La víctima, una estudiante de 18 años, fue atacada
por dos hombres cuando se dirigía a tomar un colectivo para ir al colegio. Al
parecer, a la víctima la drogaron ni bien fue reducida. Buscan un automóvil
gris que sería un taxi de Tafí Viejo. Sospechan que los autores podrían haber
cometido otro delito antes de haber raptado a la joven. Hubo un revuelo en las
redes sociales.
Como lo hacía todas las mañanas, una adolescente se
dirigía a la parada del colectivo para ir al colegio. Antes de llegar a ese
lugar, fue secuestrada por dos hombres que la obligaron a subir a un vehículo
donde, supuestamente, la drogaron. Durante las cinco horas que la tuvieron
privada de su libertad, abusaron de ella. Luego la abandonaron en una calle
cercana al parque 9 de Julio. Por sus propios medios llegó al Centro de Salud
donde pidió ser atendida. Desde allí la derivaron al Hospital Padilla, donde se
encuentra internada recibiendo asistencia médica y psicológica.
El hecho ocurrió el lunes alrededor de las 7.30 en
la calle Alberti, unos metros antes de llegar a la intersección con la avenida
Francisco de Aguirre. La joven caminó varios metros cuando escuchó la frenada
de un auto cerca suyo. Un hombre la agarró con fuerza y la obligó a ingresar
dentro del vehículo. El resto de los recuerdos son confusos para la víctima,
por eso sus padres creen que la drogaron.
“Ella no se acuerda de qué auto era. Un testigo
comentó que era un taxi de Tafí Viejo. Esa persona los siguió hasta El
Colmenar, pero ahí los perdió de vista”, señaló la madre de la víctima desde el
Hospital Padilla, donde la joven se encuentra internada desde ese día.
El testigo, que declaró ante la Adriana Gianonni,
que investiga el caso, aseguró que se trataba de un Fiat Siena gris, al que
siguió varias cuadras (aparentemente en un taxi), pero que finalmente lo perdió
en las calles de la vecina localidad. No trascendió si el testigo pudo tomar el
dominio del vehículo que habían utilizado los atacantes. Sí informó que por los
colores que tenía, era un taxi que presta servicio en Tafí Viejo.
Por Tribunales de la avenida Sarmiento declararon
otras personas. No sólo se confirmó la versión del secuestro, sino que habrían
aportados algunos datos para que se realizara un retrato hablado de los hombres
que abusaron de la joven.
Desesperación
Las cinco horas posteriores al rapto son una
nebulosa para la joven, que fue dejada por los secuestradores en una calle
cercana al Parque 9 de Julio, alrededor de las 13. En ese momento, la víctima
decidió caminar hasta el hospital más cercano, el Centro de Salud. Por la
tarde, la derivaron en una ambulancia al Hospital Padilla.
“Nunca pudo pedir ayuda ni contar lo que le había
sucedido porque no podía hablar con las personas que se cruzó en la calle,
estaba en un estado de shock. Cuando llegó al Centro de Salud, se sentó en las
escaleras de la entrada. Ahí una mujer le preguntó si estaba bien, y eso es lo
último que recuerda. Después se desmayó”, agregó la madre de la adolescente,
con lágrimas en los ojos y a metros de la sala en la que se encuentra internada
su hija.
El caso causó consternación en las redes sociales,
especialmente en Facebook, a partir del relato de algunos testigos de la
escena. Durante la mañana, los grupos se llenaron con pedidos de información
sobre el paradero de la joven secuestrada.
Situación
traumática
“Ella no quiere que nadie la toque, no quería que
la revisen los médicos. Lloró toda la noche y hoy (por ayer) se volvió a
despertar llorando. Ahora se durmió, le dieron algo para calmarla, porque tiene
muchas crisis nerviosas. Nosotros sabemos que se abusaron de ella”, agregó la
madre.
Por el momento, por su estado de crisis, la víctima
no pudo dar mayores detalles sobre el ataque, pero se sabe que en el vehículo
iban dos hombres, el que manejaba y el que la subió a la fuerza en la calle
Alberti.
En el Hospital Padilla no sólo se está tratando
médica y psicológicamente a la joven víctima. También se está protegiendo a su
familia. Ante la idea de que el agresor pudiera presentarse allí, el
coordinador de la seguridad interior del nosocomio les llevó tranquilidad al
asegurarles que nadie del exterior va a poder llegar hasta ellos sin su expresa
autorización y que en la sala podían sentirse totalmente seguros.
La
investigación
Si bien el miedo y el shock por lo acontecido
hicieron que la familia no realizara la denuncia en las primeras horas del
hecho, finalmente la madre confirmó que su esposo la había presentado.
Mucho tuvo que ver en esto la fiscala Gianonni,
quien se presentó en el hospital Padilla para determinar el estado de la
víctima. Luego de una larga charla, logró convencerla para que una profesional
de la Policía le hiciera un examen médico.
“Entró en razón cuando ella le dijo que ese paso
era fundamental para conseguir pruebas en contra de los autores. Además le
aclaró que con su aporte otras chicas se salvarían”, contó un allegado de la
víctima.
Gianonni, por el estado de shock de la joven,
desistió de tomarle declaración para que contara los detalles del ataque y de
los atacantes. La entrevista, si es que la chica evoluciona de su cuadro
emocional, se desarrollará hoy.
Investigan
si los atacantes cometieron un violento robo
La fiscala Adriana Gianonni investiga si los
autores de un robo a una empleada doméstica son los mismos que atacaron
sexualmente a la joven que se encuentra internada en el hospital Padilla, según
confiaron fuentes judiciales.
Una niñera -su nombre se mantiene en reserva-
denunció en la Policía que sufrió un robo a dos cuadras del lugar donde
secuestraron a la joven también ayer a la mañana.
La víctima declaró que antes de las 7 se dirigía a
tomar un colectivo para llegar a su lugar de trabajo. Cuando caminaba, fue
interceptada por al menos dos hombres. Ella, al sospechar que se trataba de un
atraco, salió corriendo del lugar y arrojó su celular para que la dejaran
escapar.
Los asaltantes siguieron a la víctima hasta que le
dieron alcance. Allí, a la fuerza, la hicieron subir a un vehículo que era
conducido por otra persona, a la que la niñera en su declaración no supo
describir como hombre o como mujer.
Una vez en el interior del vehículo, la joven
aclaró que, bajo gritos, amenazas y golpes, le sacaron una mochila y un par de
zapatillas. Luego la abandonaron descalza cerca del lugar donde la
secuestraron. Confirmó en su declaración que los hombres ni siquiera intentaron
abusar de ella.
Algunas coincidencias
A la fiscala le llaman la atención algunas
coincidencias entre ambos casos. El lugar, la hora y el color del automóvil.
Por desconocimiento, la niñera no pudo precisar el modelo, según confiaron
fuentes judiciales.
Las diferencias radican en la cantidad de personas
que actuaron -esta víctima habló de más de dos personas y hasta la posibilidad
de que haya participado una mujer- y el tipo de delito que se cometió.
La fiscala Gianonni dio instrucciones a la Policía
para que investigue ambos casos y esté atenta a la aparición de nuevas víctimas
(ya que sospecha que pueden existir casos en los que hayan estado involucradas
esas personas y no fueron denunciados) y de testigos que puedan aportar más
datos.
Una zona donde los vecinos están acostumbrados a
arrebatos y asaltos
“A tres cuadras de donde se llevaron a mi hija hay
un destacamento policial, pero aún así en la zona hay robos todos los días. Es
una zona peligrosa porque hay villas cerca. Los ladrones cometen el delito y
escapan rápido”, señaló la madre de la joven secuestrada en la calle Alberti a
metros de la avenida Francisco de Aguirre y posteriormente abusada.
Los vecinos coinciden con la madre de la víctima al
asegurar que la zona, ubicada en la parte norte de la capital tucumana, es muy
insegura desde hace algunos años. Ellos creen que los hechos delictivos se dan
por estar cerca de barrios peligrosos.
“La zona es tremenda. Hay calles que van directo a
‘La Bombilla’. A veces escuchamos tiros y gritos pero la verdad es que ya no
les llevamos el apunte de tantas veces que esto pasa. A mí me robaron tres
veces y a mis hijos también les robaron”, explicó María Elena Reina.
La vecina agregó: “hay muchos arrebatos y asaltos.
Nunca hay policías. Acá en la puerta muchas veces les pegaron a mujeres para
robarles. Lo único que puedo hacer es mirar por la mirilla de la puerta; si
salgo me golpean a mí también”.
Dos vías de
escape
El hijo de la mujer consultada, Patricio Reina,
explicó a LA GACETA, que los delincuentes “tienen dos vías rápidas de escape,
que son ‘La Bombilla’ y el canal, que va a Los Pocitos. Si están en motos,
también se escapan por la avenida”.
Sin embargo, el secuestro de la joven de 18 años
sorprendió a los vecinos. “No escuchamos nada. Es raro porque a esa hora hay
mucho movimiento de gente que va a la escuela y a trabajar. Es cierto que en la
zona roban mucho, pero jamás había pasado algo así”, señaló María Elena.
Otra vecina muy impresionada con el hecho fue Jesús
del Valle Navarro. “Hace poco que vivo en este barrio pero ya sabemos que hay
asaltos y robos, sobre todo a la gente que se encuentra en la parada, esperando
el colectivo de la Línea 12. Gracias a Dios, jamás me asaltaron a mí ni a
ninguno de mi familia pero conocemos los peligros. Generalmente los delitos los
cometen adolescentes en moto que utilizan armas de fuego o cuchillos. Pero sí,
nos sorprendió el secuestro de la joven. Nunca había sucedido algo así”.
Fuente: http://www.lagaceta.com.ar/nota/676163/policiales/secuestraron-durante-cinco-horas-abusaron-ella-abandonaron-cerca-parque-9-julio.html