A medida que el mundo ingresa en este territorio
desconocido y se vincula cada vez más a través de la tecnología, la innovación
gana terreno para reconectar y reconstruir el tejido productivo, económico,
financiero y social post pandemia, reinventando las conexiones tradicionales y
generando nuevas formas y herramientas para poder seguir funcionando.
La pandemia de COVID-19 se ha convertido en un
catalizador para la adopción de tecnología.
Para algunos esto puede significar nuevos
comportamientos (como comprar online por primera vez) mientras que, para otros,
esto puede significar comenzar a utilizar herramientas o software nuevos. Lo
que queda claro es que los consumidores están más acostumbrados y ponen menos
barreras para adoptar diferentes tecnologías en comunicaciones, teletrabajo,
telemedicina, servicios de streaming y aplicaciones de video, y por supuesto,
también en pagos.
A pesar de los grandes desafíos que están atravesando
distintos países de América latina, esta pandemia impactó en todas las industrias
y actividades y va a acelerar la migración a un ecosistema de pagos con menos
interacción humana y más transacciones de pagos realizadas de dispositivo a
dispositivo, sin contacto (“contactless o touchless”).
De hecho, vemos cada vez más emprendedores y comercios
de barrio incursionando en la venta con botones de pago en las redes sociales y
en el e-commerce y nos sentimos más cerca de un mundo obligado a aprender a
operar de forma remota.
El volumen de compras en e-commerce realizada con
credenciales de pago Visa se ha duplicado durante este período de cuarentena
versus el mismo periodo del año anterior. Inclusive, algunos comercios online
lograron crecer entre 5 y hasta 8 veces sus volúmenes en algunas semanas de
estos meses versus las mismas semanas del 2019.
Asimismo, la salud es el nuevo oro de la sociedad.
Cualquier cosa “que no requiera contacto” llama la atención. En esta nueva
normalidad, incluso cuando pagan con sus tarjetas, los consumidores se sienten
ansiosos al tocar los terminales o firmar el comprobante de pago. Observamos
una tendencia a priorizar la practicidad y seguridad que brindan los pago sin
contacto, fundamentalmente para el pago de los gastos de su día a día. En este
sentido, a escala mundial, vimos un aumento del 40% en el uso de pagos sin
contacto y nuestra investigación en América latina y el Caribe mostró que el
17% de los entrevistados utilizó pagos sin contacto en su última compra. Los
consumidores de nuestra región están ejerciendo prácticas de pago más limpias y
cambiando su método de pago preferido de efectivo a tarjeta de débito y
crédito.
Transformación
tecnológica
Por eso, este es el momento para que los emisores,
adquirentes, comercios y también sistemas, como los medios de transporte del
país, aceleren la implementación de esta transformación tecnológica de la
industria, que principalmente implica disponer de terminales (POS) que acepten
pagos sin contacto y continuar impulsando la emisión y uso de tarjetas
contactless para ofrecer a consumidores y comercios una forma rápida y segura
de pagar.
Junto a esta nueva tecnología de pago, la tokenización
permite el pago sin contacto desde dispositivos móviles, como billeteras
digitales, relojes y otros, así como también a los comercios realizar cobros de
manera aún más segura, aumentando los índices de aprobación y mejorando de este
modo la experiencia de pago en general.
Esta nueva tecnología ya está disponible para los pagos
sin contactos Visa en dispositivos móviles, y funciona de manera simple para el
consumidor, reemplazando su número de su tarjeta por un token en la mensajería
de aprobación. Esto, incrementa aún más la seguridad para el consumidor al
momento de pagar con los distintos dispositivos digitales elegidos para llevar
sus tarjetas Visa.
Con el COVID-19, los pagos digitales y las compras en
línea se han convertido en la nueva norma, acelerando el ritmo de desplazo del
efectivo en la región. En una encuesta realizada por Visa, los pagos digitales
surgieron como el método preferido de compra, eligiendo dentro de ellos las
tarjetas de débito en primer lugar, con un 72% de las veces en los últimos tres
meses, seguidas de las de crédito (63%), y solo luego el dinero en efectivo
(44%).
Estamos atravesando un nuevo momento histórico de transición donde todavía es un desafío asegurar cuáles serán las nuevas prácticas.
Fuente: https://mercado.com.ar/tecnologia/innovacion-y-tecnologia-del-ecosistema-de-pagos/