Tal
como describe el marco ADAPT de PwC, nos enfrentamos a desafíos significativos
y cada vez más urgentes que afectan a individuos, organizaciones, gobiernos y
sociedades por igual.
La
idea de una paradoja no es nueva para muchos líderes, pero creemos –sigue el
informe- que las que describimos a continuación son importantes para tener en
cuenta en el actual contexto. Juntas, constituyen un sistema que los líderes
necesitan para navegar y equilibrar con talento mientras manejan un número
aparentemente imposible de obligaciones que enfrentan.
Los
líderes deben tener mentalidad global, ser agnósticos respecto del sistema de
creencias y la estructura del mercado y estudiantes del mundo y a la vez, ser
localistas, y estar plenamente comprometidos con el éxito de un mercado local.
La paradoja consiste en estar arraigado al mercado local, pero sin perder
conexión con lo que pasa en el mundo y ello requiere de una persona capaz de
reconocer sus prejuicios y aprender a operar de la manera más efectiva en
cualquier ubicación, sin poner en peligro el éxito que podría conseguir en otro
mercado en el que desea operar.
Tiene
que ser tradicional, conectar profundamente con el propósito de la idea original
y mantener ese valor hasta el presente y al mismo tiempo, ser innovador,
impulsar la innovación y probar cosas nuevas; tener el valor de equivocarse y
permitir que otros también lo hagan.
“La
paradoja se basa en que resulta tentador seguir realizando aquello que hacemos
bien y desaprovechar las oportunidades que nos permitirán mantenernos vigentes.
Requiere la habilidad de respetar el pasado y decidir qué se debe rescatar de
allí para utilizar en el futuro y, al mismo tiempo, tener el valor de probar cosas
nuevas” explica al respecto, María Fernanda Álvarez Apa, gerente de People
& Organisation de PwC Argentina.
En
la actualidad, deben ser expertos en tecnología; impulsar su mejora continua, y
a la vez ser humanistas, comprender profundamente la eficiencia humana en
cualquier sistema. La paradoja yace en que, tradicionalmente, aquellos que
cuentan con capacidades técnicas no estaban adquiriendo, además, habilidades de
comprensión de las necesidades de los colaboradores o sobre cómo liderarlas.
Como
consecuencia, muchas personas que están impulsando el progreso tecnológico no
suelen considerar el aspecto humano de su trabajo. Ello también sucede a la
inversa, ya que aquellos a cargo de los equipos de trabajo no siempre
comprenden el impacto que la tecnología tendrá en su negocio.
Álvarez Apa agrega que “los líderes requieren
no sólo impulsar el éxito y de esa manera ofrecer un mejor futuro a su equipo y
a toda la compañía, sino que también deben encontrar el equilibrio entre el uso
de las nuevas tecnologías y el poner el foco en las personas. Definitivamente
esta paradoja propone el desarrollo de nuevas habilidades y conocimientos, una
mentalidad más abierta y sin sesgos ni estereotipos”. Se borran las fronteras
entre lo “hard” y lo “soft”.”
4.
Es de gran importancia que un líder sea humilde, promoviendo su resiliencia
personal y la de los otros, reconociendo cuándo brindar ayuda y cuándo pedirla.
Pero también debe actuar como héroe, inspirar confianza, instinto competitivo y
seriedad. Arriesgándose a tomar decisiones sin contar con toda la información,
escuchar múltiples consejos y operar en base a diversidad de aportes, sin
perder la vulnerabilidad y la humildad de cometer errores, advertirlos e
intentarlo nuevamente.
La
integridad es una de las cualidades esenciales con las que debe contar, generar
confianza en sus interacciones y al mismo tiempo actuar como político, es
decir, acumular respaldo, negociar, formar alianzas, etc. La paradoja se basa
en que, en un entorno altamente político, las personas pueden perder su
integridad. Cubrir las necesidades de otros y gestionar una política para la
concreción de ideas exige tiempo.
Se
debe trabajar para conciliar los requisitos políticos manteniendo la
integridad, ya que sin ella es difícil liderar y es indispensable para mantener
al equipo comprometido con los resultados en tiempos de cambio como los de hoy,
dónde se ponen de manifiesto temores, equilibrios de poder y ansiedades frente
a los nuevos escenarios.
Por
último, se espera que un líder sea un estratega, que encuentre información y
observaciones analizando el futuro para orientar la toma de decisiones en la
actualidad pero que no pierda su rol de ejecutor, cumpliendo con los desafíos
actuales de la mejor manera posible. La paradoja tiene que ver con que,
habitualmente, las personas tienen una inclinación hacia la estrategia o la
ejecución. El enfoque más poderoso sería poder articular una estrategia,
comprender cuánto necesita evolucionar y ejecutarla teniendo presentes tanto
las necesidades inmediatas como el futuro próximo.
“En resumen los líderes necesitan ser resilientes, admitir sus errores, permitir que otros se equivoquen y promover la confianza en sus equipos de trabajo. Poder tomar decisiones inteligentes y transitar los fracasos son características opuestas fundamentales que deben poseer y que les permitirá verse como “seres humanos”. Deben encontrar el modo de ser estrategas, diseñar planes para resolver problemas actuales con visión de futuro y ejecutarlos”, finaliza María Fernanda Álvarez Apa.
Fuente: https://mercado.com.ar/management-marketing/paradojas-del-liderazgo-en-un-nuevo-entorno-laboral/