
Una inquietud de René Favaloro en la década de 1990
podría hacerse realidad en los próximos años. En Argentina mejoraron técnicas
de clonación para avanzar en este sentido. Destacan similitudes entre los
organismos y trabajan en mejorar la compatibilidad.
En un futuro cercano los cerdos podrían convertirse
en donantes de órganos para los humanos. Las investigaciones involucran a
científicos de distintos países como Alemania, Estados Unidos y Japón, y en la
Argentina avanzan de la mano de profesores de la Facultad de Agronomía de la
UBA (FAUBA), donde recientemente se desarrollaron nuevas técnicas de clonación
que significarían un paso más en este sentido.
El trabajo de la FAUBA fue publicado el mes pasado
en la prestigiosa revista científica Plos One, como resultado de cinco años de
trabajo de la investigadora Carla Buemo, para su tesis doctoral. Sin embargo,
el origen de estos estudios en Agronomía se remonta a dos décadas atrás, por
interés de René Favaloro.
“En 1993 nos reunimos con el actual ministro de
Ciencia y Tecnología de la Nación, Lino Barañao, y el Dr. Favaloro en su
Universidad y él nos trasmitió la necesidad de contar con un mayor número de
órganos para realizar trasplantes. Entonces nos señaló que los cerdos podían
ser una buena fuente de esos órganos”, explicó Daniel Salamone, director del
Laboratorio de Biotecnología Animal (LaBbA) de la FAUBA al sitio de divulgación
científica Sobre la Tierra, y lamentó que por entonces no existieran las herramientas
tecnológicas necesarias para comenzar con esos trabajos.
Años después el desarrollo de la clonación y de la
transgénesis animal permitieron empezar a pensar en la posibilidad de concretar
el pedido de Favaloro. Desde el laboratorio de biotecnología de la Facultad de
Agronomía decidieron concentrarse en mejorar la técnica de clonación, hasta
entonces muy ineficiente, para luego poder reproducir los logros que se
obtuvieran en éste y otros centros del investigación del mundo con la
modificación de órganos de cerdos que podrían ser trasplantados en humanos.
La nueva técnica de clonación se denomina
“agregación embrionaria”. Fue usada por primera vez en Argentina por
estudiantes de la FAUBA que realizaban sus doctorados y eran dirigidos por
Salamone. En 2012, Andrés Gambini y el equipo del Laboratorio de Biotecnología
Animal realizaron los primeros ensayos con equinos, logrando mejoras que
llevaron del 2 al 10% la eficiencia de la clonación. Luego, la técnica fue
trasladada con éxito por Lucía Moro y colaboradores del laboratorio a otros
animales en peligro de extinción, como chitas. Ahora, a partir del trabajo
publicado recientemente, también fue probada en cerdos.
Avances científicos
“El cerdo es el modelo animal útil para el estudio
de enfermedades humanas y el desarrollo de nuevas terapias, debido a las
similitudes genéticas, anatómicas y fisiológicas que existen entre ambos”,
explicó Carla Buemo. Lo cierto es que así como a lo largo de la historia se
utilizaron monos o ratones en los laboratorios, hoy muchas miradas se
concentran en los porcinos para encontrar respuestas a enfermedades
neurodegenerativas, como el Alzheimer, el Parkinson o la enfermedad de
Huntington, también afecciones cardiovasculares, arterioesclerosis, cáncer y
diabetes, por ejemplo.
Los trasplantes de cerdos a humanos ya son una
realidad en casos como las válvulas cardíacas y transferencias de piel, aunque
se utilizan sólo de manera transitoria, porque también generan rechazo en las
personas. “Se tienen que modificar ciertas proteínas provenientes del animal
para que nuestro organismo no rechace esa piel”, explicó Buemo, e indicó que
los estudios con xenotrasplantes prevén trasplantar, en el futuro, un corazón
de un cerdo a un humano.
En esta dirección, muchos científicos hoy buscan
modificar los órganos de los cerdos con transgénesis para que no generen
rechazo en las personas. Pero al mismo tiempo -explican desde la FAUBA- es
necesario ajustar previamente las técnicas de clonación para que esas mejoras
alcanzadas puedan ser reproducidas correctamente.
“Nuestro trabajo consistió en hacer ciertas
modificaciones en la técnica de clonación para hacerla más eficiente, porque
hasta ahora sólo entre 1 y 5% de los embriones que se clonan llega a
trasplantarse en un animal receptor y a desarrollarse correctamente. Por esa
razón, cualquier mejora que podamos lograr para aumentar esta eficiencia es muy
importante”, dijo.
Los logros obtenidos fueron evidentes: “Mediante la
técnica de agregación obtuvimos una mejor expresión de los genes, un mayor
tamaño de embriones y un mayor número células. Además, se logró mejorar la
calidad embrionaria y obtener una mayor tasa de desarrollo”, detalló Buemo, y
agregó: “El cerdo se reproduce rápidamente. En tres meses, tres semanas y tres
días se pueden obtener 10 o 12 crías de un solo animal. Eso hace que la técnica
sea más eficiente respecto de otros animales, como los bovinos”.
Salamone se refirió a la técnica de agregación
embrionaria: “El concepto clave es que, en la naturaleza, un embrión se genera
a partir de dos núcleos (del padre y la madre). En cambio, cuando se clona con
la técnica mas comúnmente usada, por lo general se genera una cría a partir de
un solo núcleo. Nosotros pensamos que si clonábamos con más de un núcleo, las
crías iban a ser más viables”. Al parecer la hipótesis era cierta.
Salamone adelantó que están siguiendo de cerca los
trabajos que se hacen en Japón para modificar órganos de cerdos, así como en
Alemania con xenotrasplantes. “Hay una serie de tecnologías dirigidas a
producir órganos de una especie en otra. Ya se obtuvieron avances en otros
animales y, en ese sentido, pensamos que el cerdo sería un buen modelo”,
afirmó.
Fuente: http://mobile.infocampo.com.ar/#/n/78507