Holanda
y Dinamarca conservan el primero y segundo lugar, respectivamente en la
codiciada “Calificación A”.
En
todo el mundo, el impacto del COVID-19 en la provisión de pensiones futuras
será negativo debido a la reducción de las contribuciones, al menor rendimiento
de las inversiones y al aumento de la deuda pública.
En
la décimo segunda edición del Índice Mundial de Pensiones elaborado por Mercer
y el CFA Institute, Holanda obtuvo el valor más alto del índice (82,6) y
mantiene su posición número uno en el ranking general, a pesar de las
importantes reformas que se están llevando a cabo en materia previsional en ese
país.
Tailandia
obtuvo el valor más bajo del índice (40,8) mientras que Argentina ocupa la
anteúltima posición (42,5). Por su parte, Chile ocupa la posición 13 (67);
Colombia la posición 21 (58,5); Perú ocupa el puesto 24 (57,2); México el
puesto 35 (44,7), Brasil el puesto 26 (54,5); siendo el promedio de 59,7.
El
impacto económico generalizado del COVID-19 aumenta las presiones financieras
que enfrentan los jubilados, tanto en la actualidad como en el futuro. Junto
con el incremento de la esperanza de vida y la creciente presión sobre los
recursos públicos necesarios para garantizar la salud y el bienestar de una
población cada vez más longeva, el COVID-19 está agravando la inseguridad de la
jubilación, según se desprende de la décimo segunda edición del Índice Mundial
de Pensiones elaborado por Mercer y el CFA Institute.
Este
índice, conocido anteriormente como Índice Mundial de Pensiones de Melbourne
Mercer, compara los sistemas de ingresos de jubilación en todo el mundo y pone
de manifiesto algunas deficiencias en los mismos, y sugiere posibles áreas de
reforma que permitirían ofrecer beneficios de jubilación más adecuados y
sostenibles.
Este
año, el índice compara 39 sistemas de ingresos de jubilación en todo el mundo y
cubre prácticamente dos tercios de la población mundial. El índice 2020 incluye
dos sistemas nuevos: Bélgica e Israel.
Utiliza
el promedio ponderado de los subíndices de adecuación, sostenibilidad e
integridad para medir cada sistema de jubilación en función de más de 50
indicadores. Este año se introdujeron una serie de preguntas nuevas
relacionadas con el gasto público en materia de pensiones, la inversión en ESG
(aspectos ambientales, sociales y de gobierno) y el apoyo a los responsables
del cuidado.
En
esta edición del Indice Mundial de Pensiones para cada subíndice, los puntajes
más altos fueron Holanda para adecuación (81,5), Dinamarca para sostenibilidad
(82,6) y Finlandia para integridad (93,5). Los puntajes más bajos fueron México
para adecuación (36,5), Italia para sostenibilidad (18,8) y Filipinas para
integridad (34,8).
Efecto en el futuro de los sistemas
El impacto del COVID-19 va mucho más allá de
las consecuencias sanitarias; existen efectos económicos a largo plazo que
repercuten en las industrias, las tasas de interés, el rendimiento de las
inversiones y la confianza de la comunidad en el futuro. Como consecuencia de
ello, también ha cambiado la provisión de ingresos de jubilación adecuados y
sostenibles a largo plazo.
“La
recesión económica ocasionada por la crisis sanitaria mundial ha provocado una
reducción de las contribuciones al sistema de pensiones, un menor rendimiento
de las inversiones y el aumento de la deuda pública en la mayoría de los
países. Inevitablemente, esto afectará las futuras pensiones; lo quiere decir
que algunas personas tendrán que trabajar durante más tiempo, mientras que
otras deberán conformarse con un nivel de vida menor durante su jubilación”,
señaló el Dr. David Knox, socio senior de Mercer y principal autor del estudio.
“Resulta
fundamental que los gobiernos reflexionen sobre las fortalezas y debilidades de
sus sistemas para garantizar resultados más sólidos para los jubilados en el
largo plazo”, agregó.
“Incluso
antes de la aparición del COVID-19, numerosos sistemas de pensiones públicos y
privados en el mundo enfrentaban una creciente presión para mantener los
beneficios”, afirmó Margaret Franklin, CFA, presidenta y CEO del CFA Institute.
“El
índice analiza los sistemas de retiro de forma integral por lo que no solamente
analiza la seguridad social por lo que la mejora debe ser llevada adelante en
forma conjunta gobierno, privados e individuos”, expresó Clara Estevarena, Directora
de Wealth de Mercer en Argentina.
“A
lo largo de los años, hemos adquirido mucha experiencia acerca de la eficacia
de los sistemas de pensiones y, si bien no existe un modelo de sistema de
pensiones único que funcione para todos los países, el Índice Mundial de
Pensiones ofrece información comparativa para diferenciar lo que es posible y
práctico en cada mercado. El CFA Institute se complace en patrocinar el índice
de este año y esperamos ampliar aún más su impacto a través de esta iniciativa
conjunta”, expresó.
El
nivel de deuda pública ha aumentado en muchos países después del COVID-19. Es
probable que este incremento restrinja la capacidad de los futuros gobiernos
para mantener a sus poblaciones mayores, ya sea mediante pensiones o mediante
la prestación de otros servicios como salud o atención a adultos mayores.
Para
ayudar a mitigar el impacto del COVID-19, los gobiernos han implementado una
serie de respuestas a fin de apoyar a sus ciudadanos y sus sistemas de
pensiones.
El
profesor Deep Kapur, director del Centro Monash para estudios financieros
(MCFS), manifestó que muchos gobiernos de todo el mundo han respondido al
COVID-19 con un importante estímulo fiscal, y los bancos centrales han adoptado
una política monetaria no convencional. “Las perspectivas de rendimiento de las
inversiones son poco favorables, mientras que la volatilidad puede ser elevada,
y ello se suma a los retos habituales derivados de la gestión del riesgo en una
cartera de pensiones”.
“Asimismo,
algunos gobiernos han permitido el acceso temporal a pensiones ahorradas o han
reducido el nivel de las tasas de contribución obligatoria para mejorar las
posiciones de liquidez de las familias. Es probable que estos cambios tengan un
impacto significativo en la adecuación, sostenibilidad e integridad de los
sistemas de pensiones y, de este modo, influya en la evolución del Índice
Mundial de Pensiones en los próximos años”, añadió Kapur.
Por
ejemplo, Australia permitió que las personas cuyos ingresos habían disminuido
en más de un 20% tuvieran acceso a un máximo de AUD 20.000 (aproximadamente US$
13.000) de los activos de sus fondos de pensiones, mientras que Chile permitió
que los contribuyentes activos retiraran voluntariamente el 10% de sus fondos
de pensiones individuales hasta un máximo de US$ 5600.
“Resulta
interesante mencionar que los dos principales sistemas de ingresos de
jubilación en el Índice Mundial de Pensiones, Holanda y Dinamarca, no han
permitido el acceso anticipado a los activos de pensiones, a pesar de que los
activos de cada sistema de pensiones representan más del 150% del PIB del
país”, afirmó el Dr. Knox.
El
COVID-19 también ha aumentado la desigualdad de género en el otorgamiento de
pensiones.
“Incluso
antes de que el COVID-19 afectara las economías de todo el mundo, muchas mujeres
se enfrentaban a la jubilación con menos ahorros que los hombres. Actualmente,
se espera que esa brecha se amplíe aún más en numerosos sistemas de pensiones,
principalmente en los sectores más afectados donde las mujeres representan más
de la mitad de la fuerza laboral, como servicios de hotelería y gastronomía”,
añadió el Dr. Knox.
Al
medir la probabilidad de que un sistema actual esté en condiciones de ofrecer
beneficios en el futuro, el subíndice de sostenibilidad sigue evidenciando
deficiencias en muchos sistemas. El puntaje de sostenibilidad promedio se
redujo en 1,2 en 2020 debido al crecimiento económico negativo experimentado en
la mayoría de las economías a raíz del COVID-19.
“Desde
las empresas debemos promover el ahorro: la recomendación es que el 80% de las
personas que trabajan tengan planes de pensiones privados para mejorar la
sustentabilidad del sistema. Y a su vez, se debe trabajar en el bienestar
financiero de sus empleados: dándole información, herramientas para gestionar
sus finanzas diarias y poder planificar su futuro”, agregó Estevarena. “Por su parte los individuos debemos adquirir
hábitos saludables de finanzas: ser eficientes en el uso de los gastos respecto
a cada nivel de ingreso, identificar los riesgos asociados al patrimonio y
cuidarlo correctamente y planificar el largo plazo desde hoy. Para que los
beneficios al retiro sean adecuados, es recomendable prever un ingreso en la
jubilación del 70% de la etapa activa”, comentó Estevarena.
(El
Índice Mundial de Pensiones es un proyecto de investigación conjunto
patrocinado por el CFA Institute, la asociación mundial de profesionales de la
inversión, en colaboración con el Centro Monash para estudios financieros
(MCFS), y Mercer, líder global en la redefinición del mundo laboral y la
transformación de resultados de jubilación e inversión.)
Fuente: https://mercado.com.ar/mercado-plus/argentina-anteultima-en-el-indice-mundial-de-pensiones/