• TRAS 14 AÑOS SE ACERCA EL FINAL DE UNA BATALLA
El
efecto más inmediato y tangible del acuerdo que se anunció
ayer con los holdouts empezará a notarse en pocos días en el costo de
financiamiento que debe afrontar la Argentina para tomar dólares prestados en
el exterior. El ahorro se acercará a los u$s 2.000 millones en 10 años si se
comparan las tasas de interés que debía pagar el Gobierno anterior (del 9,2%
anual) con las que debe afrontar la gestión actual (cercana al 7% anual) para
un bono de u$s 10.000 millones, como el que se prevé emitir.
Los título locales
reflejaron en el último tiempo, y hasta ayer, un nuevo avance en sus precios y
una caída en sus rendimientos que refleja el abaratamiento de la tasa de
interés que los mercados le exigirán al Gobierno cada vez que salga a colocar
deuda. La tasas se ubican ahora entre el 6,2% y el 7,6% anual para los títulos
de mediano y largo plazo y que fueron emitidos bajo legislación nacional o
internacional (a esta altura deberían tender a igualarse).
Está
previsto que el Gobierno salga a buscar divisas al mercado con títulos que
serán a un plazo de entre 5 y 10 años. Pero que, así y todo, tanto el monto
como la duración de estos bonos estarán sujetos a pagar el menor costo posible.
Si bien en algunas mesas se entusiasmaban ayer con que la Argentina podría apuntar
a financiarse a tasas de entre el 5% y el 6% anual -una vez cerrado el
acuerdo-, también se cree que lo más razonable sería esperar una tasa levemente
por encima del 7% anual.
Los
argumentos para considerar que hay un "piso" en estos valores son
principalmente dos: en primer lugar, el mercado internacional de capitales
tiene ya una amplia oferta de bonos con esta misma duración, por lo que la
Argentina debería tentar y sobresalir con algún atractivo adicional si pretende
captar el monto estimado; y en segundo lugar, en la región ya hay una extenso
grupo de países con mejor perfil de crédito, algunos de los cuales son
considerados "investment grade" por las calificadoras de riesgo, que
en los últimos años debieron colocar deuda al 5,5% anual.
Hace no
más de cinco meses, el kirchnerismo se había visto forzado a aceptar una tasa
del 9,2% anual para tomar apenas u$s 670 millones. Fue cuando se preparaba para
pagar el total del vencimiento del Boden 2015 y buscaba evitar en esto el uso
de las reservas del Banco Central. El bono emitido fue finalmente a cinco años
de plazo (Bonar 2020) y el entonces ministro de Economía, Axel Kicillof, debió
rechazar ofertas para evitar que la tasa superara el 10% anual.
En el
mercado suponen que, en este contexto, y una vez que esté cerrado por completo
el conflicto con los acreedores, la Argentina podrá colocar como máximo u$s
12.500 millones de deuda a una tasa que se ubicará en torno al 7% anual.
Significa,
concretamente, una reducción de al menos dos puntos porcentuales en los costos
de financiamiento entre una gestión y otra, que representará en este tiempo un
ahorro de u$s 200 millones por cada u$s 1.000 colocados a 10 años; o u$s 2.000
millones en un título de u$s 10.000 millones y con el mismo plazo.
Fuente: http://www.ambito.com/diario/noticia.asp?id=829530