
Este solo dato basta para confirmar la pésima
actualidad del mercado laboral argentino.
Hay que remontarse hasta el 3° trimestre del año 2004, durante el inicio
del gobierno de Néstor Kirchner, para encontrar una cifra semejante (13,2% en
el 3T). Un valor que, no por esperable y hasta lógico, deja de ser lapidario y
preocupante. Y cabe acá una aclaración clave: la situación actual se ha
potenciado con la pandemia y su posterior cuarentena; pero la Argentina ya
viene desaprobada en términos de empleo hace por lo menos tres años.
El covid19 potenció lo malo, pero nuestro país viene
flojo de papeles con el trabajo hace tiempo, puntualizó la consultora en
recursos humanos Ghidini Rodil.
Dentro de este contexto sombrío, la dinámica del
trabajo en nuestro país es bien heterogénea. Claramente existen sectores muy
complicados, donde la suma de caída de demanda más reconfiguración del negocio,
genera un combo de la muerte. Son los casos del turismo, las aerolíneas, la
industria del ocio, entretenimientos, gastronomía, hotelería), la construcción
y toda la cadena integrada de las automotrices (terminales, concesionarias,
autopartes). Donde existe destrucción de empleo.
Sin embargo, también hay espacios para algunos
ganadores en esta nueva normalidad: empresas de tecnología (IT) y comercio
electrónico no sólo crecen, sino que para lograrlo, buscan e incorporan
personal. Por debajo, todo el sistema de logística (especialmente la liviana),
la agro-industria, los que producen bienes esenciales y el sector de la salud
(servicios e insumos, a través de laboratorios y afines) gozan de buena salud;
y es posible encontrar oportunidades de trabajo acá.
Hacia adelante, el panorama es eminentemente gris, y
por momentos, oscuro. En cuantos a cifras oficiales del INDEC, cabe tener
presente un par de cuestiones:
1 Las imposiciones oficiales
para contener una mayor desocupación (doble indemnización e imposibilidad de
despidos por causas de fuerza mayor) disimulan el desempleo real de la calle.
2 La alta informalidad de
nuestro mercado laboral: por cada desempleado registrado existe al menos uno
más en negro sin trabajo (¿o quizá dos?).
3 Una parte importante del
impacto en el mercado del trabajo ocurrió y ocurrirá en el segundo semestre de
este año, producto de la inviabilidad de múltiples compañías que deben bajar la
persiana o irse de nuestro país. Lo peor aún está por reflejarse.
Es probable proyectar entonces una tasa de desocupación
informada por el INDEC para el T3 de 2020 cercana al 15% y un par de puntos más
para el último trimestre (dato que, claro, se conocería recién en Marzo/Abril
2021).
En la economía real, partiendo de la base de los 1.437.000 desempleados formales del trimestre segundo 2020 del INDEC, y sumándole las proyecciones del resto del año y el importante conjunto de los informales en negro, Argentina bien podría cerrar el 2020 con 3.500.000 de personas sin trabajo.
Fuente: https://mercado.com.ar/management-marketing/la-peor-desocupacion-de-los-ultimos-16-anos/