neoyorquina Transfast, competencia de
Earthport, que posee acuerdos con bancos de 125 países.
De esta
manera, ambas empresas se aseguraron una plataforma que rivaliza con
el sistema SWIFT, que usa a los bancos como intermediarios. El problema es
que esa operatoria "tradicional" demora hasta 5 días y tiene
comisiones de alrededor del 7% del monto transferido. En cambio, la solución
blockchain es instantánea y de muy bajo costo.
Al tener
relación directa con todas las entidades financieras en más de 200
países, Visa y Mastercard también apuestan al negocio de las
remesas, que sólo en 2018 concentró u$s530.000 millones, según el Banco Mundial.
No sólo eso:
el comercio electrónico entre países también sigue creciendo de
manera exponencial. "Encargamos un estudio que indica que experimenta
una extraordinaria trayectoria de ascenso en la región", remarca a iProUP João Pedro
Paro Neto, presidente de Mastercard de Cono Sur..
Ante el avance
de la venta online, asegura que "usan técnicas con inteligencia artificial para
conectar la información entre diferentes sistemas para analizar las transacciones
antes de que ocurran, para que en el momento de la operación se tomen
las mejores decisiones y se aumente la detección de fraude".
En este marco,
la tarjeta se irá conviertiendo en una marca menos tangible, como
está ocurriendo con billeteras digitales como Mercado Pago y el QR. La
tecnología contactless, que permite reemplazarla directamente y funciona en el
exterior a través de Google Pay o Apple Pay, será una catalizador de la
tendencia.
"En base
a un estudio realizado por Vocalink, la compañía de Mastercard que diseña, construye y
opera sistemas de pago basados en cuentas bancarias, más de un tercio de
los jóvenes argentinos espera que en 10 años los comercios
físicos dejen de aceptar efectivo por completo", revela
a iProUP Paro
Neto, de Mastercard.
A futuro, el
core de ambas compañías consistirá en aprovechar sus principales activos: la
conexión con el sistema bancario y su aceptación en puntos de venta de todo el
mundo. A esto deberán sumarle funcionalidades para no ser sólo el canal por el
que circule el dinero 4.0.
Así, evitarán
caer en la misma trampa que las firmas de telecomunicaciones: dejar que los
datos, el petróleo del siglo XXI, fluyan libremente por su infraestructura y
que el gran negocio se les escurra como agua entre los dedos.
Fuente: https://www.iproup.com/finanzas/10567-sin-tarjetas-ni-efectivo-visa-master-y-todo-lo-que-tenes-que-saber-sobre-lo-que-viene-en-medios-de-pago