Por
36 votos afirmativos, 18 negativos y sin abstenciones, la Legislatura de la
Ciudad Autónoma de Buenos Aires aprobó una reforma de la Ley 5688 del Sistema
Integral de Seguridad Pública, incorporando y regulando el denominado “Sistema
de Reconocimiento Facial de Prófugos”.
La
propuesta fue de Claudia Neira (FdT) y otros miembros de Frente de Todos,
trabajada luego por distintos bloques en la Comisión de Seguridad, que preside
Claudio Cingolani (VJ). El proyecto incorpora el Sistema de Reconocimiento a la
Ley 5688, implementado por el Gobierno de la Ciudad en abril del año pasado,
mediante la resolución 398/19 del Ministerio de Justicia y Seguridad.
El
objetivo, según explicaron, “es aumentar y especificar las disposiciones” ya
establecidas tendientes a garantizar la "privacidad, confidencialidad y
derecho a la intimidad" de las personas en lo referente a las cámaras que
captan imágenes públicas.
Las
organizaciones Access Now, Amnistía Internacional, Asociación por los Derechos
Civiles (ADC), Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS), DATAS, Fundación
Vía Libre, Observatorio de Derecho Informático Argentino alertó sobre la
iniciativa y señalaron que la incorporación de esta tecnología presenta
múltiples afectaciones para el ejercicio de los derechos humanos.
La
iniciativa fue fuertemente criticada por un grupo de entidades por las
implicancias de las actividades de vigilancia masiva en los espacios públicos y
su interferencia con derechos fundamentales. El hashtag
#NoAlReconocimientoFacial se convirtió tempranamente en tendencia en la red
social Twitter y se mantuvo durante todo el debate.
Las
organizaciones Access Now, Amnistía Internacional, Asociación por los Derechos
Civiles (ADC), Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS), DATAS, Fundación
Vía Libre, Observatorio de Derecho Informático Argentino señalaron que la
incorporación de esta tecnología presenta múltiples afectaciones para el ejercicio
de los derechos humanos.
Mediante
un comunicado, las entidades firmantes explicaron que el sistema no solo
procesa información biométrica de las personas buscadas, sino de todo
transeúnte que pase frente a las cámaras, lo que afecta la privacidad y “asume
que todos y todas somos culpables, por lo que recolecta datos sensibles para
determinar luego si somos o no una persona buscada”.
También
destacaron que “la idea de estar bajo constante vigilancia produce un efecto
inhibitorio, sobre todo en aquellas personas que emiten discursos críticos
contra las mismas autoridades que tienen control sobre estas tecnologías”.
“Al
eliminar el anonimato, la tecnología de reconocimiento facial impide el libre
ejercicio de este derecho por el miedo a futuras represalias”, advirtieron y
añadieron que esta tecnología “tiene dificultades para distinguir personas de
tez oscura, lo cual deriva en un sinnúmero de falsos positivos y afecta de
forma desproporcionada a los grupos que ya se encuentran en situación de
vulnerabilidad”.
Archivos
adjuntos: file_downloadComunicado
(Comunicado-conjunto-reconocimiento-facial.pdf)
Fuente: https://www.diariojudicial.com/nota/87691/noticias/sonria-lo-estamos-filmando.html