Por lo general se habla del problema
racial en el país del norte. Pero las elecciones presidenciales de este año
muestran que la clase es un tema que importa tanto o más, al menos en término
de votos.
No importa en qué lugar del país
estaban los votantes, si vivían en un centro de crecimiento económico, es muy
probable que hayan votado por Biden.
Esto dice algunas cosas importantes
sobre el país, dice Rana Foroohar en el Financial Times. Primero, que la
riqueza y el poder están concentrados en unos pocos lugares. Cuando se mira un
mapa electoral de Estados Unidos, se ve abrumadoramente rojo excepto en las
costas y algunas áreas urbanas del centro.
Más de dos tercios del crecimiento de
empleo desde 2007 se concentró en 25 ciudades y centros regionales, según el
McKinsey Global Institute. Mientras tanto, las áreas de menos crecimiento y los
condados rurales donde viven 77 millones de personas, todos ellos vivieron
crecimiento de empleo nulo o negativo, aun luego de la recuperación de la
crisis financiera.
La concentración en unas pocas
“ciudades súper estrellas” es tendencia global. También se convierte en bola de
nieve porque la gente joven más talentosa se ve atraída a un puñado de centros
urbanos, lo cual eleva los precios de la propiedad y vuelve más difícil para
cualquiera que no forma parte del club de súper estrellas ascender en la escala
socioeconómica.
Los que quedan atrás se vuelven
furiosos y vulnerables a demagogos. No sorprende entonces que los condados
menos urbanizados en Estados Unidos votaran por Trump por un margen de 35% (32%
en 2016).
Biden logró restaurar la muralla azul
en los estados del cinturón de óxido hablándoles en su idioma. Hillary Clinton
cometió un error fatal cuando se refirió a los seguidores de Trump como gente
“deplorable”; y Barack Obama una vez se refirió a la clase trabajadora del
Medio Oeste como gente resentida que se aferra al fusil o a la religión.
Biden llegó a esas zonas con empatía y
respeto. Como dicen muchos académicos, “las palabras cuentan”. Menos desdén de
las clases meritocráticas por los que tienen menos educación, hablan simple y
tienen una visión más tradicional de la familia, del género o de religión,
logra muchas cosas.
Esta nota fue publicada anteriormente en la
edición de noviembre 2020 de Mercado
Fuente: https://mercado.com.ar/economia-y-politica/la-division-de-clases-es-la-otra-gran-grieta-en-ee-uu-3/