El libro
Diseño de futuros, escrito por Alejandro Repetto y Enrique Cortés Funes
(creadores del primer auto autónomo del país) tiene un capítulo enfocado en el
futuro de la gastronomía, bares y restaurantes.
Cuentan cómo
esos escenarios pueden ser previamente analizados mediante la técnica de diseño
de futuros y cuentan como esto hubiese sido de menos impacto económico para los
empresarios de la industria.
Ellos dicen:
“los bares van a volver. Comer afuera va a volver. No sólo van a volver, sino
que van a extenderse. La industria de la gastronomía fue afectada seriamente
por la pandemia y, todavía, no está muy claro cómo será el proceso de
reapertura”.
En los
países que fueron abriendo las puertas se observa una marea de gente volcándose
a las calles para juntarse a tomar una cerveza con amigos. Estar encerrados
exacerbó la necesidad natural del ritual, del contacto físico. Si bien la
transición será dura y muchos comercios ya cerraron sus puertas, la pandemia
dejará, sin dudas, muchos aprendizajes que potenciarán la industria.
El
distanciamiento social y los cuidados de higiene perdurarán en el tiempo. La
valoración sobre la higiene será una ventaja competitiva para quienes puedan
demostrarlo. Cocinas abiertas, limpieza a la vista, cuidados razonables a la
hora de servir, serán puntos que probablemente empiecen a rankear fuerte en
páginas de recomendación.
Será más
frecuente ver comentarios del tipo “la copa no estaba fajinada” o “el mozo
apoyaba el dedo en el borde del plato” en páginas de recomendación. El cliente
será más exigente y requerirá mayor profesionalismo, pero esto debe ser una
ventaja para los gastronómicos de oficio.
Los
gobiernos continuarán restringiendo la cantidad de personas por metro cuadrado,
disminuyendo la cantidad de cubiertos disponibles por turno. Sin embargo, la
pandemia dejó una migración fuerte al delivery. Nuevas técnicas de envasado y
creación de experiencias fuera de las puertas del local llegaron para quedarse.
Las
propuestas gastronómicas se dividirán en dos experiencias complementarias: en
el local y en casa. En el local será como antes, pero con más protocolos de
cuidado. En casa los más creativos llevarán el delivery a otro nivel.
El caso Niño
Gordo es una muestra de qué se puede hacer cuando no se puede hacer lo que
hacíamos antes: con el delivery envía la comida, la bebida, una playlist y sus
característicos filtros de luz roja para potenciar su experiencia e imagen de
marca. También, en la creatividad ante el peligro surgieron otras ideas como
Morfilm, que coordina la comida con clásicos del cine; o Streaming de Cuentos
con delivery, de Hernán Casciari.
La capacidad
de extender la experiencia gastronómica a la casa de los clientes hace que, lo
que parecía que achicaba la cantidad de cubiertos, por el contrario, los
expanda y genere oportunidades de mayor alcance tanto en términos físicos como
en términos comerciales por parte de los empresarios. Por otro lado, los
clientes se beneficiarán accediendo a propuestas más económicas si se quedan en
sus casas. Esto no llevará, sin embargo, a la canibalización del mercado, por
el contrario, lo potenciará.
El
aprendizaje del proceso de producción y envasado de comidas -y cócteles- darán
nuevas oportunidades si se piensa en mundos phygital (físico digitales). Los
espacios de encuentro trascendieron las distancias. Mientras estábamos todos
solamente online, muchos festejaron cumpleaños, casamientos y divorcios vía
Zoom.
Muchos que
estaban alejados, en otras ciudades o países, festejaron por primera vez de
manera concurrente sus cumpleaños. ¿Podría la industria pensar modelos de
delivery en los que manden el catering a amigos distribuidos por el país para
que se junten a tomar algo por Skype un viernes a la noche? Antes de la
pandemia pocos se lo planteaban.
El COVID
disparó propuestas. A través del Diseño de Futuros se pueden crear escenarios
robustos que nos permitan generar ideas innovadoras de negocios, para expandir
oportunidades y estar preparados para los riesgos.
“Hoy fue la
pandemia que nos movió a dar manotazos para mantener el negocio a flote, sin
embargo muchas de las iniciativas podrían haber sido creadas antes del COVID.
¿Cuántas oportunidades nos estamos perdiendo hoy por pensar en la coyuntura?
¿Cuántos riesgos a los que estamos expuestos no estamos detectando? Diseñar el
futuro nos puede ayudar a responder estas preguntas.”
Fuente: https://mercado.com.ar/vida-y-estilo/diseno-de-futuros-para-los-bares-y-restaurantes/